La selección masculina uruguaya de handball comenzó este jueves la disputa de la segunda fase (grupo I) del Mundial de Egipto. La celeste perdió 30-16 contra Polonia.
Uruguay logró la clasificación a esta segunda fase luego de que Cabo Verde se retirara del certamen por una ola de contagios de covid-19 en el plantel.
Los dirigidos por Jorge Botejara habían perdido antes con Alemania (43-14) y Hungría (44-18).
En cada grupo los tres primeros avanzaron a primera fase y ahora se emparejaron en series de seis equipos donde se arrastran los puntos ganados en primera fase contra las selecciones que también avanzaron.
Uruguay jugará ahora el sábado a la hora 11.30 contra España y el lunes, a la misma hora, contra Brasil.
Polonia tiene un rico historial en este deporte: medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976, vicecampeona mundial en Alemania 2007 y bronce en Alemania 1982, Croacia 2009 y Catar 2015. En Europa, donde está la elite de este deporte, es un rival que se entrevera con naciones más poderosas. En los Juegos Olímpicos de Río 2016 terminó cuarta.
Sin embargo, el equipo de Jorge Botejara jugó su mejor partido en el torneo.
Lo hizo a partir de una defensa férrea, un golero excepcional como Felipe González y mucha inteligencia para disimular en el ataque de posición sus carencias.
Esas carencias parten desde el plano físico. A diferencia de Polonia que lastimó con el lanzamiento exterior por encima de la defensa cerrada (0-6) de Uruguay, los celestes debieron trabajar una y otra vez el rompimiento de la defensa polaca para definir a través de sus armadores o con habilitaciones al pívot. Los punteros fueron, además, poco involucrados en el juego.
Máximo Cancio fue el máximo goleador del partido con 6 goles en 6 intentos, firmando una brillante actuación. Se trata de un jugador nacido en Uruguay, que emigró de niño a España, y que llegó a jugar en la principal categoría de ese país, la liga Asobal.
Rodrigo Botejara y Cristhian Rostagno marcaron dos goles cada uno, Gabriel Chaparro, Bruno Méndez, Diego Morandeira, Federico Rubbo, Maximiliano De Agrela y el golero Felipe González, de arco a arco.
El primer tiempo terminó 14-9. La menor cantidad de goles recibidos y la mayor anotados (superando los 8 a Hungría y 4 a Alemania). El arranque del segundo tiempo fue notable. Un gol de Botejara aceró a Uruguay a 16-13. Pero a partir de los 45' el equipo se desinfló. Primero en lo físico y luego por no encontrar en los jugadores de recambio el mismo nivel de juego. Ahí Polonia quebró definitivamente el partido y con ataques rápidos lo sentenció para ampliar su ventaja a 14 goles.
En España se juega el handball más táctico y estratégico a nivel mundial. La roja ostenta tres bronces olímpicos (Atlanta 1996, Sídney 2000 y Beijing 2008), dos títulos mundiales (Túnez 2005 y España 2013) y es la vigente bicampeona europea (2018-2020). Sus entrenadores son muy codiciados a nivel mundial por su capacidad para hacer jugar a sus equipos.
Brasil es la nación más poderosa de las Américas y un rival al que Uruguay nunca le ganó en su historia. A este Mundial llega en un presente brillante con jugadores militando en equipos poderosos en Europa.
Favorecido por la situación de covid-19 de Cabo Verde, Uruguay ya empezó a capìtalizar esta oportunidad para seguir sumando en una experiencia única.
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