El caso de Portfolio Ganadero, cuyo director y fundador es el empresario Alejandro Berrutti, para algunos abogados está en una “etapa de análisis”. Hay quienes recibieron muchas consultas y aseguran haber concretado clientes que prevén denunciar, luego del plan de salvataje que presentó Berrutti la semana pasada para saldar los US$ 20 millones que debe.
Sin embargo, hay otros defensores que se muestran más cautos dado que no les queda claro el delito que se habría cometido por parte de Berrutti al frente de Portfolio Capital, sobre todo porque los inversores firmaron un contrato como accionistas de la empresa.
Asimismo, aseguran que por la cantidad de personas afectadas –403 según la cifra inicial– la caída de este “fondo de inversión ganadero” no tendrá las mismas consecuencias que las de Grupo Larrarte, República Ganadera o Conexión Ganadera.
En los últimos días, los inversores –muchos de ellos también damnificados de Conexión Ganadera– decidieron hacer un grupo de WhatsApp para mantenerse al tanto y tener una idea de cuál es el posible resultado de la votación prevista para mediados de julio.
En esa fecha, Berrutti convocó a una asamblea de socios para votar si se avanza en el plan presentado o, de lo contrario, se abre un proceso judicial que implicará denuncias penales y también nuevos pedidos de concurso.
En los contratos que firmó la mayoría de los damnificados, bajo la modalidad de renta fija y para tener un vínculo de socio con algunas de las tres empresas vinculadas a Portfolio (Reina Vaca, Oro Rojo y Berrutti y Argenti), la compañía “Fondo” Ganadero Pampas aparece como la “articuladora” entre Berrutti y el cliente.
Este “fondo”, bajo la dirección del colombiano Manuel Cabrales y el uruguayo George Pereyra, fue intimado por el Banco Central del Uruguay (BCU) al “al cese de toda comunicación dirigida al público en general y de forma impersonal”, y había advertido al mercado que dichos actores no estaban inscriptos en el Registro del Mercado de Valores de la Superintendencia de Servicios Financieros.
Por lo tanto, no estaban “debidamente autorizados” y no eran “sujetos a regulación y control por parte de la Superintendencia de Servicios Financieros” del Central.
Ante esto, el fondo decidió dejar de operar Uruguay y en el último tiempo tampoco mantuvieron vínculo comercial con Berrutti, según supo El Observador. En mensajes que Cabrales envió a los damnificados que se comunicaron él, aseguró que no tiene “nada que ver” con la caída de Portfolio Capital.
Sin embargo, destacó que lo considera una “persona honorable” y que durante el tiempo en que trabajaron juntos nunca se presentó ningún problema de solvencia a nivel financiero.
En palabras sencillas, la compañía cofundada por Cabrales era una especie de “nexo” entre la persona y Portfolio. Al “Fondo” Ganadero Pampas le pagaban un porcentaje si lograba un “caso de éxito” y dicha transacción se hacía “por una sola vez”.
El caso de éxito se refiere a cuando una persona llegaba y buscaba opciones para invertir su dinero. El fondo, a cargo de Cabrales y Pereyra, le daba opciones y le recomendaba cuál era la mejor. Esto hace, según lo transmitido por el colombiano, que no exista conocimiento por parte de su empresa de los números de Porfolio.
Berrutti y Cabrales se conocieron en Panamá y en Colombia cuando el uruguayo asistió a un evento por las exportaciones que realizaba en su rol de empresario agropecuario. Tras algunas negociaciones y el argumento de Pampas Ganadero de que el negocio que proponía Berrutti era rentable, comenzaron a trabajar juntos.