El diputado y uno de los referentes en seguridad pública del Partido Colorado, Gustavo Zubía, señaló que la policía debería realizar detenciones por "portación de cara" dado que es más "probable" que "dos muchachos de 20 años con gorrito para atrás lo rapiñen" a que lo haga "una señora de 86 años".
En entrevista con Informativo Sarandí (Sarandí 690), Zubía cuestionó el patrullaje actual en los barrios y defendió que hubiera mayor detención según el aspecto de las personas. "Portación de cara es un efecto fundamental en este planeta. O me va a decir usted que viene la señora de 80 años con el carrito de la feria, rezongando porque no le dan las piernas y usted dice 'no, capaz que me rapiña' y vienen dos muchachos tomando cerveza con los gorritos echados para atrás empujándose y a los gritos y usted cree lo mismo", aseguró.
"Eso es hipocresía. Capaz a la señora de 80 años que ese día se le ocurrió sacar el 38 pero la probabilidad es uno contra mil", aseveró. "La portación de cara es el primer prejuicio. Gracias a Dios que existe ese prejuicio. Lo mismo que usted ve un cocodrilo y sale corriendo. Yo me guío por el prejuicio", agregó.
De todos modos, Zubía dijo que no "va a condenar" por portación de cara pero que con su experiencia de 39 años, vio "5 o 6 caras por día" lo que le generó "un sexto sentido". "No estoy criminalizando porque no lo condeno. Estoy eventualmente manejando un criterio de selección natural a quiénes voy a interceptar y a quiénes no", aseguró.
Por otro lado, el diputado también defendió su idea de "delito provocado", una de las ideas que planteó para la emergencia nacional en seguridad. "Le digo ´mira tengo acá para vender un 38 es de procedencia ilegítima pero te lo vendo a buen precio´ y si el tipo se lo compra usted automáticamente lo detiene. Es lo que hacen los yanquis, en las películas lo vemos. Es muy discutido, por supuesto, muy discutible, pero es una mecánica que se usa porque estamos en emergencia nacional en seguridad".
A su vez, minimizó el enfoque dual, de prevención y represión del delito, que ha tomado el Ministerio del Interior en el último período. "Es lo mismo que si entra un chiquilín, escupe a la madre, patea a la abuela, le pega un puñetazo al padre y la familia dice ´hay que educarlo, tenemos que hablar con él´. No. Yo perteneceré al siglo XIX, pero lo primero que hago es tomar medidas inmediatas", aseguró.
"Voy a tomar actitudes firmes, no lo voy a mandar al psicólogo para que dentro de un año el chiquilín no venga y escupa a la madre y le pegue a la abuela", agregó.
