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“Deslealtad” y “chantaje” en el FA: la columna de un diputado contra líder de otro sector
El proceso de autocrítica del Frente Amplio sigue poniendo sobre la mesa distintas aristas del tema. Cada integrante hace foco en diferentes asuntos y apunta contra quienes entiende que fueron los responsables de la derrota electoral.
En ese marco fue que el diputado Gustavo Olmos cuestionó algunas prácticas electorales de uno de sus correligionarios.
“Las elecciones de octubre mostraron un fenómeno nuevo en el Frente Amplio, que desde el punto de vista de estrategia electoral fue muy exitoso, pero que cuando se miraba de cerca mostraba una forma de hacer política bastante reñida con la que debe llevar adelante un grupo de izquierda”, escribió en una columna de opinión en UyPress.
Olmos, que llegó al Parlamento por encabezar una alianza entre Marea Frenteamplista y Alianza Progresista, apuntó particularmente contra Humberto Castro, exconsejero político del Congreso de Intendentes e ideólogo de la estrategia electoral que le permitió a la Vertiente Artiguista tener dos senadores pero ningún diputado.
“La operación fue, desde el punto de vista de cargos, un éxito para la Vertiente, pero dejó sin nada (más allá de un probable beneficio económico) a quien había diseñado la estrategia”, escribió el diputado.
Baluarte Progresista presentó 57 listas en todo el país y aportó 50.784 votos al Senado de la Vertiente. La lista más votada de las 57 fue la 890 de Montevideo y apenas recolectó 5.129, según repasa Olmos.
Pero el diputado también apuntó un poco más allá. “El número estaba dentro de un círculo verde (asociándose con la histórica 90 del Partido Socialista) y el primer candidato a Diputados era Daniel Martínez. Por supuesto que no Daniel Martínez Villamil, candidato del Frente a la Presidencia. Un tocayo elegido con un evidente ánimo de confundir a los votantes y obtener votos en forma desleal”, señaló.
Según Olmos, actualmente el Daniel Martínez candidato a diputado le reclama a Castro el pago de $ 3,5 millones por los 22 mil votos que obtuvo en octubre.
Departamentales
En las elecciones departamentales, Castro decidió constituir un sublema –Sumemos- y presentó 30 listas en Montevideo apoyando a los tres candidatos del Frente Amplio a la Intendencia. Esa estrategia le permitió a Sumemos obtener 70 mil votos y tres bancas en la Junta Departamental de la capital. Nuevamente la lista 890 fue la más votada con poco más de 5 mil votos.
El último problema surgió porque la Presidencia de la Junta Departamental rota anualmente. “Históricamente el Frente Amplio las ha asignado a las 5 listas más votadas, independientemente de las distancias existentes entre ellas”, repasó Olmos en su columna.
La lista 890 fue la decimosexta lista más votada en Montevideo. Sin embargo, según la versión del diputado, los ediles de Sumemos apelaron al “chantaje” para reclamar un lugar en la Presidencia.
“La amenaza fue directa: si no obtenían uno de esos cargos formarían una bancada aparte y actuarían en forma independiente a la bancada del Frente Amplio”, relató Olmos y agregó que la Lista 6009, quinta en orden de votación, decidió renunciar a su Presidencia “en aras de evitar una crisis en la bancada”.
“El gesto de la 6009 enaltece a Congreso Frenteamplista, sin lugar a dudas. Dicho esto, el chantaje como forma de dirimir los conflictos políticos es una práctica deplorable, que debe ser repudiada con toda claridad”, agrega Olmos en la columna.
El diputado agregó que esta actitud deberá ser parte de la “discusión” y “evaluación” crítica para entender cómo el Frente Amplio “permitió” estas cosas y cómo “crear mecanismos” que aseguran que no sea posible “llevarlas adelante impunemente”.
“No las merece el Frente Amplio. No las merece la política uruguaya”, escribió.
En todo el Frente Amplio preocupa esta aparición de grupos y sectores chicos y el tema es uno de los puntos que incluye el documento de autocrítica del partido, según informó El País este jueves. En la actualidad la coalición tiene más de 30 grupos y unas 600 listas presentadas ante la Corte Electoral.
