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Violencia doméstica, una caja de cartón y un cuerpo calcinado: el detrás del homicidio en Parque Guaraní
"¡Así que sos vos!, ¡traidor!, ¡espía!", fue la única frase que antecedió al homicidio del hombre cuyo cuerpo fue hallado calcinado en un descampado de Parque Guaraní en Montevideo el pasado 1o de setiembre.
Este jueves, la Justicia condenó a un hombre por el encubrimiento del crimen, mientras que el 11 de setiembre otro había sido imputado por el mismo delito y uno de incendio, razón por la que estará preso 180 días preventivamente mientras continúa la investigación.
En otra audiencia ese mismo lunes 11, el principal sospechoso de haber cometido el homicidio fue condenado por otros delitos relacionados a drogas en un operativo que lideró la fiscal de Estupefacientes, Stella Llorente, dado que tenía una boca de pasta base en su casa.
La Fiscalía de Homicidios de 1o Turno, a cargo de Carlos Negro, reconstruyó el crimen y en varias audiencias –a cuyos registros accedió El Observador– dio detalles sobre cómo fue el asesinato.
El homicidio se consumó el 31 de agosto por la noche, cuando el indagado llamó a la víctima para que fuera a su casa. En el lugar estaba la pareja del primero, una joven con la que convivía hacía cerca de un año a la que golpeaba y encerraba continuamente.
Ante la Fiscalía, la mujer contó que mientras estaba encerrada en el cuarto haciendo dormir a sus hijos, escuchó la discusión entre los dos hombres y los dos disparos que le siguieron a la frase: "¡Así que sos vos!, ¡traidor!, ¡espía!".
El motivo de la traición es uno de los asuntos que no se ha terminado de dilucidar. La investigación apunta a que podría corresponder a una cuestión relacionada a las drogas, dado que el indagado era el jefe de una boca, aunque también existe la posibilidad de que creyera que la víctima había tenido una actitud al menos impropia con una de sus hijastras.
Durante todo el hecho, el hombre obligó a su pareja a quedarse encerrada en el cuarto, pero después llamó a dos personas –uno apodado "el rengo" y otro "el tuerto"– a los que les pagó con unos chasquis (dosis) de pasta base para que descartaran el cuerpo.
Tras recibir el pago, los hombres metieron el cuerpo adentro de una caja de cartón de las que envuelven heladeras y lo subieron a un carro. Luego lo trasladaron a un descampado a unas pocas cuadras donde lo prendieron fuego y fue hallado al otro día, el 1o de setiembre. Después de eso, fueron a otro lugar cercano a fumar.
"Vive presa en su domicilio, privada de todo"
"Vive presa en su domicilio, privada de todo", describió el fiscal Negro al explicarle al juez la situación de la pareja del indagado. Lo había conocido hacía un año cuando él estaba preso por otra causa y comenzaron a estar juntos cuando dejó la prisión. Al principio "todo era lindo", pero después el hombre se tornó violento, primero con un familiar y después con ella.
Eso suscitó varias mudanzas y en todos los escenarios la joven era golpeada brutalmente, incluso delante de sus cuatro hijos chicos. Constantemente, el indagado amenazaba con prenderse fuego si ella quería dejarlo.
La mujer ahondó en varias situaciones de extrema violencia y las veces en las que intentó denunciarlo y él no se lo permitía. A partir de esta situación, el fiscal Negro indicó en audiencia que se la puso en contacto con la Unidad de Víctimas y Testigos y que se denunció su situación en el Juzgado Especializado de Violencia de Género.
