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¿Notebook, tableta o computadora de escritorio?

Lejos de ser un tatetí, la decisión de comprar uno de estos equipos se basa en un análisis de necesidades, preferencias y limitaciones. Aquí te ayudamos a definir cuál te conviene según el tipo de usuario que sos (o querés ser)
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20 de julio de 2013 a las 05:00


Se dice que la tableta va a sustituir a la notebook, así como la computadora portátil está reemplanzando a la de escritorio. Se dice también que las portátiles están amenazadas por la inminencia de los televisores inteligentes y se comenta que los smartphones ya son más computadoras que las propias PC o Mac. Hasta hay teléfonos que por su tamaño, bien podrían ser tabletas.

Sin embargo, todas estas especulaciones no se han hecho realidad todavía, ya que los diversos dispositivos coexisten en el tiempo y el espacio. Y aunque unos priman sobre los otros, los fabricantes todavía las producen, los mercados las venden y los usuarios las compran.

Según la consultora Forrester, las ventas de tabletas aumentarán de 56 millones en 2011 a 375 millones en 2016. Estas son malas noticias para las notebooks, pero no para las computadoras de escritorio: la consultora estima que en 2016 aún habrá unas 2.000 millones de PC en uso, a pesar del crecimiento global de las tabletas.

En concreto, otra consultora, IDC, proyecta que este año se vendan 128 millones de tabletas y prevé que estos dispositivos táctiles superen a las desktops en 2013 y a las portátiles en 2014.

Pero mientras que los analistas pronostican tendencias, los consumidores suelen preguntarse qué es lo que necesitan (o lo que más necesitan): ¿PC, notebook o tableta? ¿O tal vez una combinación de más de uno de estos equipos?

Para responder a estas preguntas el usuario debe sincerarse sobre el uso que hará del aparato e intentar dejar de lado la novelería que ha generado la continua renovación de los gadgets.

Para empezar, el usuario tiene que pensar para qué necesita el equipo en lo práctico: ¿lo usará para navegar por internet solamente, para generar documentos, para editar videos o jugar intensamente?

El contexto en el que se usará el equipo también es clave. Los usuarios que deben trasladar todo el tiempo la computadora para trabajar, optarán seguramente por una notebook liviana y portable. Pero los que trabajan en sus casas tal vez prefieran la comodidad de una PC, que además pone a su disposición un disco duro poderoso, algo que en los últimos tiempos las portátiles también han logrado. A su vez, quienes viajan mucho intentarán evitar equipos de grandes dimensiones y peso, y tal vez decidan jugarse por una tableta con teclado físico (además del touch que se incluye en todas), o un híbrido notebook/tableta como los muchos que están ingresando al mercado de la mano de marcas como Lenovo, Acer o Sony.

El precio que se está dispuesto a pagar es otro de los puntos en la larga lista de variables a tener en cuenta, que va desde la necesidad de trasladarse y de conexión, limitaciones de espacio físico e incluso identificar si se trata de un aparato de uso personal o si con él jugará el bebé, estudiará el niño o trabajarán los padres, por ejemplo.

Para tomar la decisión sin caer en redundancias, es necesario hacerse algunas preguntas básicas (ver test). Por ejemplo, una persona que viaja al exterior cuatro de siete días de la semana por trabajo, chequea los correos cada media hora, prepara presentaciones en Power Point arriba del avión, llega al hotel y se contacta por videollamada con su familia, seguramente necesite una notebook. También es cierto que algunas tabletas permiten realizar todas estas actividades con relativa comodidad. En todos los casos es necesario elegir un aparato que brinde una batería de alto poderío.

En el caso de este ejecutivo o ejecutiva, una computadora de escritorio no es una opción para sí, pero podría serlo para el hogar. La PC en general tiene más capacidad de almacenamiento, es más cómoda y su centralización ayuda a mejorar los controles parentales.

