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Cámara de Comercio también alerta sobre perjuicios por concentración de los súper
La Cámara de Comercios y Servicio del Uruguay (CCSU) emitió un comunicado este miércoles en el que alertó por el impacto que pueden sufrir los pequeños empresarios ante cambios que se puedan dar en mercado del supermercadismo, en caso de concretarse la compra por parte del banco de inversión Goldman Sachs (principal accionista de Tienda Inglesa) del Grupo Disco (que incluye a las cadenas Devoto y Géant).
La cámara -agrupa a 120 gremiales en todo el país- advirtió sobre la posibilidad de una concentración “de empresas en el sector de los supermercados”, en caso de concretarse la operación entre dos de los principales jugadores el retail uruguayo.
“La concentración de mercado que se generaría de concretarse el negocio repercutiría de lleno en la pérdida de libertad de miles de pequeños empresarios de todo el país, al tiempo de debilitar la posición de los consumidores”, afirmó Julio Lestido, presidente de la CCSU.
El empresario fundamentó que cuanto más grande es el que compra, “más relevante y perjudicial es la asimetría para los proveedores y para los pequeños comerciantes que compiten con los supermercados, así como para el consumidor en general”.
Según datos de la consultora Nielsen, al cierre 2019, si la adquisición se llevará a cabo implicaría que Goldman Sachs se quede con el 82% del mercado de la zona metropolitana de Montevideo y un 60% si se considera todo el país.
Lestido expresó que la libertad de mercado supone la existencia de múltiples jugadores que puedan competir en “igualdad de condiciones, por lo que la concentración atenta contra la salud de la cadena comercial”.
“Disminuye la competencia y afecta negativamente a los consumidores por una oferta más restringida y de mayores precios. Más aún, el desequilibrio de fuerzas puede incluso llegar a amenazar la política de precios del gobierno”, expresó.
Desde la CCSU se convocó a las autoridades actuales y entrantes a “realizar los máximos esfuerzos por defender la libre competencia y evitar que la concentración afecte un mercado relevante, “previniendo situaciones que puedan perjudicar a consumidores, pequeños y medianos comerciantes y a trabajadores del sector.
En el mismo sentido, se manifestó la Cámara Industrial de Alimentos (Ciali) que alertó que en caso de concretarse la transacción de Tienda Inglesa, podría provocar la pérdida de entre 1.000 y 1.500 puestos de trabajo, perjudicando en primera instancia a los proveedores más pequeños.
En redes sociales también se expresó el histórico dirigente sindical de la bebida, Richard Read, que consideró los cambios anunciados significarían cambios importantes en las “relaciones laborales y comerciales (empleados y proveedores), con pérdida inmediata de puestos de trabajo” en áreas como administración, finanzas logística y compras.
“Los proveedores son otros que se verán atrapados en relación absoluta de dependencia donde el poder de negociación se reduce a ´cero´. Le fijarán el precio y los plazos y tendrán como competencia la importación”, comentó Read, que recordó su experiencia cuando hubo fusión del mercado cervecero en el país cuando la unión comercial entre Ambev (Compañía de Bebidas Americanas) y Quinsa (Quilmes Industrial) en 2003.
