“El desempleo no solo es cero, sino que es negativo”, decía el ex presidente de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI), Leonardo Loureiro, a mediados de 2022.
En 2025, el panorama es otro para la industria tecnológica y en gran medida se debe a la inteligencia artificial (IA).
"La industria está muy desafiada, la IA genera cambios, hay cosas que ya dejan de requerirse, hay funciones que hoy en día se facilitan de tal manera que realmente es menos la cantidad de gente que se precisa", explica ahora en conversación con Café y Negocios Amílcar Perea, presidente de la CUTI.
Esta realidad que hace que se apilen currículum de juniors en los escritorios o que se archiven en las bandejas de correo electrónico de recursos humanos responde principalmente a que las empresas extranjeras que contratan equipos de tecnología de empresas uruguayas ya no piden determinados roles porque los resuelven con inteligencia artificial. "Los roles más básicos ya no son requeridos", confirma Perea y afirma que en esta nueva realidad donde la industria ya no es un bastión de "desempleo cero" lo más difícil es el primer empleo.
"Nosotros tuvimos un tiempo que duró dos o tres años que fue muy particular, la verdad que era bastante extraño, que una persona sin haber estudiado tecnología, con un curso de tres o de seis meses, muy básico, se insertaba en la industria y empezaba a trabajar y a ganar súper bien. Y lo mismo pasaba con alguien que estaba en el primer o segundo semestre de facultad", describe Perea y apunta: "Ya hoy no es tan así y ese empleo tan temprano que pudimos dar durante años nos está costando mucho poder brindarlo, no es tan fácil”. Los datos grafican sus palabras. Las cifras que releva la consultora Advice comprueban que en 2025 hay una menor demanda de perfiles de menor calificación en el área de las TI.
"Considerando los datos acumulados hasta octubre la demanda de perfiles de baja calificación en actividades y funciones vinculadas a las TI ha permanecido prácticamente estancada, sin crecimiento con respecto a 2024 (con variación interanual de -1%)", estima Mauricio Milano, editor del monitor laboral.
Para Lothar Muszwisz Dogliotti, Team Manager en Randstad Uruguay, hace meses que se percibe una menor demanda de los perfiles menos calificados, sin embargo, desde su visión esto "no significa una señal de alarma, ya que todo el abanico de perfiles y posiciones de tecnología tiene perspectivas positivas en el mercado local de mediano plazo, ya que el impulso de la digitalización, la transformación digital de las organizaciones se mantiene sostenida".
Los que siguen en alza
En julio de este año la consultora Advice reveló que el salario promedio de los empleos de TI en Uruguay ronda los US$ 2.988. Además del salario tentador, seis de cada 10 oportunidades de empleo en Tecnología son en modalidad de teletrabajo.
Algunos perfiles sí continúan siendo muy buscados en el ecosistema tecnológico que, en general, se destaca por su gran nivel de talento. "Sigue siendo súper demandado el semisenior y el senior y sigue faltando gente en esos niveles", apuntó Perea.
Según el monitor laboral de Advice, a octubre, se constata un crecimiento de alrededor de 30% en el caso de los perfiles de calificación media-alta (por ejemplo, desarrolladores semi senior o senior) y de 60% en perfiles del nivel más alto de especialización (por ejemplo, especialistas en Ciencia de Datos e Inteligencia Artificial). El crecimiento acelerado de los perfiles de calificación más alta, sostienen desde Advice, lo presentan los profesionales asociados al área de Ciencia de Datos e Inteligencia Artificial puesto que, además de la automatización, las empresas buscan nuevas oportunidades de negocios basadas en IA.
Esta mayor demanda de técnicos y profesionales de alta calificación también se observa en las actividades y funciones más típicamente asociadas al área de las TI como desarrollo de software, infraestructura y sistemas o soporte técnico que son la mayoría.
"Lo que nosotros vemos es que necesitamos más gente, más preparada", asevera Perea.
