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¿Por qué el Pachuli no fue acusado de tortura, pese a haber arrancado una oreja y una falange?
El Pachuli, desde este miércoles en prisión por secuestrar y torturar a un hombre para que pagara $ 15 mil, fue acusado por la fiscalía de Estupefacientes por un delito de secuestro y dos de lesiones personales agravadas. Sin embargo, pese a que extrajo la oreja de la víctima usando un cuchillo de sierra y la falange de uno de los dedos usando un pela-papas y un termo, la fiscalía entendió que no se configuraba un delito de torturas.
Según dijeron a El Observador fuentes de la fiscalía, el equipo de investigadores a cargo de la fiscal Mónica Ferrero entendió que no se aplicaba el crimen definido en la ley N° 18.026 que regula la "lucha con el genocidio, los crímenes de guerra y de lesa humanidad".
En el artículo 22 de la norma, se define como delito de tortura "todo acto por el cual se inflija dolores o sufrimientos graves, físicos, mentales o morales", que implique el "sometimiento a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes", o que anule o disminuya "la capacidad física o mental aunque no cause dolor ni angustia física".
No obstante, Ferrero y su equipo entendieron que para que encuadrara la tortura tendría que haber un móvil ideológico o haberse tipificado algún odio "racial, étnico o sexual" que a su vez pudiera interpretarse como una "ofensa a la humanidad", algo que su criterio no ocurrió.
De cualquier forma, la decisión jurídica no afectará la cantidad de años que puede estar este delincuente en prisión, ya que el delito de torturas prevé un máximo de ocho años de penitenciaria, cuando el de secuestro –por el que sí fue imputado, además de las lesiones– contempla hasta 12 años de cárcel.
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Los fiscales usaron como jurisprudencia el fallo del Tribunal de Apelaciones de 3° Turno de fines de 2016, que absolvió a 14 funcionarios del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) que a mediados de 2015 habían sido procesados por tortura, luego de que se divulgara un video en el se veía cómo un grupo de internos del Hogar Ceprili (perteneciente al ex Sirpa, ahora Inisa) eran maltratados durante un intento de motín.
Y además, pese a que los magistrados confirmaron el procesamiento de 12 involucrados, cambiaron el delito de torturas por el de abuso de autoridad.
Historial
El Pachuli fue enviado a prisión preventiva durante 180 días en una audiencia este miércoles, pero las autoridades todavía investigan al menos otros dos secuestros que el delincuente lideró en noviembre. Según videos que tiene el Ministerio del Interior, la práctica de este líder narco era tomar imágenes de las sesiones de tortura, y luego enviarlas a los familiares para extorsionar y obtener los pagos.
Este hombre de 21 años había sido capturado en un operativo el 27 de setiembre, junto con otros nueve delincuentes, y la policía había incautado ese día varias armas de fuego, droga y dinero. Sin embargo, la fiscal que atendió ese caso, Stella Llorente, solo imputó a uno de ellos –al Ricardito, jefe de la banda, desde entonces en prisión–, y dejó al resto en libertad.
De ese modo, el Pachuli continuó delinquiendo y coordinado secuestros, hasta que fue detenido de nuevo este martes en otro operativo, y capturado con arma y droga.
Tiene, además, dos antecedentes penales por porte y tenencia de arma y por otro delito vinculado a estupefacientes.
