Algunos inversores presentaron, en los últimos días, nuevas denuncias contra Portfolio Capital, el "fondo" de inversión ganadera que anunció sobre fines de mayo que no podría pagar los montos comprometidos.
En total, 403 inversores resultaron damnificados y se estima que Portfolio mantiene una deuda superior a US$ 15 millones.
El director de la empresa, Alejandro Berrutti, se ha reunido con varios damnificados, mientras que la mayoría de los inversores tiene pactado un encuentro presencial los próximos 10 y 11 de junio para hablar del acuerdo que pretende ofrecer el empresario a los damnificados.
La mayor parte de los inversores a los que no se les ha pagado firmaron contratos para comprar acciones de algunas de las tres sociedades anónimas vinculadas a Portfolio (Reina Vaca, Oro Rojo y Berrutti y Argenti).
En dichos contratos se establece, entre otras cosas, una rentabilidad anual de 9% que se pagaría dos veces al año: cada 20 de mayo y el mismo día de noviembre.
Una de las cláusulas indica que, por más que la empresa obtenga ingresos superiores como para pagar más rentabilidad, el 9% se mantendrá fijo. A su vez, dicha ganancia que obtenían los inversores surgía de “negocios agropecuarios”, en su mayoría, compra y venta de ganado.
El articulador de estos contratos era el “Fondo” Ganadero Pampas y en los documentos aparece su director, Manuel Cabrales, un colombiano que compartía la dirigencia de la empresa junto al uruguayo George Pereyra.
En febrero de este año, el Banco Central había instruido a la empresa “Fondo” Ganadero Pampas y “Fondo” Pampas “al cese de toda comunicación dirigida al público en general y de forma impersonal” y había advertido al mercado que dichos actores no estaban inscriptos en el Registro del Mercado de Valores de la Superintendencia de Servicios Financieros.
Por lo tanto, no estaban “debidamente autorizados” y no eran “sujetos a regulación y control por parte de la Superintendencia de Servicios Financieros” del Central.
En la propuesta de Portfolio se indica además que: “Se informará anualmente a los accionistas de la marcha de los negocios y para el caso que existieran eventos extraordinarios que, a su juicio, ameriten el conocimiento de los accionistas fuera del período de 12 meses establecidos, así lo hará saber disponiéndose en todo caso la convocatoria a asamblea extraordinaria que resolverá sobre la situación planteada”.
Sin embargo, en las denuncias a la que tuvo acceso El Observador se asegura que los inversores no recibían informes anuales o semestrales para saber los “números finos”. “La situación es muy parecida, en este punto, a la de Conexión Ganadera y las otras empresas del rubro”, indica uno de los reclamos.
En las dos nuevas denuncias se hace hincapié en que la rentabilidad debería surgir de las compra y venta de ganado. Por eso, ante la falta de liquidez que argumenta Berrutti, los inversores piden que la Justicia investigue cuáles fueron los movimientos que hizo el empresario con los millones de dólares que recibió de los ahora damnificados.
En un mail que la empresa envió a sus “accionistas”, se explica que el impago es producto de la “corrida” que se inició con la caída del Grupo Larrarte, República Ganadera y Conexión Ganadera.
Sin embargo, los inversores entienden que no es “creíble” que solo ese sea el motivo de la caída de la empresa. Y es por esto que varios de los inversores esperan a las reuniones de esta semana para saber si Berrutti les presentará algún tipo de balance.
Dos mails “desconcertantes”
Para argumentar su posición de que la corrida no fue la razón principal, en una de las denuncias se pone como ejemplo dos correos electrónicos que Portfolio envió el 2 y 20 de mayo a todos los inversores. Los denunciantes catalogaron los mensajes como “desconcertantes” e “incongruentes”.
Como era costumbre, la empresa enviaba unos días antes de cada pago una confirmación de que el dinero les sería depositado a los inversores el 20 de mayo. A su vez, en la última ocasión se agregó: “En virtud de los hechos de público conocimiento que han involucrado a otras empresas, en este último tiempo hemos recibido una infinidad de consultas sobre la marcha de los negocios de la sociedad (...) nos ha parecido conveniente convocar a una reunión de accionistas de la sociedad, con el objeto de informarles personalmente a todos aquellos que estuvieran interesados sobre la situación económico-financiera de la empresa y evacuar las consultas que pudiesen tener sobre la marcha de los negocios”.
En ese mismo mensaje, pero al comienzo, se asegura que a la persona le corresponde determinados dividendos por ser “accionaria” de unas de las tres sociedades anónimas y a “partir del próximo 20 de mayo” el inversor tendría acceso a dicho dinero.
Sin embargo, el 20 de mayo, la empresa envió un comunicado a todos sus inversores para decirles que no podrían hacer frente a las deudas. “Por lo pronto, y ante esta situación, continuaremos avanzando con el plan de acción que te comunicaremos, el cual creemos que permitirá que el negocio sea sustentable en el tiempo”, agrega el texto.