Acerca de la incidencia de la IA en los nichos más especializados, Perea sostiene que concibe el valor de la inteligencia artificial en el concepto de "inteligencia ampliada": "es la inteligencia artificial con las capacidades de las personas para poder usarla y ampliar así el rango de cobertura de las soluciones". En esta línea subraya que es clave que "más técnicos se involucren rápidamente con la IA para aprovechar la oportunidad. Ese es el desafío en el que estamos en este momento".
"Hay una baja de la demanda de los perfiles más juniors y una adaptación de la industria a cómo producir más gracias a la inteligencia artificial. Si jugamos bien ese juego y logramos aprovechar la oportunidad, sin duda va a ser muy bueno", reflexiona Perea y agrega: "Para el talento lo que tenemos para decirle es que hay que estudiar más. La oportunidad está divina, los sueldos siguen siendo fantásticos, la calidad de empleo sigue siendo una cosa increíble. Tenemos todos los planes para captar 15 .000 nuevos puestos de trabajo en el próximo quinquenio, pero van a ser puestos de trabajo de gente que esté preparada".
Para el Team Manager en Randstad Uruguay más allá de cómo siga esta coyuntura, lo que hay en el horizonte es una mayor limitación de acceso a la experiencia para los recién graduados y para los perfiles de entry level, "que si no se resuelve va a acrecentar la escasez de talento que ya es característico en tecnología. Si las empresas solo contratan seniors, se corre el riesgo de crear una brecha que lleve a una escasez de talento a largo plazo al no formar a la próxima generación de profesionales intermedios y senior".
Importar talento calificado: la otra cara de la moneda
La demanda de estos perfiles más calificados tuvo eco en la Ley de Presupuesto donde se presentó un programa para potenciar la atracción de talento desde el extranjero.
Las personas que formen parte de este programa accederán a beneficios fiscales y podrán optar por tributar el IRNR (Impuesto a la Renta de los No Residentes) en lugar del IRPF, lo que puede redundar en una carga fiscal más liviana. A su vez, les permite a quienes lo manifiesten a excluirse del sistema de seguridad social uruguayo para eludir los aportes personales y patronales.
Según como está redactado en el Presupuesto, pueden acceder a este régimen determinados perfiles que cumplan con algunos requisitos como no haber tenido residencia fiscal en Uruguay durante los últimos cinco ejercicios fiscales previos al traslado, permanecer presencialmente en el país al menos dos tercios del año y obtener el 100% de su renta del trabajo en Uruguay y en relación de dependencia.
La ola de despidos que no alcanzó Uruguay
En la última semana, Amazon anunció 14.000 despidos y con eso volvió a sumarse a la ola de recortes que las grandes tecnológicas, entre ellas, Meta, Google y Microsoft, vienen realizando en los últimos dos años, en parte, motivadas por la IA y la automatización de tareas.
Sin embargo, desde el sector tecnológico también se vio otra realidad que fue la contratación acelerada durante el comienzo de la pandemia cuando la Reserva Federal de Estados Unidos bajó las tasas de interés casi a cero.
Para Lothar Muszwisz Dogliotti, las Big Tech buscan optimizar costos y eficiencia operativa de inmediato, recurriendo a la automatización y reduciendo dotaciones. Pero esta realidad no se repite en Uruguay. "Nosotros no estamos en esa situación y no hemos pasado por situaciones así con nuestras empresas", reflexiona el presidente de la gremial empresarial uruguaya y destaca que aunque sí puede suceder que proyectos caigan o firmas se reconviertan o deban reenfocarse, "no hay nada generalizado". Para Perea esto tiene que ver con el tipo de empresas que caracterizan a Uruguay. "No estamos en esa carrera loca de valuaciones donde para valer más tengo que contratar a 5.000 personas y no sé ni qué tienen porque el número de personas que tengo tiene que ver con cuánto vale mi empresa", afirma y destaca que esto incluso puede jugar a favor de las compañías uruguayas que destacan entre los distintos mercados no solo por su talento, sino también por su confiabilidad.