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Alberto Fernández prometió "poner fin" al hambre en Argentina
El presidente argentino Alberto Fernández aseguró en la noche de este martes, en el acto celebrado frente a la Casa Rosada junto a la vicepresidenta Cristina Fernández, que su gestión buscará "poner fin" al hambre. "Saber que hay un argentino pasando hambre es algo que debe avergonzarnos", dijo el mandatario.
Fernández, que asumió este martes el gobierno y recibió los atributos presidenciales de la mano del saliente Mauricio Macri, afirmó que en Argentina "se viene un tiempo distinto". De esta manera, prometió dejar atrás el "individualismo" para pasar a imponer la "solidaridad" que, según dijo, siempre caracterizó a sus correligionarios.
"Somos un movimiento que nació para ser solidario para el prójimo", señaló el presidente, al tiempo que mencionó a quienes quedaron sin trabajo, "cayeron en el pozo de la pobreza", así como los "chicos que no pueden ir al colegio". "Ellos serán los únicos privilegiados en la Argentina que hoy se inicia", prometió.
En su discurso frente a la Casa Rosada, Fernández también recordó al expresidente Néstor Kirchner y a los motivos que en los últimos años lo distanciaron del kirchnerismo. "Aprendimos que con nuestra división ellos se hacen fuertes. Por eso, nunca más vamos a dividirnos", apuntó.
También fue crítico con la gestión de Macri y aseguró, tal como destacó horas antes en su discurso ante el Congreso, que en los últimos años el gobierno "favoreció a unos pocos" y "castigó a las mayorías populares". "Empobrece, trae miseria, endeuda y nos atrapa en lo más cruel del sistema financiero internacional", dijo en relación al salvataje que debió pedir Macri al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Además de trabajar con los integrantes de su gabinete y bancada, Fernández sostuvo que también lo hará con quienes no lo votaron. Prometió también "cuidar el bolsillo" y "los derechos" de los ciudadanos argentinos.
"Cuatro años escuchamos decir que no volveríamos más, pero está noche volvimos y vamos a ser mejores. ¡Hemos vuelto! ¡A trabajar!", cerró.
Antes de Fernández quien tomó la palabra fue la vicepresidenta, quien aseguró que al nuevo mandatario le dejaron un "país devastado". "Tierra arrasada (...) Pero sé que tiene la fuerza y convicción para cambiar esta realidad", señaló sobre Fernández.
La exmandataria se centró en las cualidades de Fernández y afirmó que el gobierno inicia con "muy buenos augurios". "No se preocupe presidente por la tapa de un diario, preocúpese por llegar al corazón de los argentinos", le recomendó.
