Nació en La Paloma, creció en Rocha es nieta de un basquetbolista olímpico, tiene un hermano futbolista, hizo danza y gimnasia artística y con solo 19 años puso la bandera de Uruguay donde nunca había estado: en un mundial de mayores de natación artística. Su nombre es Clara De León. Su próximo objetivo son los Juegos Odesur de Asunción y su sueño, los Juegos Olímpicos.
En 2018 disputó el Mundial juvenil en Budapest, con Ana Madeira. Cuatro años después volvió a la capital de Hungría con Agustina Medina para inscribir por primera vez a Uruguay en el nado sincronizado de un Mundial de mayores.
De León terminó 15ª en la rutina de solo libre entre 28 participantes con un puntaje de 77,5333 puntos. En el solo técnico ocupó el puesto 18 sobre 26 nadadoras con 74,2252 unidades mientras que en el dueto técnico, con Agustina Medina, se ubicaron en la 22ª posición entre 32 duetos con 72,7254 puntos.
"Superamos las expectativas que teníamos porque nuestro objetivo era mejorar los 70 puntos y hicimos más de 72 en el duelo, 77 en solo libre y 74 en solo técnico. El dueto hizo una muy buena competencia para ser un primer Mundial", dijo con orgullo la entrenadora Cecilia Montañés.
En el solo técnico, De León quedó cerca de las finalistas (clasificaban las 12 primeras) y esa fue la prueba en que compitió y se desvaneció en plena piscina la estadounidense Anita Alvarez.
Ese fue sin dudas un momento de tensión para todos los deportistas. El más emotivo fue cuando compitió Ucrania, país que está en guerra con Rusia desde febrero.
"El equipo de natación artística de Ucrania se radicó en Italia y ahí preparó el Mundial. Cuando el equipo salió a competir llegaron los padres de las nadadoras a las gradas y fue tanta pero tanta la emoción que se generó que no pudieron competir. Chicas que tuvieron familiares muertos en la guerra, que vivieron semanas en búnkeres subterráneos. Al otro día compitieron en otras rutinas. Verlas fue algo impactante", reveló la entrenadora.
Las ucranianas ganaron dos medallas de oro y cinco de plata en el evento. Rusia, la gran potencia mundial de este deporte, no pudo competir por estar suspendido en todos los deportes a causa de la guerra.
Las nadadoras retornaron a Uruguay el jueves 23 de junio y el martes 28 ya volvieron a entrenar en la piscina del Campus de Maldonado con miras a los Juegos Odesur de Asunción.
"El solo es una prueba exclusiva de los mundiales, la prueba olímpica es el dueto. Hay dueto técnico que fue el que hicimos en el Mundial y dueto libre; este último es el que ya empezamos a preparar", comentó la entrenadora.
"El objetivo va a ser clasificar a los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, para eso tenemos que quedar entre las cinco primeras. Creemos que podemos lograrlo. En el Sudamericano de mayores del año pasado quedamos cuartas. Competir a mayores ya es más complicado porque hay gente que va de los 20 a los 30 años y que tienen mucha más experiencia", dijo por su parte De León.
"Este deporte combina muchas habilidades y es muy exigente", explica la nadadora.
Su entrenadora revela en qué consiste el plan semanal de entrenamientos: seis a siete horas diarias de entrenamiento en la piscina, tres sesiones semanales de una hora y media de gimnasio, y tres a cuatro horas de coreografía los sábados, el día que tienen la pileta para su entera disposición.
"Este deporte es muy subjetivo y la idea en Budapest fue plantarnos bien para dar una muy buena imagen y tuvimos evaluaciones de distintos jueces que quedaron impactados porque es la primera vez que Uruguay compite a este nivel", dijo Montañés que es la entrenadora de las selecciones desde 2010.
"Este proceso con Clara lo iniciamos en 2014 con Florencia Rodrigo con quien nos pusimos el objetivo de llegar al 2017 para el Sudamericano juvenil con muy buena base. Los primero que hicimos fue llevar a Clara con edad infantil al Panamericano de California en 2014", recordó la entrenadora.
"Para este Mundial estuvo 12 semanas trabajando con nosotras y nos dio un aporte enorme", comentó Montañés.
"Para competir en un Mundial necesitábamos que el dueto mostrara más garra, que no fueran tímidas, porque al ser un deporte tan subjetivo es muy importante la presencia que deben tener al momento de entrar y tirarse al agua, trabajamos mucho la parte artística", dijo la DT.
"Creo que lo logramos", respondió sonriente De León.
"De chica hice muchas actividades. Empecé con danza porque mi madre es profesora de danza, tuve formación en ballet, hice escuela de danza y también hice flamenco que es un baile que me va súper bien en el agua. Empecé de chica natación y en el liceo siempre hacía de todo: fútbol y básquetbol", recordó la nadadora.
Nació en La Paloma y con cuatro años su familia se instaló en Maldonado. Es nieta de Ramiro De León, basquetbolista olímpico en Tokio 1964 y entrenador de vasta trayectoria en Uruguay.
"Él falleció cuando yo era muy chica, pero sus recuerdos siempre están presentes en la familia, me quedó mucho su garra y sus ganas de crecer como deportista y entrenador. Son las mismas ganas que yo tengo de seguir creciendo y llegar a un Juego Olímpico, eso es un poco parte de él. También tengo un dije de su participación en los Juegos Olímpicos, es algo súper lindo que conservo y lo tengo guardado en mi cuarto", reveló De León que cursa segundo año de profesorado de matemáticas.
Su hermano, Camilo, juega en la Tercera división de Deportivo Maldonado.
En noviembre de 2021, la joven nadadora se consagró campeona en el Sudamericano juvenil de Lima. Uruguay no conseguía semejante logro desde que Ximena Pardiñas lo consiguiera en San Cristóbal 1991. En ese mismo torneo fue plata con Victoria Montedónico en dueto en Juvenil A.
Antes de ese oro, De León también se consagró campeona panamericano juvenil en Aruba mientras que en Iquique 2019 había sido plata al igual que en Cali 2017, cuando tenía 13 años.
"Lo más importante es que de torneo en torneo, siempre logramos mejorar el puntaje", afirmó Montañés. .
"Ahora apuntamos a otro estilo de rutina para mostrar la fuerza y energía del dueto. Vamos a llegar una música de ninjas y un flamenco a Asunción", agregó. Para la coreografía de ninjas, el dueto contará con el apoyo del entrenador de karate Pino Píriz.
"En el dueto la sincronización y estar perfectamente iguales lleva a que tengamos que entrenar muchas horas para pulir cada detalle: cómo poner dedo, la mirada, tiene que quedar perfectamente sincronizado todo, contar del 1 al 8. No depende solo de mí, es estar pendiente también de la otra persona y si alguna se va seguirle el hilo. Tenemos que estar siempre juntas mirándonos", afirmó De León.
Su presencia en el Mundial quedará para la historia. Ahora saldrá a dar pelea en los Juegos Odesur, su primer paso para soñar con un Juego Olímpico.
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