Campanella pidió que Alberto Fernández renuncie tras el Olivosgate: "No se le cae la cara de vergüenza"

Tras varios meses de silencio, el ganador del Oscar 2009 a Mejor Película Extranjera por El secreto de sus ojos y también el hombre detrás de cámara en Luna de Avellaneda, El hijo de la novia, Metegol y El mismo amor, la misma lluvia, que ganaron premios internacionales como el Goya, volvió a hablar sobre la situación política en Argentina desde Estados Unidos, donde está al frente de varios proyectos de series para Amazon.

Concretamente, opinó sobre la polémica conocida como Olivosgate, en relación al festejo de cumpleaños de Fabiola Yáñez, pareja del presidente Alberto Fernández, durante la cuarentena dura en la residencia presidencial. 

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"Es tremendo lo que ocurrió. Mi reacción a lo de la fiesta fue lo que sintió casi toda la sociedad, porque hasta los mismos votantes del Frente de Todos han sentido este impacto. Es una burla muy fuerte. El saber que un pariente o un querido tuyo murió solo, es un dolor fuerte", expresó.  

"Todavía al presidente no se le cae la cara de vergüenza de lo que ha hecho. Fueron cerrando exponencialmente. Primero trataron de decir que era una noticia fake, después que él había pasado por ahí y el último clavo del cajón fue el ofrecer dos sueldos para que esto quede en la nada. Prácticamente fue coimear a la sociedad ".  

"Una persona con dignidad, en cualquier trabajo que te agarren en una así, tenés que decir: ‘Muchachos, discúlpenme. Acá no hay nada que decir. Hago mutis por el foro".

Visiblemente ofuscado, planteó: "La renuncia indeclinable, para mí, es lo único que puede salvar en algo su dignidad. Obviamente que ya nadie le cree nada, ni los suyos. Entonces, cómo puede seguir siendo Presidente de algo. Cualquier cosa que nos diga, no le vamos a creer. No hay salida posible de esto".

Y agregó que si bien "no sabe qué convendría políticamente" para el país, al dejar su cargo para que asuma la vicepresidenta Cristina Kirchner, estaría "blanqueando una situación que ya es absolutamente ridícula. Ya sabemos igualmente quién está manejando todo".

El Cronista - RIPE