Nacional > Entrevista a Verónica Alonso

“Necesitamos un cambio profundo y no es con retoques y con evolución que lo vamos a solucionar"

Al igual que Larrañaga, la precandidata blanca cuestionó a Lacalle Pou por su eslogan que propone una "evolución" sobre los gobiernos frenteamplistas
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24 de octubre de 2018 a las 05:01

Dice que está cansada de “la hipocresía a la que juegan muchos” y del “asistencialismo” por el que el Estado “termina generando beneficios”. Con esas ideas en mente, la senadora nacionalista Verónica Alonso se plantó hace poco más de una semana en el Senado y argumentó en contra de la ley integral para personas trans, aprobada luego en Diputados. Tres meses antes, Alonso también se había parado firme para dejar claro dentro de su partido que será una de las competidoras en las elecciones internas de junio de 2019, luego de haberse distanciado políticamente de Jorge Larrañaga. En entrevista con El Observador, la senadora afirmó que pese a no contar con una estructura política “tradicional” quiere cambiar “desde adentro del partido lo que está mal”. 

Al igual que Larrañaga, que la semana pasada aseguró que su palabra es "cambio", Alonso cuestionó el eslogan de Luis Lacalle Pou porque cree que "evolucionar" no es suficiente y se necesita "un cambio profundo”.

En ese proceso, Alonso asegura que no le niega "la participación a nadie por su condición de ningún tipo", lo que incluye a grupos evangelistas vinculados a la Iglesia Misión Vida. "Acepto las críticas pero sigo pensando exactamente lo mismo y voy a apoyar a todos esos que en la política quieran hacer el bien", opinó sobre ese punto.

El 18 de julio anunció su precandidatura, ¿qué pasó de esa fecha a esta parte?
Transité un proceso de reafirmación, especialmente con el ciudadano de a pie, que es una de las cosas a las que estamos plenamente enfocados. Obviamente que yo no tengo la misma estructura de dos precandidatos que ya lo han sido, que han tenido varias campañas encima- especialmente uno-, y claro que no es comparable. Pero tampoco lo queremos de esa manera. 

¿De qué manera lo quieren?
Muchos creen que hacer política en la etapa electoral, la de “zafra”, es conseguir un auto, plata y un carguito. Hay que terminar con eso. Yo pretendo resultados distintos y ese fue uno de mis motivadores por el cual tomé la decisión de ser precandidata, para cambiar desde adentro de mi partido lo que está mal.

¿Un cambio de qué tipo?
Uruguay es un país que tiene problemas con solución y el más importante son malos políticos, incapaces, que han tomado malas decisiones. Las soluciones no van a venir de un outsider, un mesías o un extraterrestre, vienen de políticos comprometidos que tomen buenas decisiones. Para mí el cambio es no seguir poniendo al mismo amigo, conocido, que es un incapaz. Hay que levantar la voz cuando alguien comete abusos de poder a los de afuera y a los de adentro. Un compañero ha planteado que el concepto es evolucionar. Pero yo no quiero evolucionar en el problema de la corrupción, quiero cortar de plano.

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Entonces no está de acuerdo con el planteo de Luis Lacalle Pou de que tiene que haber un gobierno para evolucionar. 
Es que creo que el país necesita un cambio profundo y no es con retoques y con evolución que lo vamos a solucionar. 

¿Ese concepto lo distancia de él?
No es que me distancia pero creo que no es el camino. Hay momentos en la vida del país que son para cambiar profundamente y este es uno, no para retocar. Las campañas muchas veces se prestan para palabras, discursos de candidatos a ver si se recoge el electorado de tal o cual espacio, pero esto es demasiado importante para analizar si es políticamente correcto o si me consigo tres o cuatro votos. Con algunas de las medidas que yo he planteado seguramente pierda más votos de los que sume, pero estoy convencida de que para cambiar el país hay que tener posturas claras, firmes. Hay quienes plantean propuestas buenas, bonitas y baratas. Yo prefiero decir la verdad. Si eso suma o resta votos…no estoy acá para atornillarme al poder

¿Cree que tiene un discurso convincente para los futuros votantes?
Siento que encontramos receptividad. Las encuestas nos vienen dando bien, mi nombre está instalado. Por supuesto que tenemos el desafío de crecer y que nos conozcan más. 

¿Por qué le molesta que se la consulte sobre su relación con grupos evangélicos?
No me fastidia, pero ya lo he dicho muchas veces.

Pero no le gusta que se mencione el tema.
Estoy cansada. Yo no le niego la participación a nadie por su condición de ningún tipo ni tampoco por su condición religiosa. Bienvenidos todos los que me quieran apoyar. Lo que creo que se hizo durante este tiempo es tratar de embarrar la cancha, de frenarme. Cuando alguien quiere romper el status quo, intentar salir de la zona de confort y no seguir generando lo mismo, va a generar resistencias en los que piensan con esa cabeza de la vieja política. Después hay otros que lo hacen desde el prejuicio. 

¿No hay una especie de “cuco” especialmente desde el ámbito del pastor Jorge Márquez?
Pero yo no trabajo con el pastor Márquez. Yo trabajo con Álvaro Dastugue, que es diputado y se ganó su espacio con votos. 



¿No tiene relación con el pastor Márquez?
Yo lo conozco pero no tengo relación política.

Gran parte de su estructura tiene a evangelistas como protagonistas.
Una parte. Acá en Uruguay como Estado laico hay una resistencia a esto de la política y la religión. Yo separo las dos cosas. Comparto valores con Dastugue, con evangélicos, cristianos y con quienes no tienen una pertenencia religiosa. Comparto, por ejemplo, el valor de la familia, de cualquier tipo. Hoy el concepto de familia está completamente devaluado y gran parte de los problemas sociales que tenemos en el país tiene que ver con el desmembramiento familiar. Hay que fortalecer los valores familiares. ¿Puede tener resistencias que alguien defienda eso?

