Un proyecto que apuesta a la innovación con la mirada puesta en la familia rural

El proyecto de ganadería familiar impulsado por el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) en Rocha constituye una innovación en la construcción de conocimiento y tiene un eje importante en la familia rural para que viva mejor, explicó el director general de Desarrollo Rural del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), José Olascuaga.

Sus expresiones fueron vertidas durante la jornada de cierre del proyecto el pasado 8 de diciembre, luego de una actividad de campo en el predio de Otto Riera y presentación en la sede de la Sociedad Agropecuaria de Rocha.

Olascuaga explicó que en un sistema complejo como es la ganadería familiar se resalta el vínculo técnico-productor que requiere tiempo de ambas partes. Técnicos con experiencia de campo, con habilidades de comunicación y empatía, y nada de eso es de bajo costo, por lo que convocó a trabajar en conjunto para la ganadería familiar.

"Con los resultados del proyecto se ha demostrado que en la ganadería familiar es posible hacer un proceso de intensificación productiva con sustentabilidad y adaptación al cambio climático. Hay datos con rigor científico que pueden ser útiles para la competitividad del país", dijo.

Por otra parte, el vicepresidente de INIA, José Luis Repetto, dijo que hay confianza de la institución en esta manera de trabajar, en enfatizar el trabajo con enfoque de sistemas de producción considerando lo económico-productivo, lo social, lo ambiental y en el centro del sistema al hombre, y trabajar en una región a través de las instituciones locales. Este proyecto es un punto de partida muy bueno para ello, sostuvo.

El proyecto tiene tres razones para ser exitoso, según el director de la Agencia Nacional de Innovación e Investigación (ANII), Santiago Dogliotti. En primer lugar, mencionó un enfoque de sistemas sólidos, que demostró el profundo entendimiento acerca de cuáles son "las piolas" que mueven a los sistemas ganaderos y el manejo de alternativas acerca de cómo realizar cambios. Por ejemplo, si no se trabajaba con más altura de pasto y no se asignaban los potreros específicos, según las categorías, se demostró que el resto no funciona.

En segundo lugar, una metodología de trabajo en predios y en la zona. Las familias hacen cambios en sus predios y para cambiar se necesita un proceso de aprendizaje que requiere de un método. En ese sentido se resaltó la necesidad de mejorar la formación de los estudiantes que luego serán los técnicos que acompañarán los procesos de cambio.

En tercer lugar, el trabajo interdisciplinario y con las instituciones demostró que hubo integración y un ámbito para mirar juntos, afirmó Dogliotti.

Por último, la Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR) valoró esta forma de trabajo y buscará extenderla para que llegue a más productores, destacó el responsable del Departamento de Promoción y Desarrollo de la gremial, Gustavo Cabrera.

Explicó que por es razón la institución ha presentado un proyecto al fondo competitivo FPTA-INIA, basado en la metodología presentada, que en caso de ser aprobado les permitirá obtener financiamiento para llegar a otras zonas y a más productores.