Por otra parte, una persona que solo quiere un aparato para ingresar a las redes sociales, revisar su casilla de correo y redactar unos pocos mensajes, así como también para mirar algún video en YouTube, sacar fotos con Instagram y leer medios de prensa digitales, una tableta parece la opción lógica. Si se cuenta con poco espacio en la casa como para disponer de una mesa entera con una computadora, la tableta también es la opción ideal, aunque la notebook comparte la ventaja.

Siguiendo el mismo razonamiento, un programador informático, un editor de videos, un fotógrafo o un diseñador gráfico, entre otras profesiones, verán más coherencia en la compra de una potente computadora de escritorio que en una laptop algo más débil o una insuficiente tableta. Esta es la razón con la que Forrester explica que las tabletas “canibalizan solo parcialmente” a las PC. Y es que “muchas personas, en especial los trabajadores de la información, todavía necesitarán PC convencionales para el trabajo creativo sobre un escritorio, que requiere una pantalla grande o poder de procesamiento significante”, agrega la consultora.

Saber elegir


En definitiva, es difícil identificarse con un único tipo de usuario. Por eso, incluso si se tienen en cuenta todas las consideraciones anteriores, la decisión puede no ser tan obvia. De hecho, al tiempo que se puede plantear la necesidad de elegir (por temas económicos o de simple practicidad), la tendencia actual indica que el presente es la interconexión.

Los dispositivos están pensados y diseñados para conectarse uno con los otros, mediante cables USB, HDMI, Bluetooth o WiFi. Lo común puede ser tener un smartphone (se espera que este año se vendan 1.000 millones de teléfonos inteligentes en todo el mundo, según la revista del MIT Technology Review), y además una computadora o notebook y hasta una tableta.

De hecho, según un estudio realizado por Forrester, en 2012, 66% de los trabajadores usaban dos o más dispositivos por día, incluyendo PC, notebooks, tabletas y smartphones. A su vez, 82% empleaba la computadora de escritorio además de otro equipo.

Antes de empezar a buscar, lo importante es darse cuenta qué es lo que se busca y hacerlo de forma honesta. Una vez que se dio ese primer paso, las preguntas cambian. Ahí sí empezarán a importar otros aspectos, como el sistema operativo del equipo, las especificaciones técnicas del modelo, como la memoria RAM e interna, las posibilidades de conectividad y el procesador, la resolución de la pantalla y hasta el grosor de la misma, entre otros detalles.

Incluso pesarán las lealtades a las diferentes marcas: un amante de Apple preferirá Mac o iPad y quizá jamás le dará una oportunidad a Android, mientras que un leal usuario de Microsoft, seguramente opte por el popular Windows. Cuestiones como la estética también entrarán en la lista de pros y contras antes de abrir la billetera.

Porque aunque el precio tal vez se quede con la última palabra, el usuario responsable sabrá al menos que su decisión es la más cercana a la ideal.




Especificaciones en concreto a verificar



Notebook




A la hora de comprar una laptop se deben tener en cuenta algunos aspectos básicos según el uso que se le quiera dar. Por ejemplo, para elegir el tamaño de la pantalla, es necesario considerar si se usará sobre el escritorio o si es preciso un equipo más portable para trasladarlo de forma constante. En el primer caso, se puede optar por un display más grande para mayor comodidad visual. Una pantalla mediana, de entre 14 y 15 pulgadas, es ideal por ser liviana e igualmente cómoda para ver películas, por ejemplo.

Un siguiente punto a considerar es la potencia y velocidad. Un procesador más potente evitará los odiosos trancazos cuando se abren al mismo tiempo muchos programas y pestañas en el navegador. Un Core i3 de Intel es más que suficiente para un usuario común, mientras un procesador no tan potente, como un Pentium, alcanzará para cubrir las necesidades básicas y costará unos US$ 100 menos.

En cuanto a la memoria, la mayoría de las notebooks ya vienen con 4 GB de RAM, suficiente para el usuario convencional. Hay que tener en cuenta que se puede pagar un poco más e ir por los 6 GB, además de que siempre existen formas de almacenamiento portátil como discos externos y almacenamiento en la nube cuando la capacidad queda corta. Buscar la mayor duración de batería posible es otro consejo. En cuanto al sistema operativo, dependerá sobre todo de a qué está más acostumbrado el usuario.

