Colón y Lezica, barrios ubicados en el norte de Montevideo, se consolidaron a finales del siglo XIX como lugares de recreo en los que predominaban las residencias temporarias y las casonas de lujo de los sectores más acaudalados de esa época. Y aunque la realidad del barrio y del propio Uruguay ha cambiado mucho, algunas de esas propiedades aún perduran en esta zona de la capital uruguaya.
Tal es el caso del Castillo Idiarte Boda, una casa quinta característica de la belle époque montevideana que data del año 1896, mandada a construir como villa de veraneo por el entonces presidente de la República, Juan Idiarte Borda, proveniente de una acomodada familia de origen vasco.
La mansión tiene más de 1.000 metros cuadrados (m2), que se distribuyen en tres plantas principales, un subsuelo y buhardillas y unas 20 habitaciones y es obra del arquitecto francés Alfredo Massue -responsable también en Uruguay del Palacio Heber Jackson, actual Museo del Gaucho- y del uruguayo Vaeza Ocampo.
El estilo de la construcción apunta al neoclasicismo francés -un movimiento que se inspira en la antigüedad clásica griega y romana- con techados curvos y gran parte de la decoración y de los elementos arquitectónicos utilizados traídos de Francia.
En su interior destacan miradores, terrazas, y una escalinata en forma de caracol. En la planta baja del castillo se ubicaba el comedor, los salones, una capilla familiar, y una gran cocina octogonal. En tanto, el piso superior albergaba los dormitorios y dependencias.
Además, el jardín de la mansión, de dos hectáreas y media, fue diseñado por CharlesThays, arquitecto y paisajista francés que se desempeñó como director de Paseos de la ciudad de Buenos Aires. En este espacio se construyeron glorietas, canteros y se plantaron araucarias, casuarinas, robles y cedros, entre otros.
Sin embargo, el político uruguayo perteneciente al Partido Colorado y presidente de la República en 1894, nunca pudo disfrutar de la mansión y su riqueza arquitectónica, ya que el 25 de agosto de 1897 fue víctima de un magnicidio, el único registrado en la historia del Uruguay.
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El asesinato sucedió mientras Idiarte Borda encabezaba una comitiva por la calle Sarandí, en Ciudad Vieja y se produjo en el marco de la Revolución de 1897, un levantamiento armado impulsado por militares del Partido Nacional contra el gobierno del mandatario colorado. Luego de esto, la esposa del jerarca asesinado residió en la propiedad.
Desde ese momento la casa pasó por diversas etapas: estuvo abandonada, fue una casa de té y funcionó como espacio de eventos.
Fue parte de un presunto esquema de lavado de activos
Ya en la década de los 2000, un empresario europeo adquirió la propiedad con la intención de convertirla en un hotel casino. Sin embargo, las restricciones derivadas de su declaración como Monumento Histórico Nacional, realizada en 1975, frustraron el proyecto.
A ello se sumó que su propietario, José Manuel Villarejo -excomisario de la Policía Nacional de España- fue encarcelado en 2017 por diversas maniobras fraudulentas, y la compra del castillo fue señalada como parte de un presunto esquema de lavado de activos.
Tras estos episodios, el edificio volvió a quedar abandonado y fue entonces cuando, en 2012, la Comisión de Patrimonio Cultural se instaló allí en régimen de comodato.
A partir de ese momento se empezaron a realizar eventos y actividades a cargo de organizaciones vecinales y colectivos culturales. En 2020 la Intendencia de Montevideo anunció el comienzo del proceso de expropiación de la propiedad.
Actualmente, en el lugar funciona un centro cultural en el que se brindan talleres para los vecinos del barrio y puede ser visitada por el público en general en el marco del Día del Patrimonio.
La propiedad, que en los últimos años fue objeto de obras de refacción, es hoy un exponente destacado de la arquitectura neoclásica de fines del siglo XIX en Montevideo y su valor histórico y patrimonial la convierte en una de las joyas arquitectónicas del norte de la ciudad.