La ley que permite el retiro excepcional de hasta 10% de los fondos privados de pensiones fue promulgada este viernes tras la decisión del presidente Sebastián Piñera de no de vetar la iniciativa ni someterla a revisión del Tribunal Constitucional.
Después de una dura derrota política el jueves en el Congreso, el presidente Piñera decidió promulgar rápidamente la iniciativa debido a “su intención y voluntad –dada la difícil situación económica y social que viven muchas familias y compatriotas– de facilitar y agilizar el retiro de estos fondos de ahorros previsionales por parte de las personas habilitadas”, según un comunicado de la Presidencia chilena.
La norma fue impulsada por la oposición debido a la demora del gobierno de Piñera para entregar ayuda en medio de la crisis económica por la semiparalización de actividades causada por la pandemia de coronavirus.
El gobierno tenía hasta 30 días para vetar la ley o enviarla al Tribunal Constitucional para su revisión, de haber querido intentar evitar la entrada en vigencia de una iniciativa que consideró “un mal proyecto” por contribuir a rebajar el monto de las ya bajas pensiones de los chilenos.
El riesgo de frenar esta ley era el retorno de las protestas masivas y violentas a las calles de Chile, donde la iniciativa cuenta con más del 80% de respaldo popular. Su tramitación en el Congreso fue precedida de masivos cacerolazos de apoyo.
Este respaldo ciudadano al retiro anticipado de los fondos obedece a la pérdida de ingresos para grandes sectores de la sociedad obligada al confinamiento dese marzo, sobre todo en la clase media, donde hasta ahora no se ha concretado ninguna ayuda oficial de las anunciadas por el presidente Piñera.
La promulgación de la ley fue posible tras su aprobación definitiva el jueves en el Congreso con 116 votos a favor, 18 en contra y cinco abstenciones en la votación final en la Cámara de Diputados, tras su tercer trámite legislativo en dos semanas.
Desplegando banderas y entonando el himno nacional, varios diputados celebraron en el Congreso una votación impensada hace cuatro meses, menos aún con el apoyo de parlamentarios de la derecha chilena, a quienes Piñera intentó sin éxito convencer, mejorando su propuesta de medidas para la clase media con un bono de US$ 630 y un crédito blando de US$ 1.900 que se discute todavía en el Congreso.
La ley aprobada permite a los 10,9 millones de afiliados a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), creadas durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), retirar hasta un máximo de 4,3 millones de pesos (US$ 5.400) y un mínimo de un millón de pesos (US$ 1.250) de sus fondos de pensión. Quienes tengan ahorrado menos de ese mínimo podrán retirar la totalidad de su fondo. Se calcula que el retiro promedio rondaría los US$ 1.600.
Si bien es una medida excepcional, representa la primera gran transformación de este sistema privado instaurado 1981, pionero en establecer la capitalización jubilatoria absolutamente individual y que se convirtió en uno de los motores del sistema económico chileno.
Pero a punto de cumplir 40 años de funcionamiento, el sistema es cuestionado por las bajísimas pensiones que entrega y por incumplir su promesa de igualar para este año 2020 el último salario del trabajador, pese a que ha logrado acumular US$ 200.977 millones, equivalentes al 80% del PIB.
Estimaciones oficiales cifran entre US$ 17.000 millones y US$ 20.000 millones el máximo que podría salir del sistema una vez que se concrete la ley de retiro.
AFP
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá