El gobierno de Yamandú Orsi resolvió dejar sin efecto el proyecto Neptuno que había impulsado la administración de Luis Lacalle Pou.
La decisión –informada en primera instancia por Telemundo– fue comunicada a los representantes del consorcio Arazatí que iba a encargarse de la obra.
Según supo El Observador, las autoridades propusieron a las empresas una serie de obras alternativas, entre ellas una planta de tratamiento en Aguas Corrientes.
Antes de que se tomara esta definición, gobierno y consorcio habían firmado en abril la suspensión de la ejecución del contrato por 90 días para renegociar los términos. Ya entonces estaba sobre el horizonte la posibilidad de que el gobierno de Orsi, crítico con esta iniciativa, la dejara sin efecto.
El secretario de la Presidencia, Alejandro Sánchez, lo había puesto en estos términos: "Arriba de la mesa están todos los escenarios colocados: que continúe (el proyecto) con cambios, que no continúe, que se realicen otras obras. Todos los escenarios están arriba de la mesa".
La obra del denominado proyecto Neptuno, que iba a construirse en la playa de Arazatí, en San José, tenía un costo estimado de US$ 294 millones. Produciría 200 mil metros cúbicos de agua potable diarios.
El consorcio privado al que le fue adjudicada la obra está compuesto por las empresas Saceem, Berkes, Fast y Ciemsa, con quienes el Estado firmó un contrato de 20 años. El modelo financiero suponía pagos por parte del Estado que llegarían a US$ 890 millones.