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Cambios en bachillerato: será común para todos y se podrá elegir un "énfasis" en sexto
Transformar la educación. Así se llama el capítulo 8 del Compromiso por el país firmado por todos los partidos integrantes de la coalición gobernante en la campaña de 2019. Casi un año y medio después de asumir el poder para concretar esos compromisos, y con una pandemia en el medio, las autoridades de la Administración de Nacional de Educación Pública (ANEP) empiezan a bajar a tierra los primeros cambios para intentar concretar lo que quedó negro sobre blanco en ese documento.
La ANEP ya aprobó una hoja de ruta y conformó distintos equipos de trabajo para avanzar en las modificaciones que serán aplicadas en forma de plan piloto en 2022 y que estiman universalizar a partir de 2023.
Uno de los primeros pasos en ese sentido es la aprobación del Bachillerato Interdisciplinario General en el que los estudiantes solo tendrán que elegir un “énfasis” en lo que hoy es sexto de liceo. Tanto cuarto como quinto será generales para todos los alumnos y las denominaciones que hoy conocemos con humanístico, biológico, científico o artístico desaparecerán.
“Existiría un egreso general habilitante para la continuidad educativa en la mayoría de las carreras que se imparten a nivel terciario y universitario”, dice una resolución de la ANEP de junio de 2020 a la que accedió El Observador.
El presidente del Consejo Directivo Central (Codicen) de la ANEP, Robert Silva, explicó a El Observador que el objetivo es que la enseñanza secundaria sea un “fin en sí mismo” y que el estudiante egrese con determinadas competencias básicas.
Hasta quinto de liceo todos los alumnos irán por un curso común y en el último año de bachillerato podrán elegir por seguir ese camino general o alguno de los énfasis: ciencias médicas, ingenierías o tecnología.
En la ANEP se basan en que más del 60% de las carreras universitarias se pueden realizar sin tener que haber hecho ningún bachillerato en específico. La idea es aplicar “alguna experiencia piloto en 2022” y extenderlo a todo el sistema educativo para 2023. De todos modos, ese objetivo de 2023 puede cambiar ya que la pandemia atrasó algunos planes del organismo educativo, según aseguró a El Observador la secretaria general de la ANEP, Virginia Cáceres. La educación media es uno de los grandes problemas que tiene el sistema ya que solo el 40% termina el liceo.
Otro de los objetivos es avanzar hacia una educación básica de 12 años que vaya desde inicial hasta la Educación Media Básica con un marco curricular común que permita dar “unicidad” y “navegabilidad” entre los diferentes subsistemas.
La “navegabilidad” se refiere a que sea “más fácil”, en palabras de Silva, pasar del liceo a la UTU y viceversa. “El sistema está muy fragmentado hoy. Hay mucha diferencias entre los distintos subsistemas”, explicó Cáceres.
La reforma que pretende llevar adelante la ANEP tiene tres pilares. El primero está vinculado con la reformulación de los planes y los programas de todos los niveles de educación, el segundo con el reconocimiento universitario de la capacitación y formación docente y el tercero con aumentar la autonomía de los centros educativos.
El presidente del Codicen aseguró que la base del cambio de los programas está en la pregunta ¿Qué competencias tiene que tener el estudiante al finalizar la educación media?. La ANEP ya conformó un grupo, que comenzó a trabajar en las últimas semanas, con el objetivo de cambiar el marco curricular.
“No podemos seguir con que la bolilla uno del programa tiene determinados temas, la dos otros temas”, resumió. Respecto a la autonomía de los centros, ANEP ya puso en marcha en 2021 un plan piloto que incluye 12 centros –6 liceos y 6 UTU– que funcionan en modalidad de tiempo completo y la enseñanza en torno a proyectos.
Esos centros tienen lo que se denomina un “coordinador de enseñanza”, lo que permite tomar más decisiones, y se adaptan por “sectores de asignaturas” en los que profesores de diversas materias trabajan en conjunto.
El plan consiste en adaptar los centros a las necesidades de los contextos socio-educativos en los que se ven inmersos. La idea de la ANEP, según dijo Silva, es extender esa modalidad a 30 centros en 2022 y llegar a 60 para el final del período.
Hasta ahora, y con la pandemia en el medio, el trabajo en estos centros no ha tenido una evaluación pero sí comunidades educativas de algunos departamentos, como Maldonado, han solicitado a la ANEP que esa modalidad también se implemente en su región. “En general hay mucha conformidad”, dijo Cáceres.
Estos centros, conocidos como María Espínola, están en Montevideo, Lavalleja, Artigas, Paysandú, Flores, Rivera, Soriano y Tacuarembó.
Formación docente
La Ley de Urgente Consideración aprobada en julio de 2020 creó “un procedimiento voluntario de reconocimiento del nivel universitario de carreras de formación docente impartidas por entidades públicas no universitarias” y planteaba la creación de un Consejo Consultivo para asesorar al MEC en dicha tarea.
En ese contexto, la ANEP está trabajando para presentar los programas acutalizados sobre fin de año ante el Ministerio de Educación para darle grado universitario a la formación docente, según explicó Silva.
En los tres ejes definidos por la ANEP, ya se empezaron a realizar los primeros cambios que deberán consolidarse en 2022 para poder concretar la “transformación de la educación” en el 2023.
