Con rendimientos promedio de 9 mil kilos por hectárea, superiores a los registros habituales, la cosecha arrocera que está en curso viene dando una tregua en años complicados a los productores de este sector de la agricultura nacional.
En un año de condiciones climáticas no tan favorables –y en el marco de una emergencia sanitaria que tiene en jaque al país–, la cosecha se ha cumplido ya en un 27% del área plantada, informó a El Observador el presidente de la Asociación Cultivadores de Arroz (ACA), Alfredo Lago, quien precisó que se esperan para el tramo final de la cosecha niveles de rendimientos inferiores, a consecuencia de una siembra más tardía y fríos adversos para la producción en aquellos momentos.
En ese sentido, el productor arrocero sostuvo que espera un rendimiento final de unos 8.400 kilos por hectárea como promedio nacional.
“Los productores estamos bastante preocupados porque queda bastante por cosechar, más del 70%, y obviamente estos problemas sanitarios han tenido un impacto grande en el flujo de cosecha”, indicó.
Considerando la llegada al país de la pandemia de coronavirus, muchos proveedores de repuestos o insumos requeridos en la logística de cosecha están con sus actividades detenidas y eso ha demorado algunas tareas.
De todas formas, Lago mencionó que esas son consecuencias menores y valoró que el virus no haya llegado a los departamentos en donde se explota fuertemente el cultivo o en donde se encuentran las industrias. “La preocupación pasa por si llega haber un positivo en alguna de las plantas arroceras”, admitió.
Mencionó que junto con la Dirección General de los Servicios Agrícolas del Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca se está elaborando un protocolo de cosecha, que involucra a toda la cadena: desde el agricultor hasta el destino final, considerando a los acopiadores, transportistas y a la actividad en el puerto.
“Estamos aprendiendo en la medida que todo se va dando”, aseguró el arrocero.
Las reiteradas malas campañas de arroz, con base en los resultados económicos de las empresas, han provocado también un achique constante durante los últimos años del área de siembra, que en la actual campaña es la más chica de los últimos 25 años.
ACA estima que el área sembrada bajó por tercer año consecutivo, ahora a 135 mil hectáreas (ha), 10 mil menos que las 145 mil ha de la zafra pasada y muy por debajo del máximo de 205 mil ha que el cultivo alcanzó en 1998/99.
Según lo informado por Lago, las negociaciones para fijar el precio del arroz de esta cosecha están detenidas, aunque durante los próximos días se buscará avanzar en ese sentido, de manera virtual, como es lógico en estos momentos.
De todas formas, Lago adelantó que el precio no va a diferir a los US$ 9 por bolsa que se tomó como valor provisorio.
En tanto, advirtió que la situación a nivel comercial “es muy diferente a la anterior”, dado que ha crecido el interés por el consumo de arroz –ya que se trata de un producto básico y no perecedero– y Vietnam y Camboya –el tercer y quinto exportador mundial respectivamente– que van a detener sus exportaciones para preservar la seguridad alimentaria interna.
“Eso va a hacer que se erosionen los stocks mundiales de arroz. Y es un indicador de que van a ir cambiando las realidades. En ese sentido, estamos expectantes para poder concretar mejores valores, mejores a los del año pasado”, comentó.
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