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Casmu: denuncian falta de información, socios “A B y C” y temor por Casa de Galicia
La situación que atraviesa el Casmu fue llevada al Parlamento y los legisladores del Frente Amplio consideran "inexorable" un llamado al ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, y a las autoridades de la Junta Nacional de Salud (Junasa).
Un grupo de trabajadores de la mutualista y la Federación Uruguaya de Salud (FUS) plantearon al Parlamento que con 186 mil socios y una plantilla de 7.500 funcionarios, anunció recientemente el envío de 86 trabajadores al seguro de paro en áreas “no esenciales”.
"No hay ningún dato ni propuesta de reestructura", señaló la presidenta del sindicato del Casmu, Sonia González, según consta en la versión taquigráfica. Según dijo tampoco tiene información sobre las condiciones de lo que, afirman, es un secreto voces en el sector de la salud: la llegada de la segunda parte de un fideicomiso por parte del Estado.
Los legisladores quieren consultar al MSP sobre otra situación planteada por el sindicato. Es en relación a Medis Group, un servicio de "medicina privada" del Casmu, que según la visión del sindicato plantea socios "A, B y C".
Allí, se explicó, unos 1.200 socios pagan un arancel suplementario por, según González, un "servicio de privilegio". La dirigente planteó la preocupación de que "un socio Medis Group pasa por encima de los otros socios", dijo.
"Ese socio debe ser atendido primero en cualquiera de las instancias a las que concurra", insistió. "Una farmacia, un mostrador administrativo o la puerta de urgencia". González señaló en que esa diferenciación se hace por lo que cada uno paga. "Cuando los pacientes ingresan lo primero que le dicen al portero es 'soy Medis Group'. Entonces, se abren las compuertas para agilitar el proceso de atención".
El sindicato planteó la duda sobre si esta diferenciación es legal, tomando en cuenta que la prioridad en la atención siempre estuvo marcada por la urgencia. "Hay pacientes que están coordinados para hacer determinados procedimientos, y se les comunica que hubo un desperfecto y deben ser reasignados", contó. La razón: "hay que dejar espacio al socio Medis Group". González admitió que no existe ninguna orden escrita pero que, en los hechos, es lo que sucede y que termina alterando todos los protocolos.
"Debemos obedecer determinadas indicaciones que se dan bajo presión, y de repente, un enfermero manifiesta que está con un paciente que está grave, pero el paciente Medis Group tiene prioridad y tiene que atenderse rápidamente", dijo. Su colega Alex Gonella señaló que recientemente hubo un despido por una tardanza en la atención a un paciente Medis Group. Dijo que, si bien en el CTI las condiciones "son parejas para todos", cuando ingresan lo que primero que se dice es si es un paciente Medis Group.
Piden ver números
El planteo de los trabajadores fue respaldado por la Federación Uruguaya de la Salud (FUS). Su secretario general, Jorge Bermúdez, habló allí de Medis Group como una "institución paralela", que "agrede" los principios fundacionales del Sistema Nacional Integrado de Salud. En ningún momento, dijo, el tema pasó por la Junta Nacional de Salud.
Como representante de los trabajadores ante ese organismo, Bermúdez dijo desconocer cuánto dinero se le otorgó al Casmu a través del nuevo fideicomiso. Al respecto -y como representante del sector trabajador ante la Junasa- no ha mostrado sus números ante ese organismo. El dirigente recordó que se trata de una de las tres instituciones sobre las cuales la Junasa, con los votos del Poder Ejecutivo, resolvió establecer veedores.
Bermúdez también apeló al temor de que el Casmu se convierta en un nuevo Casa de Galicia. "A esta altura, ya no es que veamos la vaca y lloremos", dijo. "Simplemente, la olemos de lejos y nos ponemos a llorar. Nos preocupa el futuro del Casmu".
Su preocupación fue ratificada por el diputado frenteamplista Luis Enrique Gallo (AU), que también recordó la "experiencia" de Casa de Galicia. "Como operadores políticos, tenemos que abrir muy grandes los ojos para que no nos pase lo mismo", advirtió.
Con respecto a Medis Group, el legislador fue concluyente. "No se puede hacer. Para eso están los seguros", indicó. Gallo cuestionó que el Casmu "de una manera muy comercial" esté ofreciendo este servicio por US$ 15.000 al contado. Allí Gallo "quebró una lanza" por el MSP, que en la última Rendición de Cuentas incluyó específicamente un artículo, que salvo la existencia de "salas vip", prohibía dicha modalidad pero que la bancada oficialista terminó modificando.
