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8 de junio 2025 - 5:00hs

En todo sistema democrático junto con el gobierno la oposición cumple un rol importante. El histórico jurista y politólogo italiano Norberto Bobbio hablaba de que en los estados modernos la democracia debe ser pluralista y que el entramado democrático se teje entre el consenso y el disenso.

Por eso, en esta entrega de la newsletter EnClave me voy a centrar en el rol de la oposición, en cómo se ha manejado, en sus fortalezas y debilidades y en qué desafíos enfrenta hacia el futuro.

Las fortalezas frente a los flancos del gobierno

La oposición la encarna el o los que perdieron la elección, por lo tanto es lógico que se paren en la vereda de enfrente, como ha ocurrido siempre, con algunos momentos mejores y otros peores.

Es también habitual que se active la lucha de relatos (como hemos visto a los integrantes de la coalición defender las reformas que hicieron o las obras públicas que decidieron impulsar y ahora se ponen en duda), que se saque a relucir la herencia maldita de parte del que gobierna, o que se hable de librar la llamada batalla cultural, por la que, a grandes rasgos, los de derecha quieren desafiar a la hegemonía que ha logrado imponer la izquierda en el plano cultural en las últimas décadas.

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A su vez, todo gobierno arranca con esa llamada luna de miel a su favor por lo tanto al principio también suele pasar que a los opositores les cuesta encontrar cachones para recoger el guante.

Sin embargo, en la actual gestión no le ha sido difícil a la oposición atacar al gobierno. No ha pasado en anteriores administraciones que en los primeros tres meses deban renunciar tres jerarcas de primera línea.

En ese sentido, la renuncia de la ministra de Vivienda Cecilia Cairo, por no tener regularizada la casa que construyó junto a su familia en Pajas Blancas, luego el escándalo en la ANP porque la vicepresidenta Alejandra Koch había votado el ascenso a su marido y a otros funcionarios que trabajaban en su oficina y finalmente la compra de la estancia María Dolores para Colonización por US$ 32,5 millones y la incompatibilidad de su presidente Eduardo Viera con el cargo por ser colono.

A ello se sumó, si bien no renunció, el caso del titular de la OPP Rodrigo Arim, quien pagaba menos impuestos por no haber presentado nunca el final de obra de su casa en el balneario Solís. Todos flancos del oficialismo que le han permitido a la oposición pegarle al tiempo que se fortalece.

En los últimos días hicieron ruido las designaciones de la ex vicepresidenta Beatriz Argimón como embajadora ante Unesco en París y de la ex vicecanciller Carolina Ache como embajadora en Portugal, decisión que también encontró reparos dentro del Frente Amplio en el caso de Ache, por tratarse de una ex jerarca del gobierno anterior muy cuestionada por el FA cuando debió renunciar. El senador comunista Oscar Andrade recordó ahora que “mintió al Parlamento” en relación a la comentada entrega del pasaporte a Marset.

Ello ha llevado también a que la agenda -y las redes sociales- haya sido acaparada por las polémicas instaladas por la oposición mientras que el gobierno no ha encontrado cómo contrarrestar esa situaciones.

Otro elemento que fortalece a la oposición es el hecho que en el oficialismo no cuente con mayorías en la Cámara de Diputados, donde ya ha quedado demostrado, con la votación de varias leyes, que le puede complicar los planes al gobierno, como pasó recientemente con el proyecto de la Caja de Profesionales, como te contó Diego Cayota en esta nota.

Por contraposición a lo que ocurrió en 2020, que con la pandemia el gobierno de Luis Lacalle Pou logró dominar la agenda, hacer anuncios casi diarios, y estirar la luna de miel con algunas decisiones muy bien vistas como la conformación del GACH, a la oposición de aquel momento le costó posicionarse o instalar temas, sumado también a la debilidad de que no contaba con una conducción política clara.

