El encargado de negocios y principal autoridad de la embajada de Estados Unidos en Brasilia, Douglas Koneff, visitó al candidato presidencial Luiz Inácio Lula da Silva en un gesto infrecuente a diez días de las elecciones del 2 de octubre.
Fuentes del encuentro, citadas por el diario Folha de Sao Paulo, dijeron que el diplomático le expresó la confianza del presidente Joe Biden en el sistema electoral brasileño, puesto habitualmente en duda por el presidente y también candidato ultraderechista Jair Bolsonaro.
La reunión, realizada el miércoles, duró una hora y media en un hotel de San Pablo y fue vista como un gesto del presidente estadounidense ante la posibilidad cierta de que Lula sea el futuro presidente.
Por otra parte, Bolsonaro es aliado del republicano Donald Trump, a quien respaldó cuando en 2020 fue vencido por Biden y no reconoció la derrota y denunció fraude.
El lunes desde Londres, donde viajó para los funerales de la reina Isabel II, Bolsonaro reiteró sus críticas al sistema de voto electrónico vigente desde los años ‘90
El encuentro fue confirmado por el ex canciller Celso Amorim y la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula, diputada Gleisi Hoffmann.
"Fue un encuentro bueno y amistoso", dijo Amorim, que participó de la cita junto al senador Jacques Wagner, exgobernador de Bahía.
"El diálogo -dijo la presidenta del PT- siempre es importante y obviamente Estados Unidos es importante por nuestras relaciones comerciales; ellos deben tener interés en conversar debido a la perspectiva de victoria de Lula; Lula estableció relaciones con embajadores de otros países también".
Por su parte, la embajada de Estados Unidos dijo ayer en un comunicado que reuniones con dirigentes de Brasil son "valiosas oportunidades para escuchar opiniones políticas sobre el interés mutuo".
Estados Unidos es el segundo socio comercial de Brasil desde 2009, cuando fue desplazado de ese puesto por China.
Más de 156 millones de brasileños, la mayoría mujeres, están habilitados para votar en las próximas elecciones, en las que se elegirán presidente y vicepresidente, gobernadores, diputados, senadores y legisladores regionales.
Lula es favorito en todas las encuestas con una intención de votos del 47%, que le dan chances de triunfar en la primera vuelta.
En una carta abierta firmada por políticos e intelectuales progresistas de la región, estos se sumaron al pedido al candidato laborista Ciro Gomes para que decline su postulación de modo de garantizar la victoria del candidato el PT.
La "Carta abierta a Ciro Gomes: lo que hay que hacer para frenar a Bolsonaro" fue rubricada entre otros por el Premio Nobel de la Paz, el argentino Adolfo Pérez Esquivel, el expresidente ecuatoriano, Rafael Correa y la senadora oficialista colombiana Piedad Córdoba.
En ella expresan su "perplejidad" ante su insistencia por perseguir la presidencia a pesar de su exiguo 7 por ciento en intención de voto y la alternativa de elegir “entre fascismo y democracia”.
La presión internacional se suma a posición de un ala de su propio partido que llamó al “voto útil” por Lula. El ex presidente también recibió el apoyo de seis excandidatos presidenciales: la ecologista Marina Silva, los socialistas Luciana Genro y Guilherme Boulos, los laboristas Cristovam Buarque y João Vicente Goulart, y el conservador Henrique Meirelles.
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