Cabildo Abierto lleva transitada poco más de la mitad de su campaña de recolección de firmas pero ha juntado menos de la mitad de las 270 mil rúbricas que precisa entregar a la Corte Electoral antes del 27 de abril.
Los conducidos por Guido Manini Ríos tienen otros 112 días por delante para cimentar la convocatoria a un plebiscito por una pretendida "deuda justa", pero la primera cuarta parte de ese período queda neutralizada en un enero en que históricamente caen la militancia y la movilidad en las calles.
Para llegar con lo justo –sin contar con un holgado colchón de apoyos incondicionales para atajarse de los descartes que luego hace la Corte Electoral– los cabildantes deberán militar al ritmo de entre 900 y mil firmas diarias a partir de este sábado.
El partido tiene en su poder en el entorno de 120 mil firmas y aún debe centralizar las que fueron llegando en el correr de diciembre, dijo a El Observador uno de los cabildantes vinculados a la recolección.
Con esos números sobre la mesa, no pocos dirigentes en la cúpula de Cabildo encienden las primeras luces amarillas. "Es una alerta de que hay que poner más el pie en el acelerador", sostuvo, por ejemplo, uno de los referentes.
Esa preocupación se traduce en el territorio en boca de la diputada Elsa Capillera, con un trabajo consolidado en especial en la periferia de Montevideo. "En febrero vamos a salir con todo todos los días, porque sino sí que vamos a estar en problemas", dijo a El Observador. "Como no hay mucha propaganda en televisión, hay gente que todavía no sabe de la campaña", indicó.
El senador Guillermo Domenech, a su vez presidente del partido, reconoce que "hay mucha gente que no está enterada" y que "se ha hablado" de apostar por una campaña en los medios masivos, para la que aún no hay resolución ni presupuesto.
Para algunos en Cabildo los números actuales no llegan a capitalizar los esfuerzos del general Manini Ríos al emprender una gira nacional junto a su esposa Irene Moreira durante el mes de noviembre, ni tampoco una jornada nacional de recolección de firmas organizada el 3 de diciembre pasado.
El diputado por Canelones, Álvaro Perrone, uno de los de mayor confianza del general, dijo a El Observador que el proceso "ha sido un aprendizaje en Cabildo" en tanto "el único" con experiencia en militar una consulta popular es él, desde sus tiempos en el Partido Colorado en favor de bajar la edad de imputabilidad.
"Tenemos que hacer una autocrítica y tener claro que la gente quiere firmar. Nos llegan mensajes, pero tenemos que poner más activos los brazos de la dirigencia. Todo está siendo a pulmón. No tengo claro cómo vienen el PERI o las agrupaciones coloradas que en principio habían decidido apoyar esto, pero es la causa popular más importante que hoy está en la calle. No hay nada más popular que esto de un millón de uruguayos en el Clearing", señaló Perrone y confió que "por ahí la reapertura de nuevos sectores en Cabildo reaviva la militancia".
Lejos del alarmismo, el comando cabildante al frente de la campaña confía en que la estructura de militantes montada para "aumentar la intensidad" en los últimos tres meses bastará para alcanzar las firmas necesarias.
Muy cerca en el tiempo está la referencia del referéndum contra 135 artículos de la LUC impulsado por el Frente Amplio y el PIT-CNT que, en un contexto distinto y con bastantes más militantes, revirtieron los pronósticos en su contra durante las últimas semanas.
El ministro de Vivienda y Ordenamiento Territorial, Raúl Lozano, pidió en la última Junta Nacional de diciembre que Cabildo "siga negociando con los otros partidos" para "encontrar una solución legal" antes de llegar a un plebiscito que atienda la realidad de los deudores "por Constitución", según reconstruyó El Observador con participantes del encuentro.
De ese grupo participan también Domenech, la abogada Sandra Chá, el diputado Wilman Caballero, el senador suplente Emilio Sequeira, el coronel Enrique Montagno, Gonzalo Ferreira, Guillermo Silva, Miguel Guerrero y la senadora Irene Moreira, quien ese día no estuvo presente.
Con los canales de diálogo reducidos entre el presidente Luis Lacalle Pou y Guido Manini Ríos, Lozano se ha transformado en uno de los principales interlocutores del partido con el gobierno tras la crisis política por la salida de Irene Moreira.
Luego de que en 2022 se frustrara la aprobación en el Senado de uno de sus proyectos –el entonces senador Gustavo Penadés frenó a último momento la votación del proyecto aprobado en comisión, mientras que los moderados del Frente Amplio impulsaron en la interna para estudiar nuevas modificaciones–, Cabildo cambió la estrategia y se jugó a la recolección de firmas, resignando incluso la chance –que realmente estuvo planteada– de acordar con la oposición.
El plebiscito, un mecanismo que el propio Manini ha reconocido como funcional para potenciar las distintas corrientes del partido, propició conversaciones informales a un alto nivel entre blancos y cabildantes a mediados del año pasado, pero los intercambios no avanzaron.
Al mismo tiempo, Domenech hizo contactos con el Banco Central para sondear una solución administrativa, pero el propio senador hoy echa por tierra la posibilidad de avanzar por esa vía: "No vi mucha receptividad. Con quien uno habla reconoce que el problema existe pero no hace mucho por resolverlo", concluyó.
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