Una rueda de periodistas aguarda las palabras de Yamandú Orsi a bordo del buque Francisco de Buquebus que está a punto de zarpar, y el empresario Juan Carlos López Mena, dueño de la compañía, le abre el paso: “Ahí viene flor de candidato”.
La sintonía y la cordialidad con el empresariado argentino marcaron el compás a lo largo de todo el miércoles en Buenos Aires. El candidato del Frente Amplio cruzó el día antes el Río de la Plata para una breve estadía que aprovechó por partida doble: compartió el martes junto a su familia en plenas vacaciones de setiembre para sus hijos, y disertó el miércoles en el hotel Sheraton ante el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp).
Orsi posó junto a los directivos en un ambiente distendido de sonrisas y saludos. A Martín Eurnekian, CEO de Corporación América, le contó que se vino con su familia, y bromeó con el presidente del Cicyp, Marcos Pereda, de la Sociedad Rural Argentina, mientras esperaban a terminar la ronda de fotos.
Con López Mena, quien a su vez representa a la Cámara de Comercio Argentino Uruguaya, coincidió durante el viaje de vuelta a Montevideo. El dueño de Buquebus celebró que tanto Orsi como el nacionalista Álvaro Delgado son “dos candidatos muy fuertes” y que “no importa quién gane” para continuar con sus inversiones, al tiempo que elogió que el exintendente de Canelones “es un exponente de esa seguridad política, económica, democrática” y que los empresarios deben “darle el apoyo sin distinción ideológica”.
Consultado por El Observador sobre si tenía alguna preferencia por alguno de los postulantes a la Presidencia de la República, bendición que él ya ha dado a candidatos en otras elecciones, López Mena manifestó que no tomaría partido por ninguno. “Pero me agrada mucho este muchacho”, concluyó el empresario de 82 años de edad, quien apuesta a que el Poder Ejecutivo autorice en el próximo período su proyecto millonario para una nueva terminal de ferries en el puerto de Montevideo.
Las "certezas" de Uruguay
Yamandú Orsi comenzó su oratoria de 24 minutos agradeciendo especialmente la presencia de su “amigo” Carlos Enciso, actual embajador uruguayo ante la Argentina y otrora colega como intendente de Florida.
Como es de estilo en este tipo de encuentros con empresarios, Orsi reiteró una y otra vez las “certezas” que Uruguay brinda al extranjero. “El Uruguay funciona. Ahora sí, una noticia: va a seguir funcionando. Es una certeza”. “La primer definición es que Uruguay es hoy y seguirá abierto a la inversión extranjera directa”, proclamó antes de enfatizar en la “estabilidad política”.
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Prensa Yamandú Orsi
“Hay una lógica gobierno-oposición que trasciende la coyuntura de a quién le toca estar de un lado y del otro. (…) Quien se opone, cuando le toca gobernar rara vez desarma todo y arranca de vuelta. (…) Lo que normalmente pasa es utilizar esa herramienta contra la que tanto confrontamos; como frenteamplistas quizás le enrostremos a quienes están hoy en el gobierno que se opusieron al Sistema Nacional Integrado de Salud o a la reforma tributaria que ahora utilizan. Y quienes están hoy en el gobierno pueden decir que mi partido se opuso en los 90 por ejemplo a la ley de Zonas Francas, de puertos, o ley forestal”.
“El respeto a las reglas de juego no se discute en Uruguay, o en clave de estabilidad, ya no hay discusión respecto a condiciones macroeconómicas y la discusión está en quién lo aplica mejor”, aseguró Orsi. El candidato también confirmó que pretende “mantener el marco fiscal y normativo que hoy nos rige”, pero aclaró: “La única alerta o novedad puede aparecer por lo que el impuesto mundial global pueda obligarnos. Ese mundo que hoy tiene novedades (…) nos va a obligar a pensar bastante mejor (…) en los incentivos que el Uruguay pone a consideración para que vayan a invertir allá”.
Dos días antes, ante la militancia frenteamplista en la Plaza de Toros, un anuncio aún más conciso había arrancado una ovación: propuso la “revisión de los incentivos fiscales para que las empresas multinacionales paguen en Uruguay y no en la casa matriz”.
Milei y Mercosur
Un invitado clave de su equipo que asistió al Sheraton bonaerense fue el economista Gabriel Oddone, publicitado en la convocatoria de Cicyp como “eventual ministro de Economía”. Tal como informó El Observador, el comando de campaña llegó a evaluar si oficializarlo este mismo miércoles ante el poderoso empresariado argentino, pero decidieron que era mejor hacerlo en Uruguay y continuar midiendo los tiempos.
“Veremos. No lo hemos resuelto todavía. Incluso he dicho que el gabinete se nombra después de octubre, salvo algunas excepciones”, se limitó a decir Orsi en rueda de prensa.
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Gabriel Oddone, economista
Foto: Leonardo Carreño.
Marcos Pereda, el empresario responsable de presentar el evento, ponderó en su saludo inicial las políticas de desarrollo del actual gobierno argentino de Javier Milei y cuestionó cómo funciona hoy el Mercosur: “Es un bloque proteccionista rígido y cerrado tanto hacia afuera como hacia adentro y atenta contra el comercio”.
Orsi fue categórico en profundizar las relaciones con Milei en un eventual gobierno suyo más allá de las diferencias ideológicas y hasta valoró un efecto de su mandato en el Uruguay. “A nadie se le puede ocurrir gobernar Uruguay teniendo una relación dificultosa con Argentina. Son muy buenas las señales que hemos recibido, por ejemplo con el tema del dragado, o la flexibilización del Mercosur. No cabe otra posibilidad para quien quiera ser presidente de la República que tener una excelente relación con el gobierno (de Argentina)”.
El candidato también concedió en una ronda de preguntas de los propios empresarios que “el Mercosur funciona mal”. “Muy difícil que Uruguay logre el acuerdo planteado si no está con el Mercosur. Mal puedo yo criticar la línea de acción de vínculo con China que ha profundizado este gobierno actual (de Luis Lacalle Pou) cuando en mi gobierno tomamos la iniciativa y se intentó avanzar. Hay una línea que se sigue y estamos en fase de alianza estratégica. (…) No me imagino a los chinos haciendo acuerdos con algún país sueltito por acá”.
En su breve visita por Buenos Aires, Orsi evitó mostrarse junto a representantes del peronismo. En su comando son conscientes de que eso implicaría “regalarse” en el frente interno, aunque allegados al candidato aseguran que el viaje nunca se propuso atender reuniones políticas.
Del otro lado del Río de la Plata, en Uruguay, la polémica se encendió a raíz de un comentario jocoso de Orsi ante los empresarios del vecino país al cierre de su discurso: “Una de las características de Uruguay es que somos lentos… o argentinos sin intensidad”.