Frentes abiertos

Hoy hay un líder opositor claro que es el expresidente Lacalle Pou, pero esa situación abre un primer desafío, sobre todo para los blancos, porque el expresidente decidió que no estará en la primera línea de batalla de la confrontación política, al menos este primer año que decidió tomárselo sabático.

20250422 Luis Lacalle Pou es recibido por el directorio del Partido Nacional.

Mientras tanto la llamada Coalición Republicana (CR), el lema con el que se han presentado en tres departamentos en las elecciones de mayo, no ha logrado mostrarse como un bloque, sino que aparece como distintas coaliciones, donde hay otros varios liderazgos en pugna.

La politóloga Camila Zeballos decía esta semana en La Tertulia de En Perspectiva que “la oposición se sabe fuerte pero no está funcionando coordinadamente". Agregaba que "debería ser mucho más inteligente y aprovechar a actuar coordinadamente pero no puede porque está dirimiendo sus conflictos internos aún, entonces hay muchos frentes abiertos para los dos”, decia también en relación al gobierno.

Para empezar los blancos se disputan la presidencia del Directorio del Partido Nacional en una elección que tendrá lugar el 28 de junio. Quien resulte electo para conducir institucionalmente al partido deberá ser full time y renunciar al Senado, según la bajada de línea que les dio el expresidente. La disputa para elegir al presidente y a los 14 directores la encabezan Álvaro Delgado (Aire Fresco pero también lo apoyan De Centro, Por la Patria), Javier García (Alianza País) y Luis Alberto Heber (Herrerismo).

Mientras tanto la tan esperada autocrítica de los blancos, y para la cual Álvaro Delgado preparaba un documento, seguirá en stand by, ya que en la reunión del directorio del lunes 2 decidieron que el 28 sólo se votará para no distrearse de tema, informó Búsqueda.

Esta semana se escuchó una voz crítica hacia la dirigencia y fue la del intendente reelecto en Paysandú Nicolás Olivera (De Centro) quien dijo que "falta cercanía y propuestas" de lo que pretenden hacer quien gane, según declaró a La Diaria Radio. Además cuestionó que "el poder del partido radique solamente en gente que logre un cargo” y que “sigue estando el establishment”.

Las elecciones departamentales dejaron también aprendizajes y habrá que ver si el intendente electo Carlos Albisu en Salto, el único de los tres donde la CR se presentó y ganó, pone en práctica un verdadero gobierno de coalición. Será importante esa experiencia para que en la próxima elección se logre replicar el modelo a todos los departamentos, como está pidiendo el colorado Andrés Ojeda quien dijo en El País que en las próximas elecciones tendrá que haber elecciones "en todos los departamentos o en ninguno".

Además Ojeda, que se muestra como el más coalicionista en la oposición, opinó que les falta posicionar “la marca, el concepto”. “La Coalición Republicana tiene que tener una coordinación, una reunión semanal, o quincenal, con las cabezas de los partidos políticos sentándose a conversar”, señaló y explicó que aunque no sea vinculante, antes de votar se pueden decir las cosas.

Sin embargo, Ojeda tiene su propio frente interno ya que tampoco es el líder de su partido. Aunque presida el CEN colorado, sabe que ese liderazgo se lo disputa el senador Pedro Bordaberry, quien cuenta con una mayor bancada y lidera la otra ala del partido con la que ha sabido marcar posiciones.

Si lograran una coordinación también se verían beneficiados los partidos más chicos, como Cabildo Abierto, que enfrenta sus propios asuntos con la salida de algunos dirigentes del partido, o el Partido Independiente que aunque tiene al diputado Gerardo Sotelo hasta ahora viene teniendo una presencia más testimonial ya que al ser uno sólo, no logra marcar posiciones.

Como están las cosas, la expectativa estará en ver si pasada la elección de los blancos, la coalición empieza a tomar forma o desaprovecha la oportunidad de oro que las circunstancias le han dado para posicionarse como un bloque.

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