Por primera vez un documento oficial chileno reconoce que el escritor Pablo Neruda podría haber sido asesinado y no muerto por la enfermedad que padecía cuando el 23 de setiembre de 1973 lo alcanzó el final de la vida.
El
medio español El País divulgó este jueves un informe que le fue entregado por el Ministerio del Interior. Allí aparece la sentencia de que el Premio Nobel de
Literatura no falleció "a consecuencia del cáncer de próstata que sufría", sino que "resulta claramente posible y altamente probable la intervención de terceros".
La nueva versión indica que aquél día de primavera le aplicaron al poeta una inyección o le dieron algo que habría precipitado su fallecimiento seis horas y media después.
Eso se supo porque hallaron en los rastros de Neruda la bacteria staphylococcus aureus (estafilococo dorado), que no tiene relación con el
cáncer que sufría.
El día de su muerte Neruda planeaba viajar a México para, como indica el documento, liderar un gobierno desde el exilio que denunciara la gestión del mandatario de facto,
Augusto Pinochet.