La obra tenía permiso, RUT y trámite previo en el BPS. No había impedimento alguno para que la constructora Renner no derribara la histórica residencia Castellanos sobre Roque Graseras —esquina bulevar España—, en pleno Pocitos, para levantar en el mismo sitio un edificio de varios pisos. Cuando comenzaron a caer los primeros escombros de la casona, erigida a fines de la década de 1920 por los arquitectos Elzeario Boix y Horacio Terra Arocena, las críticas de vecinos y comentarios en redes sociales paralizaron los movimientos. En ese suspenso permanece hasta hoy.
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