Aprender a volar

Tras competir en los Juegos Olímpicos de Río 2016, en la clase Nacra 17 de yachting, Pablo Defazio y Mariana Foglia hicieron un borrador para darle forma a una ilusión llamada Tokio 2020.

Tuvieron que esperar que la Federación Internacional de Vela determinara cambios para el catamarán. Aprobados los mismos desembolsaron € 17.800 para adquirirlo. El 35% fue costeado por la Fundación Deporte Uruguay, el Comité Olímpico Uruguayo y el Yacht Club Uruguayo.

El 20 de julio, Defazio viajará a Holanda para retirar el nuevo Nacra 17 y a partir del 6 de agosto comenzarán los entrenamientos en el agua. No con su esposa Mariana Foglia sino con su nueva tripulante: Dominique Knüppel, de 23 años, con experiencia en clases 420 y 29er, además de optimist.

"El nuevo barco es mucho más rápido y da la sensación de volar. Básicamente el cambio es que ahora el barco tendrá los dos cascos levantados, en vez de uno a la vez, y las quillas y timones serán los que toquen el agua", contó Defazio a Referí.

"El otro barco navegaba promedialmente a 20 nudos con viento a favor, con spinacker, este calculo que lo hará a 30 nudos aproximadamente", dijo.

Eso traducido en kilómetros por hora es 58 y dicen que la sensación de correr en el agua es tres veces superior a hacerlo por tierra. Adrenalina pura.

"Va a a ser más extremo, va a ser seguramente obligarotio el uso de casco", contó el timonel.

Defazio-Foglia terminaron en el 17º puesto entre 20 barcos en Río 2016.

Ahora apuestan a volver a clasificar y saben que la cuesta es empinada. "Seguramente después del primer mundial con barcos nuevos se cambie para 2018 la cantidad de barcos por flota, las largadas que no serán más con viento en contra sino con viento de costado y el propio formato de las regatas que hasta ahora son barlovento-sotavento", contó Defazio.

El Mundial se llevará a cabo en la ciudad francesa de La Grand Motte entre el 2 y 9 de setiembre.

Mientras, Knüppel trabaja mucho en lo físico para ganar masa muscular y estar bien preparada para las exigencias del barco.

"Es muy rica técnicamente, pero por la experiencia que tuvimos con Mariana si no estás al 100% físicamente no dan las fuerzas para hacer las maniobras", explicó Defazio.

Óscar Gadea maneja el plan de entrenamiento para que Knüppel pase de 59 a 64 kilos cuando llegue el Mundial.

La idea es que Knüppel comience la campaña olímpica y que Mariana se sume en la recta final para buscar la clasificación a Tokio 2020.

Este equipo ahora es cuestión de tres. O más si se suma a Gadea y al entrenador australiano Andrew MacPherson.

"Después del Mundial, nos juntaremos con un brasileño y un argentino para traer los barcos en un contenedor y ahí empezará una nueva etapa de entrenamientos conjuntos para sumar aprendizajes. Si entrenamos solos acá nos estancamos", expresó el timonel del equipo que ya saca cuentas: pasaje a Europa, alquiler de auto para remolcar el barco a Francia, vivienda y bote al agua para competir.

El nuevo Nacra 17 los espera para el desafío extremo de volar sobre el agua.