La empresa dejó para una segunda fase la construcción de la nueva planta que fue anunciada en 2016
Efice
El gobierno de Luis Lacalle Pou autorizó a la empresa Efice a reconvertir su proceso de producción de cloro y soda cáustica para dejar de utilizar mercurio, un químico cuyos desechos son nocivos principalmente para el desarrollo de bebés y niños.
La decisión fue tomada por el ministro de Ambiente, Robert Bouvier, a fines de julio luego que la empresa modificara su proyecto y dejara para fases siguientes la construcción de Omega, la ambiciosa planta que fue presentada en 2016 pero que nunca comenzó.
“En esta primera etapa ejecutará el cambio de tecnología a celdas electrolíticas de membrana, así como la gestión de los sitios contaminados y el desmantelamiento del proceso de producción de cloro soda (mediante celda de mercurio) y del circuito de salmuera, manteniendo las instalaciones actuales en el resto de los procesos”, dice la resolución a la que accedió El Observador.
Pese a que desde hace unos años el mercado está en competencia tras la llegada de Alliance, Efice sigue siendo la principal proveedora del cloro que usa OSE para potabilizar el agua.
La empresa está obligada a reconvertir su proceso productivo ya que Uruguay adhirió en 2013 al Convenio de Minamata, un tratado mundial para proteger la salud humana y el ambiente de los efectos adversos del mercurio.
Ese convenio fijó en fines de 2025 el plazo para dejar de producir con este metal. “Ninguna parte permitirá, tomando para ello las medidas apropiadas, el uso de mercurio ni de compuestos de mercurio en los procesos de fabricación tras la fecha de eliminación especificada para cada proceso, salvo cuando la parte se haya inscrito para una exención” dice el artículo 5 del acuerdo.
“Con esta autorización o se reconvierten o cierran”, resumió a El Observador una fuente de Ambiente.
En su tercer considerando, la resolución aclara específicamente que es “sin perjuicio” de las condiciones impuestas para el cese de las operaciones con mercurio al 31 de diciembre de 2025.
También menciona que debe constituir la "garantía ambiental". Sudestada había informado en mayo que el área Jurídica de Ambiente constató que la garantía y el seguro de responsabilidad civil ambiental de la empresa estaban vencidos y le había exigido el cumplimiento de esos aspectos.
La planta está ubicada en el kilómetro 25 de la ruta 1 a la altura de Ciudad del Plata en San José.
“La empresa deberá iniciar el plan de desmantelamiento de la actual planta de producción de cloro y soda cáustica, incluyendo la pileta y el circuito de salmuera, antes del 30 de junio de 2026 y completarse en un plazo máximo de tres años desde la fecha de inicio”, agrega el literal d del segundo punto de la resolución.
A su vez, otorga un plazo máximo de seis meses para realizar la solicitud de autorización de desagüe industrial.
En 2011, Efice inició los trámites para reconvertir su proceso productivo y en 2016 –en un acto con el entonces presidente Tabaré Vázquez y la ministra de Industria, Carolina Cosse– presentó Omega, la moderna planta que se iba a construir al lado de la que está funcionando.
Ese proyecto suponía una inversión de US$ 300 millones, pero nunca comenzó a ejecutarse. La empresa, ahora, dice que será menor -unos US$ 130 millones menos- ya que no construirá el parque eólico anunciado.
Un año después, la Dinama la intimó a cercar una zona donde realiza los vertidos tras detectar que había sido contaminada con mercurio. Por entonces, la empresa era responsable del 82% de las emisiones de mercurio en el país, de acuerdo con el Inventario de Liberaciones de Mercurio en Uruguay Sector Industrial.
A ocho años de la presentación del proyecto, las autoridades de la empresa continúan señalando que sigue en pie y que se hará una vez que termine la primera etapa, aunque la resolución de Ambiente la muestra en stand by. “En caso que decida continuar la implementación del proyecto Omega (tanto fase 1 como 2) deberá solicitar la correspondiente ampliación o modificación de la autorización”, dice el quinto punto de la resolución.
Desde la empresa, en tanto, dijeron a El Observador que ya en la primera etapa -la reconversión- habrá un incremento del 30% en la producción y reducirán un 38% el consumo energético.