Es decir, por más de que se convirtió al judaísmo porque su esposo es judío se siente identificada con ciertos valores evangélicos.

Es de una misma raíz, que es la judeo-cristiana. Tiene que ver con valores base en nuestra sociedad. Acepto las críticas pero sigo pensando exactamente lo mismo y voy a apoyar a todos esos que en la política quieran hacer el bien.

¿Entonces quiere que los envangelistas estén en su equipo?
Yo quiero a todas las personas que defienden valores jugando conmigo.

¿Por qué cree que se menciona tanto su relación con la Iglesia Misión Vida? 
Porque no tienen otra cosa para pegarme y creen que con eso me están debilitando. Me han querido pegar propios y ajenos.  Me duele mucho que hayan propios que esconden la mano pero tiran la piedra y argumentan que son los de afuera. 

Si se quedara sin los evangélicos de su lado, ¿se queda sin gran parte de su estructura?
Yo no estoy aferrada ni atada a las estructuras partidarias típicas. Estoy tratando de buscar lo que otros no han buscado.

¿En qué lugares?
Por supuesto que voy a ir primero a una interna con un electorado blanco, pero no exclusivamente. Y no me gusta jugar al roba montón. Hay referentes que se están peleando si le sacan al intendente tal o al dirigente cual. Yo apelo al ciudadano común, que puede mirar o no con simpatía al Partido Nacional pero que puede llegar a votar en junio, si lo convenzo de que es importante. Lo que pasa en octubre se empieza a definir en junio. Algunos me pueden decir que estoy loca, que es utópico y los de la vieja política piensan que sin estructura no se puede

¿Cree que sin estructura se puede?
Estoy armando estructura con otros referentes y otras cabezas. Me siento tremendamente tranquila por eso. Mucho más ilusionada de buscar sumar desde afuera que seguir peleando a ver a quién le sacás el montoncito mañana. 

Se plantó muy firme en contra de la ley integral para personas trans en la sesión del Senado donde se debatió. ¿Por qué eligió ir por ese camino?
Me cansé de la hipocresía en la que juegan muchos.



¿Le parece que esta ley fue producto de un lobby?
Pueden hacer presión de un lado o del otro pero acá pesó un lobby que viene hace un largo tiempo trabajando en sociedad con el Ministerio de Desarrollo Social. No nos olvidemos que este proyecto lo presentó aquel intento fallido de senadora de Michelle Suárez, que había trabajado con el colectivo Ovejas Negras. Ese colectivo está infiltrado en el Mides. Me cansé de estos favoritismos a determinados grupos, simplemente porque queda bien, porque es políticamente correcto. El Frente Amplio pone este proyecto de ley a los ponchazos y quiere generar una discusión casi binaria. Si estás en contra de esto sos un homofóbico, facho, conservador. En mi caso no soy ninguna de esas cosas. Conozco gente divina que tomó la decisión de ser trans, tengo un caso cercano y no tengo nada en contra. Cualquier persona tiene derecho a querer ser como se siente, lo respeto y lo voy a apoyar. Pero no voy a apoyar que el Estado termine generando beneficios y privilegios. 

¿Cómo ayudaría a esa población? Porque es un hecho que son discriminados y que tienen derechos vulnerados.
No es con una ley que lo solucionamos. Es educando, educando y educando. Educando en respeto, en consideración, en tolerancia, en convivencia, pero no en imposición. La discriminación que hay en Uruguay es ética, no es legislativa. ¿Cuál es el aporte de esta ley? ¿Qué los jóvenes se puedan hormonizar? 

Ahí también tuvo su postura en contra.
Ahí no tengo gris.

¿Cree que con ese artículo se está haciendo daño?
Creo que es un disparate que sin el consentimiento de los padres se permita y a esto me refiero cuando hablo de atentar contra la institución familia. Es verdad que en muchos casos la propia familia es la que rechaza, pero busquemos contención desde otro lugar, pero no establecer de una que los adolescentes puedan hormonizarse. Yo tengo una hija de 16 años y en la etapa adolescente pasan por momentos donde puede haber confusiones, donde quieren ser una cosa mañana y pasado otra. Se quieren poner tres caravanas o tener el pelo rosado y uno tiene que acompañar ese proceso. A un menor no se le permite votar, tomar, conducir, pero sí se le permite tomar por su propio consentimiento decisiones sobre generar cambios en su cuerpo que van a ser irreversibles para su vida. Además está demostrado científicamente que 85% de esos jóvenes que pueden sentir esa confusión desde el punto de vista sexual, se realinean con su sexo biológico una vez pasada la pubertad. Se bañan con las hormonas que su cuerpo genera y se vuelven a realinear con su sexo biológico. Una de las cosas que dice esta ley y que no comparto, es que pone en duda la asignación que te dan cuando una persona nace. El sexo biológico es un dato, que puede estar bien o mal.

¿Se niega el sexo biológico?
A los niños se les dice: “Vos vas a ser lo que quieras”. Se quiere desconocer el sexo biológico, típico de estas posturas totalitarias que le están haciendo daño a la sociedad. 

Ahora que ya se discutió y es ley, ¿cómo vio el debate en general?
Cada vez vamos más tendientes al blanco-negro, a esa discusión binaria. Cuando la clase gobernante discute desde ese lugar, la sociedad se enfrenta cada vez más, se va polarizando. Creo que eso no le hace bien a la sociedad. En muchos casos traté de darle una mirada desde la justicia social y desde el humanismo que hay que tener en estos temas. Hay muchos que están haciendo esto porque estamos en campaña electoral.

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