La Policía busca a un joven de 19 años vinculado al cuádruple homicidio perpetrado en el barrio Maracaná el pasado 30 de mayo, que se fugó de su hogar tras ser imputado dos días después del hecho por tráfico de municiones con libertad a prueba.
Según informó el programa Así nos va (Radio Carve) y confirmaron fuentes del Ministerio del Interior a El Observador, el joven fue uno de los cinco detenidos en los siete allanamientos que se realizaron por el cuádruple asesinato el viernes 31 de mayo, a pocas horas del crimen.
El sábado 1° de junio, a pedido de la fiscal de Flagrancia Cecilia Bonsignore –que investigó a los cinco implicados ese fin de semana–, la justicia imputó al joven por un delito de tráfico de municiones, con libertad a prueba y medidas cautelares por 180 días.
En ese momento, la Fiscalía no logró vincular al joven con el cuádruple homicidio. Sin embargo, con el avance de la investigación su nombre volvió a aparecer en la lista de presuntos involucrados.
Cuando la Policía fue a su hogar para volver a detenerlo por los homicidios el implicado no estaba, por lo que ahora es buscado por las autoridades en calidad de requerido.
Un imputado y una foto clave: ¿cómo continúa la investigación del cuádruple homicidio?
Hasta el momento hay una sola persona detenida por el cuádruple asesinato en Maracaná: se trata de un joven de 20 años que este sábado se entregó a las autoridades, y que este domingo fue imputado por un delito de homicidio muy especialmente agravado por el concurso, que incluye a los cuatro asesinatos.
También se le imputó un cargo de homicidio en grado de tentativa –contra una persona que resultó herida y continúa grave–, y un delito de porte y tenencia de armas en lugares públicos.
El implicado pasará tres meses en prisión preventiva mientras continúe la investigación de la fiscal de Homicidios Adriana Edelman. La medida cautelar se debió, principalmente, al riesgo de que el joven entorpeciera la investigación.
El imputado es uno de los siete hombres identificados como presuntos partícipes del asesinato de un hombre de 40 años, un joven de 18 años, un adolescente de 17 y un niño de 11 años.
Una foto encontrada en uno de los celulares que se incautaron tras allanamientos surgió como una prueba relevante para los investigadores. En esa foto se puede ver a seis personas con armas que se cree se utilizaron para cometer el crimen, entre ellas el joven que fue imputado. A ellos se le suma el que sacó la foto.
Sobre los móviles del crimen, la pista más firme es que se trató de una venganza por un hecho anterior ocurrido en abril. Se presume que el lugar donde fueron acribilladas las cuatro víctimas era un aguantadero de armas y drogas y también se cree que les pueden haber robado lo que guardaban allí.