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Yoga, la clave del notable momento de Josema Giménez
El post Mundial Rusia 2018 para José María Giménez fue muy complicado. Una seguidilla de cuatro lesiones musculares sufridas entre octubre y diciembre hicieron que se perdiera cuatro amistosos con la selección uruguaya y varios partidos con Atlético de Madrid. Sin embargo, en un nuevo torneo oficial con la celeste el zaguero formado en Danubio vuelve a lucir su mejor rendimiento. ¿Cómo hace?
Hay varios factores que explican el fenómeno Josema, un 1,85 m de 80 kilos y 24 años que se caracteriza por su potencia física, su capacidad en el juego aéreo y su personalidad para defender con categoría a los mejores delanteros del mundo.
Pero quien mejor puede explicar su rendimiento en este torneo en especial es Federico Izeta, el preparador físico que lleva siete años trabajando con la selección uruguaya de rugby y cuatro como director del alto rendimiento de Los Teros.
“Conocí a Josema cuando jugaba en Danubio y su representante lo mandó a hacer trabajos especiales. Pero enseguida se fue a Europa. Quedamos en contacto y hace tres años volvimos a trabajar juntos cuando él venía a Uruguay en junio y luego armamos planes para trabajar a distancia”, comentó Izeta a Referí.
“Josema es desde el punto de vista físico un superdotado porque tiene unas condiciones naturales notables. Su capacidad de salto es una muestra cabal de eso. Pero además de eso es un chico muy inteligente y tiene cuidados profesionales que no son muy comunes para la edad a partir de los cuales comenzó a implementarlos”, agregó.
¿En qué consiste el aporte de Izeta cuando Giménez entrena en una potencia europea como la de Atlético de Madrid? “Trabajamos en ventanas específicas, cuando hay parates o cuando no hay una seguidilla de partidos y ahí buscamos desarrollar aspectos bien específicos como ser la fuerza, la potencia o aumentar o bajar el peso”, explicó el profesional uruguayo que fue junto a su socio Santiago Alfaro un pionero en esta clase de preparaciones específicas con Diego Forlán.
“Con el trabajo que hacemos lo que buscamos es mantener sus capacidades naturales y hacerlas más eficientes de modo tal de hacerlo menos propenso a las lesiones, optimizando sus fortalezas y al mismo tiempo trabajar con los puntos débiles, en su caso el balance muscular”, explicó.
Con respecto a la seguidilla de lesiones que sufrió después del Mundial, Izeta comentó: “Una lesión se puede deber a un montón de causas. Puede ser falta de fuerza, falta de balance muscular, falta de balance, hábitos alimenticios, niveles de estrés, fatiga. Él tuvo una racha de la cual le costó salir, pero después se recuperó”.
La recuperación, el jugador la realiza con la sanidad primero y luego con los preparadores físicos del club donde está al mando el uruguayo Óscar Ortega.
“El trabajo específico como el que hicimos para el Mundial de Rusia el año pasado o ahora para la Copa América comienza unos meses antes de que termine su actividad en el club porque entre que termina la temporada y se suma a la selección hay muy poco tiempo”.
Izeta viajó a España para realizar parte de las tareas. “Trabajamos en su casa porque tiene las comodidades necesarias y hacemos cosas muy específicas, con sesiones cortas. Es un enfoque amplio de entrenamiento, a veces para mejorar el rendimiento y a veces para trabajar sobre la recuperación”.
“En la alimentación no le tuve que cambiar nada porque es sumamente cuidadoso. Es raro ver eso en deportistas de su edad” , comentó.
Yoga, clave para mejorar
Izeta incorporó la yoga a la rutina de entrenamientos de Josema con una doble finalidad: mejorar su flexibilidad y brindarle una nueva herramienta de control mental.
“Soy instructor de yoga y ya la había incorporada a los entrenamientos de Los Teros y nos dio muy buenos resultados. Es una disciplina mental y espiritual que en este caso se adapta a un jugador y que le sirven para mejorar su postura, trabajar la flexibilidad en la recuperació y hasta mejorar la respiración lo que se trasunta en mejorar la capacidad de atención y concentración a la hora de jugar”, explicó el profesional.
El 3 de octubre de 2018, contra Brujas por Liga de Campeones, Giménez sufrió su primera lesión de la temporada 2018-2019, al sentirse en la musculatura isquiosural del muslo izquierdo. El 20 de octubre, sufrió ante Villarreal un golpe que derivó en molestias en el nervio ciático del muslo.
El 6 de noviembre, ante Borussia Dortmund por Liga de Campeones, volvió a lesionarse en el muslo.
Por entonces algunos medios españoles informaron que el zaguero tenía un problemo congénito que lo hacían más propenso a las lesiones musculares algo que fue inmediatamente desmentido por la sanidad de Atlético de Madrid.
El 10 de diciembre, en un entrenamiento previo a la revancha con Borussia Dortmund, quedó afuera de la convocatoria al detectársele una lesión fibrilar en el músculo gemelo interno dos días después de entrar a los 36’ contra Alavés en lugar de Lucas Hernández.
Ahí terminó su mala racha. Pero solo en materia muscular ya que en abril de este año se fracturó un dedo del pie ante Eibar el 16 de abril y eso le puso fin a su temporada.
De los 38 partidos de la Liga de España jugó 21 (su récord es de 27 en 2015-2016), en Copa del Rey disputó dos encuentros y sus presencias en Liga de Campeones se redujeron a cinco de los ocho cotejos disputado por el colchonero, eliminado por Juventus en cuartos de final.
“En el alto rendimiento donde todos se preparan de la mejor forma y donde los mejores se miden contra los mejores los pequeños detalles son los que hacen la diferencia y a eso es lo que apunta Josema”, concluyó Izeta.
