Argentina está en pie de guerra. La eliminación de la selección en semifinales de la Copa América, el martes a manos de Brasil, decretaron esa situación. Jugadores, técnicos, dirigentes, prensa y el pueblo futbolero apuntaron los primeros cañones contra la sede de la Conmebol. Y este sábado, tras la expulsión de Lionel Messi en la definición del tercer puesto, reforzaron la artillería.
Ninguna de las tres polémicas incidencias fueron consultada por el árbitro ecuatoriano, Roddy Zambrano, en el VAR (arbitraje de video asistencia) en el que actuaba el uruguayo Leodán González.
Esto llevó al capitán argentino, Messi, a declarar sin pelos en la lengua apenas concluido el partido: “Se cansaron de cobrar boludeces en esta Copa, penales pelotudos y hoy ni siquiera fueron al VAR en una jugada clarísima, pero bueno, es lo que hay. Brasil era local, hoy por hoy ellos manejan mucho en la Conmebol y se hace complicado”.
En la Conmebol reinó el silencio. Al otro día la AFA entró en la guerra con una nota remitida al máximo organismo.
La AFA le envió un descargo a la Conmebol, firmado por el presidente Claudio Tapia, en el que se asegura que la albiceleste fue “claramente perjudicada” por los árbitros ante Brasil.
“Dicha reflexión encuentra sustento en todas las irregularidades advertidas antes y durante el mencionado partido, donde ha quedado evidenciado que la selección fue claramente perjudicada por el cuerpo arbitral encabezado por árbitro Roddy Zambrano durante todo le desarrollo del partido”, expresó el texto.
“En particular, por la no utilización del VAR en dos jugadas concretas que hubiesen, sin dudas, revertido el resultado final”, añadió el comunicado. Y prosigue: “En ese contexto, se han visto árbitros excesivamente celosos con la utilización del VAR lo que tuvo como consecuencia que algunos partidos se definieran bajo su aplicación. De tal manera, se han anulado goles por offsides casi imperceptibles como en los partidos Uruguay-Perú (tres goles anulados a Uruguay, que a la postre quedó eliminado en los penales) y Brasil-Venezuela”.
“Me dirijo a usted, reiterando nuestra solicitud, la que tras un día de presentada ante esa Confederación y en atención a la importancia del caso que nos ocupa aún no hemos recibido respuesta y/o aclaración alguna a nuestras preocupaciones manifestadas en la misma, siendo que, como expresara nuestro presidente, esta Asociación ha asumido la responsabilidad de trabajar y cumplir los objetivos institucionales observando los principios de la ética, lealtad, juego limpio, reglas claras y transparencia”, escribió Beligoy, quien fue un paso más allá y exigió la grabación de las conversaciones que se dieron entre el árbitro ecuatoriano Roddy Zambrano y el VAR.
A todo esto se sumaron las versiones de diferencias en la comunicación entre el árbitro encargado del VAR, el uruguayo y el juez del encuentro. Conmebol volvió a ignorar el reclamo argentino.
Pero, sobre los 37 minutos, estalló la última bomba. Messi fue a buscar a Medel, un jugador que suele provocar a su rivales, quien pechó al argentino, quedaron discutiendo y empujándose cara a cara. Ambos fueron expulsados. El partido se resolvió con victoria de Argentina 2-1 ante Chile y el tercer puesto para la selección dirigida por Lionel Scaloni.
A la salida del partido el 10 estalló y volvió a atacar a la Conmebol: “No nos dejaron estar en la final. Lamentablemente, repito, la corrupción, los árbitros y todo eso no permite que la gente disfrute del fútbol, del show y lo arruine un poco”. Además, el 10 no fue a recibir la medalla y explicó su actitud: “No fui por todo un poco. Creo que nosotros no tenemos que hacer parte de esa corrupción. De falta de respeto que se nos hizo durante esta copa”.
Esta vez sí reaccionó la Conmebol y Messi se expone a sanciones que lo pueden hacerse perderse el inicio de las Eliminatorias.
Bastante avanzada la noche del sábado, la Conmebol le contestó en un comunicado explicando que sus apreciaciones son “inaceptables” e “infundadas”.
Luego de esas graves declaraciones que sostuvo el capitán argentino sin tener prueba alguna de hechos de corrupción, el mismo puede ser objeto de sanciones según lo marca el reglamento.
El artículo 7, incisos B, D y F, contempla los motivos por los cuales el futbolista argentino puede recibir una suspensión: “Comportarse de manera ofensiva, insultante o realizar manifestaciones difamatorias de cualquier índole y también sobre insultar de cualquier manera y por cualquier medio a la Conmebol, sus autoridades, oficiales, etc.”.
El reglamento de Conmebol prevee penas de hasta dos años de suspensión dependiendo del tenor de las declaraciones.
El presidente de la AFA, Claudio Tapia, salió en defensa de Messi: “No quiero hablar pero es muy raro, 825 partidos, lo expulsaron dos veces, mejor jugador del mundo...”. Y concluyó: “Lo único que puedo decir es que nosotros vamos a hacer cualquier cosa para defender a la Selección. Y no voy a decir nada más, porque por hablar te dan dos años”.
La guerra de la AFA a Conmebol está declarada, mientras Brasil disfruta de su título continental.
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