La investigación del asesinato de un líder de la barra de Rosario Central junto a otro integrante de la misma a la salida de un partido por la Liga argentina, en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, mantiene abiertas "múltiples hipótesis", según informaron este lunes fuentes oficiales.
Aún no hay detenidos por los asesinatos de Andrés 'Pillín' Bracamonte, de 53 años, jefe de la barra brava (ultra) de Rosario Central desde hace 30 años, y Daniel 'Rana' Atardo, de 55 años, señalado como su mano derecha, que tuvo lugar el sábado a las 21.43, en las inmediaciones del estadio Gigante de Arroyito.
El fiscal de Homicidios, Alejandro Ferlazzo, precisó que fueron al menos tres los atacantes, que se dieron a la fuga, de la camioneta donde circulaba Bracamonte, que recibió once disparos, hechos con la "misma arma" de "calibre 9 milímetros", y que cada cuerpo tenía cinco impactos de bala.
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Bracamonte, jefe de la barra brava de Rosario Central, fue asesinado junto a su mano derecha, “Rana” Atardo.
"Las hipótesis de trabajo son múltiples de donde puede venir este ataque", dijo Ferlazzo, que "excede la cuestión del manejo de la hinchada de Rosario, es decir, que se extiende a otros posibles negocios ilícitos".
"Hay muchísimos testigos presenciales", dijo Ferlazzo, que llamó a que se presenten a colaborar "garantizándoles extrema reserva y seguridad".
La fiscalía ordenó recabar imágenes de las cámaras de seguridad de la zona, testimonios del lugar y la investigación de ataques anteriores de los que había sido víctima Bracamonte para hallar posibles vinculaciones.
El fiscal dijo que desde el club Rosario Central le informaron que "no tienen ningún registro fílmico ni externo ni interno propio del club" correspondiente a ese día.
Informó a su vez que se están investigando la causas de un corte de luz que se dio en la zona en el momento del hecho y dijo: "Puede ser un desperfecto normal aprovechado por los autores, aunque tampoco descartamos cualquier otra hipótesis".
Bracamonte había sido objeto de 29 atentados
El fiscal Regional interventor, Matías Merlo, indicó que la fiscalía va "a agrupar en este grupo de trabajo" otras investigaciones, como fue la tentativa de homicidio de Bracamonte después de otro partido en Rosario en agosto pasado, la balacera que se sufrió en su domicilio y otros atentados que pasaron años anteriores a la entrada de la escuela de uno de sus hijos.
"Queremos ser mesurados e ir trabajando y tener una respuesta lo más rápido posible", dijo Merlo, este lunes, ante la preocupación de que el crimen desate represalias dentro de barras rivales en una ciudad atravesada por la violencia, en especial del narcotráfico.
El ministro de Justicia y Seguridad de Santa Fe, Pablo Cococcioni, advirtió que policialmente el "hecho no pudo haber sido previsto" porque Bracamonte había sido objeto de 29 atentados a su vida, pese a lo cual, "estaba con muy pocas medidas de autopreservación y mostrándose y repitiendo sus rutinas" y "tenía prohibición de ingreso a los estadios".
El homicidio encendió las alarmas tanto en las autoridades nacionales como provinciales porque Rosario está atravesada desde hace décadas por el negocio del narcotráfico y los enfrentamientos entre bandas por el control del territorio.
"Es un hecho llamativo y preocupante", admitió Cococcioni.
Desde el mismo sábado a la noche se empezó a formar "un equipo exclusivamente para investigar estos fenómenos", al poner a disposición de la fiscalía "todos los recursos disponibles de las áreas policiales, investigativas y de inteligencia, tanto provinciales como nacionales, y todos los recursos que sean necesarios para dar con el pronto esclarecimiento de este hecho".
La coordinación entre nación y provincia busca "evitar que este hecho sea utilizado para instalar un regreso al pasado en la ciudad Rosario", enfatizó Cococcioni, porque “costó mucho salir de una dura situación" en la que los dos años anteriores es cerraron con casi 300 homicidios dolosos en Rosario: "Vamos a cuidar al máximo lo logrado en estos once meses".
Según fuentes del Ministerio de Seguridad de Santa Fe, el año pasado, el número de asesinatos violentos -vinculados en su mayoría al narco-, ascendió a 261 víctimas, mientras que a dos meses de terminar el 2024 se encuentra en 81.
La secretaria de Seguridad nacional, Alejandra Monteoliva, agregó que se está "revisando el despliegue" de las fuerzas de seguridad y "reforzando zonas", al destacar que “se ha llegado a un punto en la ciudad de Rosario y no es la intención bajar los brazos ni sacrificar esfuerzos.
EFE y AFP
