Fútbol > EL ANÁLISIS
Con el clásico a la vuelta, el partidazo de Brian Ocampo ilusiona a los tricolores
En su partido número 100 con la camiseta de Nacional, Brian Ocampo la rompió. Y con el floridense en ese nivel, el equipo de Pablo Repetto se puede ilusionar a corto y largo plazo. Primero con el clásico frente a Peñarol, el domingo 27 de febrero por la cuarta fecha del Apertura. Segundo con destronar al aurinegro en el Campeonato Uruguayo y lograr un rendimiento acorde a su rica historia en la Copa Libertadores. Pero para eso necesita mucho más que el goteo de calidad que muestra Ocampo, necesita que mantenga el nivel bien arriba, que gane en confianza y que contagie a sus compañeros.
Así como lo hizo este sábado frente a Rentistas. Ocampo fue el mejor de principio a fin, o al menos hasta que salió con una molestia en la parte posterior del muslo derecho. Las principales jugadas ofensivas del equipo tricolor surgieron de sus pies. Un remate que rebotó en el travesaño y otro que pegó en el caño izquierdo y le quedó el gol servido a Felipe Carballo en el momento ideal, apenas dos minutos antes de que terminara la primera parte.
Pero no fue solo eso, intentó el uno contra uno, buscó asociarse con Christian Almeida que jugó en el lateral zurdo por Camilo Cándido -afuera por un inconveniente familiar y apoyado por sus compañeros que mostraron la camiseta número 6 en el festejo- y trató siempre de ser el líder ofensivo del equipo. Ya es hora de que explote todo el potencial que tiene.
Apenas comenzó el segundo tiempo le puso un centro de gol a Carballo y terminó su gran desempeño con un remate desde afuera del área para poner en ese momento el 3-0. Un gol propio de un jugador que confía en sus habilidades, que ejecuta sin vacilaciones. Pero además, se mostró con voluntad para bajar y colaborar en la recuperación de la pelota. En una de esas jugadas llenas de buena intención colectiva, se sintió el posterior y dejó su lugar a Santiago Ramírez.
A dos fechas del clásico, es una buena noticia para Nacional el rendimiento de su jugador más desequilibrante. Mucho más que el triunfo y vaya si era clave ganar este sábado después del revolcón que sufrió en el arranque frente a Deportivo Maldonado. El propio Repetto expresó, después del partido contra Rentistas, que el 4-0 fue más abultado de lo que mostró el desarrollo del juego. Es verdad, porque hasta el segundo gol, marcado por el juvenil Manuel Monzeglio, Rentistas tuvo ocasiones para empatar, especialmente después del ingreso de Nahuel Acosta.
Nacional sostuvo el cero en su arco, con buenas tapadas de Sergio Rochet mediante, y es otro dato positivo después de recibir tres goles en la primera jornada. El técnico ajustó piezas durante la semana y sumó jugadores para seguir mejorando. En este partido debutó oficialmente el zaguero Juan Izquierdo y para el próximo estará pronto Leonardo Coelho, el último refuerzo. Además, se recuperó de covid Mario Risso y en algún momento las adversidades le darán una mano y podrá demostrar en Nacional todo lo bueno que hizo en el Apertura pasado jugando en Plaza Colonia.
El ingreso de Matías Zunino por Alfonso Trezza en la mitad de la cancha es un guiño pensando en la cuarta fecha. Aunque desprolijo en el traslado, Zunino es un jugador más posicional y con suerte. Dos por tres aparece en el área rival y consigue buenos resultados de los entreveros: frente a Deportivo Maldonado asistió a Gigliotti y marcó un gol en el intento tricolor de remontar el resultado adverso.
Contra Rentistas, le puso un centro en la cabeza a Ignacio Ramírez. El gol finalmente fue anulado por posición adelantada. Pero por lo menos lo buscó, porque una de las fallas que tuvo el equipo tricolor fue que no le generó ocasiones al goleador. Salvo esa y después el pase de su hermano Santiago, cuando el partido estaba abierto, que terminó con el gol en contra de Germán Gabriel, el número 11 no tuvo otras chances.
Leandro Otormín no logra acomodarse en el puesto de enganche y le faltó claridad en el pase final.
Rentistas empezó bien, con dos líneas de cuatro y con el brasileño Juninho desequilibrando por el costado de Almeida. Pero después de intentar un caño contra el lateral y recibir el insulto de éste -más para amedrentarlo que con otro motivo-, poco a poco perdió profundidad. La ganó después con el ingreso de Acosta, pero Nacional golpeó con el pibe Monzeglio y ya se desmoronaron todas las intenciones del equipo de Diego Jaume.
Sin desplegar un fútbol fantástico y aún con muchos aspectos para mejorar, Nacional logró un triunfo por goleada, pero más importante que eso, recuperó el juego de Brian Ocampo y si el floridense logra mantenerlo, las posibilidades de ganar son mayores.
