Cualquiera que haya visto, oído o leído un medio de prensa en las últimas 24 horas se habrá enterado de que algo en el mundo cambió… o parece estar cambiando. El grupo terrorista Hamás liberó a la veintena de rehenes israelíes que tenía secuestrados con vida desde los ataques del 7 de octubre de 2023; el ejército de Israel retrocedió en su control territorial de la franja de Gaza y soltó a unos 2.000 palestinos presos. Y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se arrogó, en una cumbre celebrada en Egipto, haber logrado lo que no habían conseguido otros líderes y negociadores: la paz en Medio Oriente.
Para los más informados se trata de una de las noticias del año dada la trascendencia en la geopolítica (y la agenda mediática) internacional. Pero una encuesta de la consultora Opción, realizada antes del cese al fuego a pedido de la Nueva Congregación Israelita preocupada por el aparente crecimiento del antisemitismo, muestra que solo uno de cada diez uruguayos admite estar “muy informado” sobre la guerra en Gaza (aunque más de un tercio dice tener una opinión formada sobre la misma) y que, estando o no al día con lo que acontece, para el 30% la imagen de Israel es más negativa de la que tenía dos años atrás (para un 5% es más positiva y para más de la mitad no cambió).
IMAGEN DE ISRAEL DOS AÑOS
Es entonces que la encuesta de la consultora comprueba una hipótesis: “La hostilidad hacia los judíos y hacia Israel están correlacionadas de modo significativo: cuanto más crítica es la mirada hacia Israel y su desempeño en la guerra de Gaza, mayor es la probabilidad de tener opiniones negativas sobre los judíos. Del estudio realizado emerge explícitamente que uno de los motivos centrales de la antipatía hacia los judíos proviene del accionar del Estado de Israel en dicha guerra”.
Hostilidad judios e israel
El antisemitismo y la hostilidad hacia Israel no son sinónimos. Opción lo deja claro en su metodología y no incluye como una mirada judeófoba aquella que critique a un gobierno de turno o marche con banderas de Palestina. Pero sí confirma que la guerra ha influido, en especial, entre los electores del Frente Amplio.
Hasta hace unas pocas décadas, la opinión negativa hacia los judíos era más prevalente en electores volcados a la derecha del espectro político. “Hoy lo es entre votantes de izquierda”.
Eso no significa que todos los votantes del FA estén posicionados de un lado, mucho menos que estén dispuestos a marchar a favor de Palestina o emitir un comentario en redes sociales sobre el conflicto. En la población uruguaya en general, solo un 4% se ha manifestado sobre lo que acontece a más de 12.000 kilómetros de distancia.
Incluso entre los uruguayos que consideran que Israel cometió un “genocidio” o “crímenes de guerra”, solo el 3% asistiría a una marcha a favor de Palestina.
A diferencia de lo que sucede en países como España, Italia o Reino Unido, donde una mayoría de la población se ha expresado a favor de uno de los bandos (pro-palestina), en Uruguay la opinión está más dividida (se asemeja más a lo que pasa en Francia o Alemania).
De hecho, aunque en son un poco más los pro-palestinos que los pro-israelíes (casi dentro del margen de error y teniendo en cuenta que la mayoría de los encuestados no se posiciona en un bando), entre los informados son más los que culpabilizan al grupo terrorista Hamás de la situación humanitaria en Gaza.
Los uruguayos, en términos generales, no tienen muy claro si los judíos en Uruguay apoyan o no las acciones que llevó a cabo el gobierno de Israel. De hecho, se divide casi en tercios: un tercio piensa que a favor, otro tercio en contra y el último tercio no sabe o no contesta.
¿Y el gobierno uruguayo cómo ha actuado? El posicionamiento oficial fue evaluado como "adecuado" por más de la mitad de los votantes del Frente Amplio, incluso cuando el presidente de la República, Yamandú Orsi, jamás habló de genocidio y duda que el término ese sea el correcto. Un tercio de los votantes de la Coalición Republicana sostiene que el Ejecutivo fue demasiado pro-palestino. Y en términos globales sigue habiendo porcentajes significativos de uruguayos que no saben, pese a lo mediático del conflicto.