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¿Por qué Chile apostó por la vacuna china?

Este mes de enero llegan las primeras dosis desde la empresa Sinovac al país trasandino
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03 de enero de 2021 a las 13:43

Chile empezó el 24 de diciembre a vacunar contra el coronavirus con las dosis de los laboratorios Pfizer/BioNTech, con una primera partida para el personal personal de salud.

Los acuerdos alcanzados por el gobierno chileno le garantizan el acceso a 10 millones de dosis de la vacuna Pfizer/BioNTech e igual cantidad del laboratorio chino Sinovac, que está previsto que empiecen a llegar en este mes de enero. Otros 10 millones fueron encargados a los laboratorios AstraZeneca-Oxford, Janssen de Johnson & Johnson y la iniciativa global COVAX.

Para la decisión por la vacuna china y la correspondiente negociación, se dieron algunos aspectos claves que este domingo detalla un artículo del Diario Financiero.

Uno de ellos fue el respaldo de la Universidad Católica (UC) de ese país.

"Nosotros creímos y apostamos por CoronaVac", aseguró el rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez. Las primeras conversaciones entre la casa de estudios y Sinovac, para colaborar en el desarrollo de la entonces vacuna en investigación y acceder a ésta, comenzaron en febrero.

Apenas se desató la pandemia, Alexis Kalergis, profesor titular de la UC y director del Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia, le dijo al rector que deberían actuar rápido para concretar acuerdos que permitieran a Chile contar con vacunas para covid-19, y que dentro de las alternativas que había en ese momento, Sinovac le parecía interesante por el hecho de que la vacuna que estaban desarrollando se basaba en un virus inactivado.

El profesor Kalergis y su equipo ya habían iniciado una colaboración con el laboratorio chino en materia de desarrollo de vacunas contra virus respiratorios, y conocían la calidad de su trabajo, contó el rector de la UC.

En marzo, en la Universidad Católica de Chile vieron la posibilidad de sumarse a la red de ejecución del proyecto de vacuna de Sinovac. Eso significaba que el laboratorio chino podría hacer estudios clínicos en el país trasandino y, si tenían buenos resultados, aseguraban dosis para Chile y hasta un descuento en el precio.

Coronavac es la única vacuna que fue financiada con fondos chilenos y en la que se podía participar intelectualmente en el diseño de las evaluaciones científica y clínica en la población chilena.

El rector Sánchez recolectó los fondos necesarios para la inversión: Y explica: "Me acerqué a los ministros de Salud y Ciencias para informarles que estaba la posibilidad de tener una importante suma de unidades y que había que firmar rápido un acuerdo con Sinovac. En ese momento estaba el mundo completo tratando de conseguir la mayor cantidad de vacunas". El gobierno pidió que además de ellos, sumaran una contraparte privada.

Un consorcio científico-universitario aportó capital para ejecutar el estudio en Chile, mientras el laboratorio chino aseguraba un acceso preferente desde el Estado de Chile. Esto se firmó el 22 de julio: la empresa se comprometió a entregar 20 millones de dosis cada año, por tres años.

Los estudios comenzaron el 19 noviembre con 6.000 dosis. Contempla 2.500 voluntarios mayores de 18 años y, a la fecha, se han inoculado más de 300 personas. Los otros países donde se realizan ensayos fase III son, además de Chile; Brasil, Turquía e Indonesia.

Control de calidad y transporte

La empresa china Sinovac podrá producir 300 millones de dosis al año en su nueva planta de producción de 20.000 metros cuadrados en Beijing. A ese lugar llegaron en noviembre, dos inspectoras del Instituto de Salud Pública (ISP) de Chile.  Se trata de las químico farmacéuticas Bárbara Orellana y Carolina Sepúlveda, quienes durante cinco días verificaron las buenas prácticas de manufactura y las instalaciones de la planta. Según establece el informe del ISP, la inspección abarcó desde el proceso, hasta el envasado en jeringas y ampollas. También se revisaron las bodegas de materias primas, material de empaque, los aspectos de bioseguridad, sistemas de apoyo crítico de agua, aire, entre otros, validación de cadena de frío y estabilidad del producto.

La conclusión  de las inspectoras fue que el laboratorio chino realiza sus actividades en conformidad con la autorización sanitaria otorgada y dispone de personal calificado para desarrollarlas.

Otra cuestión clave es que la logística de transporte no es complicada.Se trasladan en cadena de frío habitual desde el laboratorio al avión. Esto, pues CoronaVac utiliza una de las técnicas más tradicionales en la producción de vacunas: virus inactivo que se inocula en el paciente para que su cuerpo comience a generar anticuerpos. Para consolidar la inmunidad, una segunda dosis es necesaria 14 días después de la primera. A diferencia de Pfizer, la vacuna de Sinovac -que no tiene representantes en Chile- se gestionará directamente desde la Central Nacional de Abastecimiento (Cenabast), tanto en la internación, en el almacenamiento y en su distribución. Se mantendrá en uno de los centros de los operadores logísticos del país y para traerlas, Cenabast firmó un contrato de cinco viajes exclusivos con Latam.

 ¿Qué pasa con la (Fod and Drug Administration (FDA) de EEUU? Como CoronaVac, por ahora, no será utilizada en Estados Unidos, no se requiere que aquel ente regulador la analice y apruebe. "Para que sea administrable en Chile, primero debe ser aprobada por el regulador de origen (NPMA, Administración Nacional de Productos Médicos de China). Eso ya sucedió. Luego, debe tener visto bueno de otra fiscalizadora del nivel de la FDA. Y eso debiera ocurrir los próximos días en Brasil con (Anvisa, Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria)", explica Ignacio Sánchez, rector de la Universidad Católica de Chile

¿Desconfianza? "Siempre hay una mirada crítica de lo que viene de China. Nos pasó con autos y con computadores. La verdad es que la calidad de la biotecnología china es de gran nivel. Y la población no debe tener dudas si es que las agencias internacionales aprueban el producto", insiste Sánchez. La eficacia en Turquía (tras probarse en 7.400 voluntarios) fue de 91%. Sobre el comentario del secretario de Salud de Sao Paulo, Jean Gorinchteyn, quien esta semana dijo que la vacuna "no alcanzó el 90%" de eficacia en su territorio, Sánchez advierte: "La frase se prestó para confusión pues aún no se cuenta con el análisis de la muestra completa. Sólo entonces conoceremos su eficacia. En todo caso, estamos muy confiados en que será positivo".

 

El plan oficial chileno contempla vacunar a 15 de los 18 millones de habitantes del país durante el primer semestre de 2021. Las primeras dosis se destinarán a todo el personal médico de las regiones que acumulan la mayor cantidad de contagios.
Posteriormente se vacunará al resto del personal de la salud, a los adultos mayores y a los enfermos crónicos. Y por último se inmunizará a la población general.

 

(Con información de AFP y Diario Financiero)

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