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Vázquez distante de Huidobro, pero quejas atornillan al ministro
Los reclamos realizados por sectores del Frente Amplio (FA) al presidente Tabaré Vázquez para que destituya al ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro, lejos de generar la remoción, atornillaron –al menos hasta el momento– al jerarca, según dijeron a El Observador fuentes políticas y del FA. Aunque el mandatario mantiene una relación distante con Huidobro y su diálogo se reduce al mínimo, la señal política será mantenerlo en el cargo.
Según los informantes, el comunicado del grupo Casa Grande, liderado por la rival de Vázquez en la interna de 2014, Constanza Moreira, y otro de la Vertiente Artiguista, exigiendo la remoción de Fernández Huidobro tras nuevas declaraciones sobre el pasado reciente, le pusieron un corsé al presidente en el sentido de que le quitaron libertad para tomar una decisión.
En la pasada administración que fue presidente, Vázquez ya se movió de la misma forma. Mientras más le pedían una destitución, menos sacaba al jerarca cuestionado.
En este tema concreto, aunque el presidente evitó referirse al tema en ámbitos públicos, otros jerarcas del Poder Ejecutivo reconocen en conversaciones informales que los dichos de Huidobro perjudican la imagen del gobierno, pero advierten que su destitución sería como “cobrar al grito”. El ministro cuenta además con el respaldo de la cúpula militar.
Antes que asumiera el gobierno, ya hubo una situación que estuvo a punto de hacer que Huidobro no asumiera el cargo. En diciembre del año pasado, Fernández Huidobro tuvo un cruce con el Servicio Paz y Justicia (Serpaj), organización que le reclamó por el nivel de avance en las investigaciones. El ministro respondió que si ese organismo lo autorizaba a torturar militares, él podía conseguir información. Luego, calificó de “imbéciles” a sus integrantes. En ese momento, un grupo de 19 entidades sociales pidieron al entonces presidente electo que no lo mantuviera en el cargo de ministro de Defensa, para el que había sido designado.
Vázquez, por esos días, hizo unas confusas declaraciones en las que no quedaba claro si lo estaba defendiendo o no.
En el episodio de ahora, los sectores que pidieron la renuncia son menores dentro del esquema del FA y, en el caso de Casa Grande, además, están enfrentados a Vázquez, al punto que en la última campaña algunos de sus integrantes aludieron al ahora presidente como un “dinosaurio”. Uno de ellos fue la propia Moreira. En ese sentido, una eventual destitución del ministro puede ser capitalizada como un triunfo político de Moreira y sus aliados.
La Mesa Política del FA también cuestionó el viernes al ministro por sus declaraciones acerca del pasado reciente.
En una declaración aprobada por unanimidad, el órgano de conducción de la izquierda expresó que “no comparte” sus dichos ni tampoco estos “representan” a la coalición de izquierda. Los delegados de las bases plantearon una declaración más fuerte en su contra, pero la Mesa Política moderó esa postura.
El lunes 18, tras participar en el acto por el Día del Ejército, Fernández Huidobro afirmó que en el FA y a nivel de otras organizaciones sociales se “estigmatiza” a los integrantes de las Fuerzas Armadas por los hechos de la dictadura.
La defensa del ministro
Ante los pedidos de renuncia, el ministro emitió un comunicado en el que enumeró las actividades llevadas adelante durante su gestión para encontrar información sobre los detenidos desaparecidos durante la dictadura.
Según la misiva, entre 2011 y 2015 se tramitaron 237 oficios con respecto a este tema, de los cuales 211 recibieron respuesta y los restantes 26 se encuentran en trámite. En total, desde que Huidobro asumió en 2011, se dio trámite a cinco expedientes al mes. “Las demoras en la tramitación están radicadas en la complejidad en cuanto a la ubicación de la información y documentación requerida”, justificó.
