Brasil jerarquiza la carrera de enfermería para fortalecer los servicios de Salud Pública

Este documento incluye decisiones destinadas a ser incluidas tanto en el Plan Plurianual, que define las directrices y objetivos de la administración federal para un período de cuatro años, como en el Plan Nacional de Salud, que sirve como documento rector oficial para el estado brasileño durante los próximos cuatro años.

Entre las recomendaciones delineadas en la Resolución, se destaca el enfoque en abordar la carrera profesional dentro del Sistema Único de Salud (SUS) de Brasil como una forma de reconocer y valorar a todos los trabajadores de la salud pública.

El 28 de agosto, el Centro Brasileño de Estudios en Salud (CEBES) organizó un debate en el que participaron la investigadora María Helena Machado y la consejera Nacional de Salud, Fernanda Magano. Profundizaron en esta cuestión y Machado, responsable de importantes investigaciones sobre la fuerza laboral de enfermería, abogó apasionadamente por prestar a esta cuestión la atención adecuada. Destacó que valorar verdaderamente el SUS significa también reconocer y valorar a las personas que actúan en el sistema público de salud.

“La salud es un bien público, pero los trabajadores sanitarios todavía no reciben el mismo trato. Uno de los grandes riesgos para el SUS en este momento es la precariedad del trabajo, que surgió bajo la dirección de administradores irresponsables. Podemos modernizar los contratos laborales, pero todavía tenemos que luchar contra el trabajo precario. No se puede tener una carrera profesional decente basada en un trabajo precario, sin una fuerza laboral calificada y sin un empleo seguro”, afirmó.

Aunque el tema puede parecer sencillo, sigue siendo un punto polémico en el debate actual entre progresistas y neoliberales. Por un lado, existe el compromiso de defender los servicios públicos, mientras que, por el otro, hay un impulso persistente a favor de medidas de austeridad, que afectan especialmente a la clase trabajadora, incluso cuando el presupuesto del país beneficia a los ricos. Esta situación subraya la importancia central del Plan de Carrera y Salario (PCCS), que se extiende más allá del ámbito de la salud.

La Resolución 715 adoptada por el CNS refleja en su artículo 50 un cambio en el panorama político del país desde la victoria de Lula, abogando por la creación de una Carrera Única Interfederativa con financiamiento tripartito, un piso salarial nacional para todas las categorías profesionales, contratación mediante licitación pública y la erradicación de la subcontratación.

También enfatiza la necesidad de valorar a los trabajadores de la salud, particularmente aquellos que trabajan con comunidades indígenas, ampliar las políticas de educación continua y abordar las necesidades reales de la población brasileña.

Quedan desafíos importantes, como lo demuestran propuestas como la Reforma Administrativa, anunciada como solución a un supuesto déficit pero que potencialmente plantea obstáculos para establecer una carrera profesional garantizada en el SUS.

“La lucha de las enfermeras es un buen ejemplo de cómo los trabajadores deben luchar para alcanzar mejores condiciones, pero también de cómo una carrera en el SUS podría prevenir sus problemas”, añadió durante el debate Magano, miembro del CNS.

La pandemia de Covid-19 puso de relieve aún más la importancia del SUS y de la protección social en general. Al respecto, Machado señaló que “es crucial retomar las licitaciones de empleo para renovar la fuerza laboral. Alrededor del 20% de los trabajadores del país desarrollaron problemas de salud, como depresión. Esto es muy serio”.

“No veo ninguna manera de proteger el SUS sin proteger a los trabajadores. Necesitamos entender esto para realmente hacer de la salud un bien público”, afirmó.

Machado destacó la magnitud de esta fuerza laboral, estimándola entre 4 y 4,5 millones de trabajadores sólo en el sector de la salud pública. Garantizar un plan de carrera para todos sería una tarea ambiciosa cuyos impactos socioeconómicos aún no se calcularon en su totalidad.

El presidente de CEBES, Carlos Fidelis, señaló que para lograr esos objetivos es esencial desmantelar el marco administrativo y laboral neoliberal, ya que “la privatización y la subcontratación plantean obstáculos importantes para mejorar las condiciones laborales”.

Magano señaló que después de seis años de reformas neoliberales, que favorecieron sólo a la élite, es hora de priorizar el bienestar social para la mayoría. El SUS, posiblemente la política pública que más se ocupa de problemas críticos en el Brasil pospandémico, podría servir como un valioso punto de partida para reconocer y valorar a millones de trabajadores brasileños que permanecían invisibles hasta ahora.

María Helena Machado destacó la necesidad de abordar el clima laboral, aumentar los bajos salarios de los trabajadores del SUS, en particular los que trabajan en el campo de la salud indígena, donde prevalece la precariedad. “La salud indígena, que emplea entre 16.000 y 17.000 trabajadores, es un lugar importante de precariedad”, afirmó.

El efecto sobre las mujeres es otro factor a tener en cuenta. Las mujeres representan entre el 70% y el 80% de la fuerza laboral del SUS. Una carrera profesional no es sólo una necesidad sino la salvación del SUS, especialmente considerando las repercusiones sobre la masa de trabajadores del sistema.

“Hoy tenemos 14 profesiones médicas reconocidas a través del CNS y otra porción de trabajadores que gravitan hacia el sistema, además de ocupaciones de apoyo. Logramos sobrevivir a la pandemia, pero hubo muchas consecuencias para la masa de trabajadores”, concluyó Machado.

(Con información de Outra Saúde)