La escuela 58 y 112 de Montevideo comparten el mismo edificio en el barrio La Teja. Una funciona en la mañana y la otra en la tarde. Ambas son categoría Aprender —según la clasificación de Primaria—, a ambas asisten alumnos del contexto más pobre de la ciudad (quintil 1), ambas tienen una cantidad similar de niños inscriptos. Pero el último año, en una repitió el 40% de los escolares de segundo grado y en la otra solo el 3%. ¿Cómo es posible?
Segundo grado es el nuevo “gran filtro” de la escuela pública uruguaya. Desde que el nuevo reglamento de pasaje de grado prohibió la repetición en los grados impares, los grados pares (y en especial segundo grado) aumentaron el porcentaje de alumnos repetidores (como si la decisión haya quedado en diferido).
Pero el análisis que El Observador realizó de la herramienta de repetición —al igual que los insumos que surgen del último informe de Estado de Situación del Monitor Escolar— evidencia que, pese a cambios normativos, la repetición sigue funcionando como una selección en la que, además de jugar el contexto y las características de la escuela, pesa la decisión del colectivo docente. ¿Es arbitraria?
No es una obviedad. De hecho, una de las quejas de la Asamblea Técnico Docente es que “este reglamento de evaluación limita la autonomía, la posibilidad de efectuar investigaciones y la libertad de cátedra”. Y se le pide a los maestros que este viernes se juntan en cada escuela que voten si sigue siendo necesaria una escala de calificación.
Una de las preguntas que quedan latentes es si en las escuelas en que hubo más repetición en segundo grado —por decisión de su cuerpo docente—, la asamblea técnica termina avalando el uso más generalizado de esa herramienta.
Lo cierto es que, según el informe de Estado de Situación, “la repetición del año escolar constituye uno de los eventos más críticos en la trayectoria de un alumno” (…) y “aumenta el riesgo de que, en el futuro, el alumno no culmine los niveles de educación obligatorios”.
Los alumnos de los contextos más pobres son los que más acaban repitiendo y, por consiguiente, más chances tendrán de abandonar la educación obligatoria. Es una diferencia que, según el análisis de El Observador, se nota hasta en los barrios de Montevideo:
En las escuelas de Jardines del Hipódromo, casi un tercio de los alumnos de segundo grado quedaron repetidores. En Punta Carretas lo hizo solo el 1%.
Este tipo de evidencia es una de las que más inquieta al nuevo director de Políticas Educativas de la ANEP, Antonio Romano. Él había sido uno de los impulsores de la flexibilización y hasta intentó la eliminación de la herramienta de repetición escolar, como ya lo han hecho la mayoría de países en el mundo. Y ahora en que un nuevo reglamento —que no es de su administración— avanzó en la misma línea, el doctor en Educación sigue notando que la escuela uruguaya es demasiado selectiva.
Romano viene trabajando bajo la hipótesis de que el sistema educativo no revierte la desigualdad de base —y a veces hasta la incrementa— porque lo que hace es seleccionar: seleccionar quién pasa de grado, qué calificación se tiene, selecciona en los exámenes, selecciona en la elección de un bachillerato diversificado.
El vaso medio lleno, para Romano, es que, cuando se mira la película larga, la repetición viene bajando. Dice el Estado de Situación: “Mientras que en los años noventa unos 30 mil alumnos se encontraban en condición de no promoción, en 2012 el número de estudiantes repetidores había caído a la mitad (unos 15.000 niños). En 2024, se contabilizaron 4.828 niños que repitieron el grado”.
No solo eso: de quienes en 2023 pasaron a segundo año con notas insuficientes (es decir, que en el viejo reglamento hubiesen repetido primer grado), la mitad continuó hasta tercero sin problemas (promovió en 2024).
El vaso medio vacío indica que, pese a cambios de reglamentos y consensos académicos, la repetición se sigue usando (incluso en niveles superiores a países de la región) y al cabo de Primaria cerca del 20% entra al liceo o la UTU con extraedad.
RESOLUCIONES ATD EXTRAORDINARIA RAÚL QUINTANS (2) (1).pdf
