A lo largo del tiempo he tenido unos cuantos veranos que merecen ser recordados. Algunos de ellos en nuestra casa de Parque del Plata, la que construyó mi padre y a la que íbamos con mi madre y hermanos a pasar tres meses en verano, mientras mi viejo atendía el almacén y aparecía por allá los sábados de tarde a pasar el fin de semana.
En esa casa nos juntábamos con nuestros primos argentinos, que se subían a un Renault 12 en Buenos Aires y llegaban por tierra a veranear dos semanas a pura playa sin interrupciones, en un tiempo en que el sol era amigo.
Más adelante, con mi compañera Adriana y nuestra hija Clara llegaron otros veranos, esta vez en Rocha.
La tía de Adriana, con un grupo de amigos, habían comprado un rancho antiguo de techo y paredes de paja. Adri había pasado unos cuantos veranos allí de niña, pero yo no había ido nunca hasta que decidimos llevar a Clara, por aquel entonces con 2 años.
Fue un verano hermoso, en el que disfrutamos del rancho aunque ya estaba ladeado y había perdido mucha paja en paredes y techo.
Las noches en Valizas no tenían luz artificial y el cielo explotaba de estrellas. Nos manejábamos a luz de velas y el agua salía de un aljibe. Los animales se escuchaban y veían todo el tiempo y eran muchos y surtidos. Cerdos, culebras, vacas, caballos, pavos, comadrejas, sapos, zorrinos, pájaros de todo tipo. Una fiesta, sobre todo para Clara.
Un día, hace unos años, el rancho se cayó y no hubo vuelta. Dejamos el terreno valicero y pasamos los veranos en Parque del Plata nuevamente, pero el recuerdo de aquel tiempo sigue intacto, reconfortándonos.
Cesar Troncoso es un actor de teatro, televisión y cine. Participó en películas como El baño del papa y La noche de 12 años, y es protagonista de la serie de Netflix El eternauta.