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Coalición defendió "austeridad" en Rendición y el FA criticó el "fetiche" fiscal del gobierno
El 2020 será recordado como “uno de los años más tristes en la historia del Uruguay”, dijo este lunes la diputada frenteamplista Bettiana Díaz (MPP). Y no solo por ser el año en que llegó la pandemia del coronavirus. “Es el año del ajuste, el de los recortes en los puestos de trabajo, el de miles y miles cayendo en la pobreza”, apuntó la legisladora al resumir el centro de las críticas de la oposición sobre la Rendición de Cuentas que comenzó a discutirse en la Cámara de Diputados.
El tono de la opositora fue similar tanto en sala como arriba de un estrado montado en la plaza 1° de mayo, frente al Palacio Legislativo, donde los legisladores de la coalición de izquierdas dieron su versión sobre el proyecto que se votaba en general puertas adentro del Parlamento.
En cámara, fueron más de 13 horas de un debate cuyo resultado se sabía de antemano. Durante la sesión, la oposición machacó en el concepto de “recorte” y de “ajuste”, mientras la coalición de gobierno defendió el proyecto amparado en la “responsabilidad” y “austeridad”.
Al cierre de esta edición, los diputados oficialistas se aprestaban a votar el proyecto en general, al tiempo que la discusión del articulado continuará este martes.
La Cámara de Diputados discutirá entre martes y miércoles, uno por uno, los 305 artículos del texto. Uno de cada tres contarán con los votos del Frente Amplio. El sábado vence el plazo constitucional para que el proyecto ingrese al Senado.
"El presidente debería pedir disculpas"
“En vez de camisetear sobre el ahorro de US$ 600 millones, el presidente debería pedir disculpas”, pidió la diputada Díaz, en referencia a declaraciones del mandatario Luis Lacalle Pou durante una entrevista con LN+ donde afirmó que el gobierno logró ahorrar US$ 600 millones durante la pandemia. “Sobre todo, porque muchos de los 100.000 que cayeron y están cayendo en la pobreza son niños”, agregó.
“Se apretaron los bolsillos de los uruguayos y se retrajo el rol de Estado”, resumió Díaz, al criticar el “fetiche” de gobierno en cuanto al cuidado del equilibrio fiscal. “Los números cerraron, pero sin la gente adentro”, lamentó.
Díaz también cuestionó en ese sentido el “relato” expresado por el gobierno en el mensaje presupuestal, cuando a juicio de la oposición el gasto para contener los efectos de la pandemia estuvo lejos de ser suficiente. Además afirmó que el Poder Ejecutivo siguió “al pie de la letra el ajuste fiscal planificado”, aún en el contexto de crisis.
La legisladora también remarcó que la mayoría de los entes autónomos y servicios descentralizados fueron al Parlamento a solicitar más recursos que los otorgados por el Poder Ejecutivo. “Vinieron a pedir más plata porque no les alcanzó y tuvieron que dejar de hacer cosas que eran muy importantes”, afirmó.
"Tormenta" y "tsunami"
El diputado nacionalista Sebastián Andújar, miembro informante por la coalición, destacó la opción del gobierno de apostar a un programa integral para primera infancia, al que se le otorgarán cerca de US$ 50 millones al año en el quinquenio.
“El 21% de la pobreza se concentra en niños entre 0 y 3 años. El 50% de los niños entre 2 y 3 años de los hogares más pobres no asisten a un centro educativo. Es urgente para este gobierno solucionar esta situación", afirmó.
Andújar abordó los “aspectos estructurales” de la Rendición de Cuentas. “Estructuralmente esta es una rendición social” que estuvo “manejada a través de una tormenta”, sostuvo.
“La pandemia reveló una vulnerabilidad social de carácter estructural mucho más crítica de lo que se conocía”, dijo el diputado nacionalista.
El colorado Conrado Rodríguez (Batllistas) optó por destacar el “coraje” con el que Ejecutivo afrontó la situación de pandemia, una “especie de tsunami” que condicionó su gestión desde un inicio. Agregó que, pese a eso, se mantuvo el gasto social.
Rodríguez rebatió la argumentación de la oposición al señalar que el incremento del gasto no debe ser “un fin en sí mismo”, y remarcó que el objetivo debe ser la eficiencia del gasto.
“No le tengo miedo a hablar de austeridad”, dijo. “Venimos de años de despilfarro absoluto, que generaron verdaderos agujeros negros que debieron ser afrontados por la toda la sociedad", agregó y mencionó como ejemplos los casos de Ancap, la liquidación de Pluna o el “malogrado” proyecto de la planta regasificadora.
“La pandemia puso de manifiesto la rebeldía de los uruguayos, lo mejor de los uruguayos”, destacó el diputado colorado. “Saldremos mucho antes que otros países”, concluyó.
Rendición propia
En paralelo a la discusión en la Cámara de Diputados, el Frente Amplio presentó públicamente en la Plaza 1° de Mayo su propia “rendición de cuentas con la gente”. La oposición estimó en US$ 309 millones el recorte de gasto presupuestal el año pasado, que según aseguraron tuvo su incidencia más significativa en la caída en los salarios públicos y las pasividades.
“Suben las tarifas, suben los sueldos de los cargos de confianza, sube todo, menos los salarios”, ironizó Díaz. La diputada del MPP advirtió además que en el texto no existe una sola medida para crear empleo. En cambio, sostuvo, hay una “transferencia permanente” de responsabilidad al sector privado, al que se la dan estímulos a través de exoneraciones “por si se le antoja contratar a alguien”.
Su correligionario Gustavo Olmos (Fuerza Renovadora) marcó además que el “recorte” también es hacia el futuro, ya que la Rendición de Cuentas “carece de un mecanismo de salida a la crisis, a lo que se suman la falta de previsión de políticas de capacitación” para los trabajadores desempleados, además de no haber tampoco una apuesta a la generación de empleo.
