Lucca soñaba con ser piloto, pero en septiembre del año pasado se enteró de algo que le anuló esa posibilidad: quedó sordo de un oído y eso lo inhabilitó de dar una prueba médica para avanzar en esa idea. Pero lejos de amargarse por ese incidente, decidió en emprender en algo vinculado a los aviones y la tecnología más disruptia de los últimos tiempos, la inteligencia artificial.
“En vez de quedarme... quería hacer algo para devolverle a la aviación... tanta pasión y tantos amigos que tengo también que son pilotos", cuenta Lucca Ayerza Curbelo, quien es CEO y fundador de Kunstig Aero.
Es que la pasión por la aviación de Lucca –quien cursa 6° año de liceo en Economía– está ligada a su familia y a experiencias personales. Su tío, Jorge, quien le transmitió el fanatismo por esta característica. A los 12 años, ya era controlador aéreo virtual en redes de simulación para pilotos.
¿Cómo funciona la tecnología?
La idea inicial del proyecto surgió durante un intercambio estudiantil en Dinamarca en 2023. Ayerza visitaba con frecuencia el aeropuerto de Copenhague, donde escuchaba las comunicaciones entre pilotos y controladores con una radio personal. Fue allí donde comenzó a notar fallas recurrentes de comunicación que, según dice, podrían derivar en incidentes evitables.
El nombre de la empresa, Kunstig Aero, también tiene origen en esa experiencia. “Kunstig” significa artificial en danés. Ayerza aprendió danés durante el intercambio, convirtiéndolo en su sexto idioma, y lo considera su favorito hasta hoy. “Me encantan los idiomas”, señala, sobre el vínculo que unió su pasión por la aviación con su interés lingüístico.
El emprendimiento busca reducir accidentes aéreos derivados del error humano. La tecnología funciona como un “copiloto” que detecta fallas tanto de pilotos como de controladores y emite alertas para prevenir incidentes. Se basa en el monitoreo de comunicaciones, radares y cámaras con inteligencia artificial.
“Esta herramienta es un segundo par de ojos para los controladores aéreos", aseguró Ayerza.
La tecnología se enfoca en detectar discrepancias en la comunicación entre controladores y pilotos, un problema frecuente en aeropuertos con mucho tráfico. El sistema interpreta el contexto gracias a las cámaras del lugar y las imágenes.
“Esa conciencia situacional a través de la comunicación... si ve que hay algo que se está realizando de una manera incorrecta, alerta al controlador y le dice cómo prevenirlo", contó Ayerza.
Uno de los casos que Ayerza menciona como ejemplo ocurrió a principios de mes en el Aeropuerto de Carrasco, donde una avioneta aterrizó sin bajar el tren de aterrizaje, lo que obligó a realizar el descenso sin la salida de las ruedas. “Nuestra tecnología podría haberlo detectado a tiempo”, señala. Otro incidente evitable fue una casi colisión en Washington, provocada por un cruce de instrucciones en una pista ocupada. Kunstig Aero podría haber evitado esa situación, dice el fundador.
Quién lo financió y lo que se viene
El proyecto se desarrolla junto a un socio, Pedro Laborde, piloto, y se encuentra incubado en el Centro de Innovación y Emprendimiento de la Universidad ORT. Recibieron apoyo en programas internacionales y la primera inversión es de Tim Draper, reconocido inversor de startups tecnológicas, entre ellas Tesla y SpaceX de Elon Musk.
El inversionista los becó para ir a la Universidad Draper en San Mateo, California, fundada por el capitalista de riesgo. Allí asisten emprendedores que participan en programas intensivos para mejorar startups.
“Seguimos buscando más inversión de otros fondos, porque el costo del desarrollo del proyecto sí es carísimo", indicó.
El emprendimiento ya tiene presencia en Silicon Valley y prevé presentaciones en ferias internacionales de innovación para exhibir la tecnología a concesionarios y dueños de aeropuertos. Una de las primeras paradas es en Canadá, donde asistirá a un evento de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) donde presentarán la tecnología.
La empresa ya prepara una visita técnica al Aeropuerto de Carrasco y mantiene conversaciones con autoridades de Brasil para iniciar la certificación con el Instituto de Control del Espacio Aéreo.
La idea de prevenir accidentes es una de las verticales de su negocio. También trabajan en otra que es combatir las demoras. Aunque aún esto está en etapa preliminar, podría reducir retrasos un 45%.