Autoridades chilenas decretaron este domingo por segundo día consecutivo un toque de queda -que impide la libre circulación de los ciudadanos por la vía pública- adelantando el inicio de la medida para las 19 horas, en medio de la extensión del estallido social que afecta al país con manifestaciones violentas y saqueos.
La medida rige "a partir de las siete de la tarde; estén en calma y estén todos en sus casas", dijo el general Javier Iturriaga, al anunciar la medida tomada en medio del "estado de emergencia" que rige para cinco regiones de Chile. En esas zonas, el control de la seguridad pública está bajo control militar.
El gobierno chileno ya había decretado esta medida entre la hora 22 del sábado y la hora 7 del domingo. En esa ocasión, pese a regir el toque de queda y a que se desplegaron casi 10.000 militares en las calles, los disturbios continuaron durante toda la madrugada en Santiago y otras ciudades de Chile, como Valparaíso y Concepción, hasta donde también se extendió la medida que restringe la circulación.
Los incidentes estallaron con fuerza el viernes tras el alza en las tarifas del pasaje del metro -medida revertida por el gobierno- y luego derivaron en extensos reclamos sociales, en las que son consideradas las peores protestas desde el retorno a la democracia tras la dictadura (1973-1990).
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