Desde que la Justicia decretó el cierre de Casa de Galicia el 23 de diciembre, más de un prestador de salud mostró interés en absorber a todos los afiliados de la mutualista, y otros también se ofrecieron a absorber una fracción del padrón.
Zaida Arteta, presidenta del Sindicato Médico del Uruguay (SMU), dijo a El Observador que todas las mutualistas "quieren más socios", debido a que, junto a los afiliados, también se trasladan sus capitas del Fondo Nacional de Salud (Fonasa), un dinero que el gobierno le aporta a cada mutualista por afiliado. En este caso 39.632 socios de Casa de Galicia integran el Fonasa, en números a setiembre de 2021 presentados por el Sistema Nacional de Información (Sinadi), y son los que serán repartidos.
La intención del MSP es traspasar este número de socios a uno o más prestadores de salud con número de afiliados similar o inferior al que tiene la mutualista que cerrará, para que "pueda hacer la diferencia" y convertirse en "sustentable", según transmitieron desde el MSP al sindicato médico, indicó Arteta. Agregó que esto daría "más viabilidad" a las empresas de este tipo, que cuentan con "problemas de dimensión" por su menor cantidad de socios, lo que las hace más vulnerables.
Desde el sindicato de médicos no ven a otra institución que se encuentre en el nivel de incertidumbre de Casa de Galicia, situación que avizoraban hace años y que incluso habían advertido al MSP para encontrar una solución a principios de 2021. Hay mutualistas con mayor o menor déficit, pero desde el SMU asumen que esto posiblemente siempre sea así. Arteta afirmó que el Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) "es el fuerte" actual de los prestadores, aunque "tiene dificultades".
Arteta señaló que el SMU no ha recibido denuncias por salarios o complementos no pagos de las demás empresas, aunque sí ven un gran problema de "tercerización" que ocurre "en todo el sistema" mutual. Esto implica que los empleados trabajen sin una relación de dependencia con las empresas y facturen por su cuenta, lo que lleva a que las mutualistas no aporten al Fonasa y al BPS por estas personas.
ASSE también mantiene a médicos bajo este régimen, y según Arteta "es uno de los principales". Tienen firmado un acuerdo para ir disminuyendo la cantidad de trabajadores médicos bajo esta política. Sin embargo, la presidenta del SMU lamentó que esto se estancó con la llegada de la nueva gestión, y que es difícil impulsar que los privados abandonen esta práctica "si el Estado, que es garante de los derechos, lo hace".
En el caso de Casa de Galicia, la empresa pasó al régimen de facturación a varios trabajadores, bajo la premisa que si no lo aceptaban perderían su empleo, según Arteta. La gremialista remarcó que el compromiso del MSP es asegurar los puestos de trabajo de todos los empleados de la mutualista, incluso los tercerizados, que al no estar en relación de dependencia no cuentan con los mismos derechos que los dependientes.
Por esto, SMU y MSP firmarán un acuerdo en el que esté incluido su traspaso a las empresas que absorban a los afiliados. Todavía no está definido si se basará en el acuerdo de 2001 con el que firmaron los trabajadores de Casa de Galicia, según Arteta.
En el último Estado de Situación Patrimonial entregado por las mutualistas, de setiembre de 2020, quedó demostrado que, de los principales prestadores, solo Casa de Galicia y Casmu presentaban un resultado patrimonial negativo. Casa de Galicia fue la que registró los peores dividendos, con una deuda de US$ 87 millones. Al decretarse su cierre todos sus bienes inmuebles se encuentran hipotecados a favor del Estado, a causa del préstamo del Fondo de Garantía a las Instituciones de Asistencia Médica Colectiva (IAMC) del Estado.
Casmu, por otra parte, analiza su situación como favorable. El presidente de la mutualista, Raúl Rodríguez, aseguró a El Observador que el balance anual fue "francamente positivo", a pesar de que falta la validación de una auditoría externa. Esta empresa recibió un fideicomiso del Estado de US$ 23 millones en agosto para la reingeniería de personal, cancelar pasivos comerciales vencidos, y la digitalización de la historia clínica, informó Búsqueda.
En lo que respecta a las instituciones similares a Casa de Galicia, las que muestran un mejor balance son: Cudam (53.571 afiliados a setiembre de 2021) con un patrimonio positivo de casi $ 400 millones, y Universal (63.466 afiliados en setiembre) con un patrimonio de casi $ 800 millones.
Estas dos asociaciones tienen otro punto clave que es la disponibilidad asistencial en la zona noroeste de Montevideo. Esto ayudaría a que los afiliados de Casa de Galicia, en su mayoría de Sayago, no tengan que realizar recorridos largos para atenderse en sus nuevas mutualistas, algo que distintas autoridades y políticos pidieron en los últimos días. Cudam tiene sedes en los barrios Lezica, Paso de la Arena y el Prado, mientras que Universal tiene una policlínica en Belvedere.
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