Precios: a partir de US$ 500, aunque a medida que aumenta la potencia del procesador y otras especificaciones, el precio sube.

Ejemplo de precio medio: una HP 650 con procesador Intel Core i3 con sistema operativo Windows 8 cuesta unos US$ 800.


Tableta




A la portabilidad y movilidad de las notebooks, en las tabletas se suma el arranque instantáneo y una mayor autonomía, aunque siempre depende del uso que se le dé. En los últimos tres años, el mundo de las tabletas se ha expandido en todas las gamas y el mercado que antes monopolizaba Apple con su iPad se repartió entre otras opciones, como la Galaxy Note 10.1 de Samsung, la Nexus 7 de Google y la Surface de Microsoft.

Además, una tableta es una puerta de entrada al mundo de las aplicaciones, que van desde apps de productividad hasta todo tipo de entretenimiento.

Por todo eso, la tableta es lo más difícil de elegir, ya que es donde más influyen las lealtades a las marcas, así como la tentación de estar a la moda y dejarse llevar por esos chiches que son las aplicaciones.

En este sentido, hay que plantearse para qué se quiere el dispositivo. Si es para reemplazar la notebook se aconseja buscar una que sea productiva (fácil de conectar con un teclado, por ejemplo). Si se empleará para entretenimiento, como mirar películas o leer e-books, habrá que buscar una buena resolución de pantalla y un tamaño mediano (unas 10’).

Las posibilidades de conexión también son importantes: las tabletas incluyen conexión WiFi, pero la mayoría ya comienza a contar con conexión 3G o 4G, lo que las encarece pero las hace más útiles.

Lo mismo sucede con la capacidad de almacenamiento, que suele variar entre los 8, 16, 32 e incluso 64 GB. Una buena capacidad permitirá no solo guardar más archivos como imágenes sino descargar más aplicaciones.

Precios: desde los US$ 100 en el caso de las de gama baja hasta superar los US$ 1.000 las de gama alta.

Ejemplo de precio alto: el iPad cuarta generación de 64 GB cuesta unos US$ 1.100 en Uruguay.


Computadora de escritorio




La vieja y querida computadora de escritorio pasa por su peor momento en ventas globales, pero hay motivos que impiden su muerte. Por un lado, la tecnología actual de las notebooks no puede equiparar en la mayoría de los casos a estos potentes aparatos, aunque, en ambos casos, este poderío depende del procesador y la memoria con la que cuenten.

Como con las portátiles, al momento de comprar una desktop también hay que mirar la capacidad del disco duro y la memoria. Incluso hay que prestar atención a cuán cómodo resulta el teclado y el mouse (accesorios que se pueden cambiar, vale aclarar), y hasta las entradas USB y HDMI.

En cuanto al monitor, la tendencia son los LED y el tamaño irá de la mano del uso que quiera dársele (si es para trabajar con audiovisual, como gráficos y video, lo mejor será una pantalla grande de alta resolución) y del espacio que se disponga en el hogar o la oficina.

Una opción interesante son las all in one (“todo en una”), que constan de un monitor de gran tamaño con la “torre” incorporada directamente del lado trasero de la pantalla, que puede ser táctil o no. Aunque tienen sus limitaciones, estas PC ahorran espacio, cuentan con webcam incorporada y son ideales para el entretenimiento. Una contra es que si se daña solo una parte, se deberá cambiar todo el equipo.

Finalmente, en cuanto al sistema operativo, cualquiera sea el preferido, se recomienda comprar la última versión e ir actualizándolo para que no quede obsoleto.

Precios: De US$ 300 a US$ 3.000, además de poder comprar las partes fundamentales por separado.

Ejemplo de precio bajo: La Gateway SX2865 con Windows 8, 4 GB de RAM y 500 GB de memoria interna, con teclado y mouse, vale unos US$ 450. El monitor hay que comprarlo aparte: uno LED se consigue desde US$ 120.

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