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Congreso de EEUU también cree que autores intelectuales del asesinato de Pecci fueron brasileños y uruguayos
Autoridades colombianas sospechan que el grupo narcotraficante brasileño Primer Comando Capital (PCC) y un grupo narcotraficante uruguayo no especificado están involucrados en el asesinato del fiscal antidrogas paraguayo Marcelo Pecci en Colombia, según un informe del 6 de setiembre del Congressional Research Service (CRS) de Estados Unidos al que accedió El Observador.
El CRS indicó que Pecci formó parte del "más largo operativo antidrogas y de lavado de dinero" de la justicia paraguaya (el operativo A Ultranza), y detallaron que "las autoridades colombianas sospechan del involucramiento en el asesinato de Pecci del grupo criminal brasileño, Primer Comando Capital, y un cartel de drogas uruguayo". Agregó que "ambos han incrementado su presencia en Paraguay".
Estados Unidos es uno de los países participantes en la investigación sobre la muerte de Pecci, quien fue asesinado en mayo de 2022 en Colombia mientras estaba de luna de miel con su esposa. Colombia y Paraguay también forman parte de la investigación, y ambos países investigan la participación del Clan Insfrán, un grupo narcotraficante liderado por el paraguayo Miguel Ángel Insfrán y el uruguayo Sebastián Marset, según confirmaron a El Observador fuentes judiciales de ambos países.
Marset está vinculado al Primer Cartel Uruguayo (PCU), activo desde al menos 2019, que a su vez se asoció con el brasileño PCC para traficar drogas y armas y compartir rutas para sacar la droga hacia África y Europa.
Su presunta participación en el asesinato de Pecci se conoció meses después de que el narcotraficante uruguayo saliera de prisión en Dubai, donde fue detenido por portar un pasaporte paraguayo falso.
Marset logró salir de Dubai con un pasaporte uruguayo entregado por el gobierno, semanas antes de que Interpol emitiera una alerta roja de búsqueda, en marzo de 2022.
Por la entrega de este documento, que fue otorgado porque Marset no tenía causas judiciales abiertas en Uruguay, fue separado de su cargo el subdirector de Identificación Civil, Alberto Lacoste, por intentar acelerar el trámite del pasaporte de Sebastián Marset a pedido de su abogado en Uruguay, Alejandro Balbi.
Además, fueron interpelados los ministros del Interior, Luis Alberto Heber, y de Relaciones Exteriores, Francisco Bustillo, y tras el caso el gobierno modificó el decreto que reglamenta la entrega de pasaportes.
Marset apareció por primera vez en el radar de la brigada antidrogas en el año 2013 en las investigaciones sobre cargamentos de marihuana enviados desde Paraguay en avionetas que permitieron la ejecución de dos operaciones: Wayra y Halcón en las cuales también resultó procesado el piloto Juan Domingo “Papacho” Viveros Cartes, tío del entonces presidente paraguayo Horacio Cartes.
Estuvo recluido hasta 2018 en el Penal de Libertad, donde entró en contacto con diversos narcotraficantes uruguayos y extranjeros que habían caído a causa de investigaciones anteriores. Esos vínculos le permitieron subir de nivel, obtener conocimientos y contactos en varias organizaciones regionales e internacionales y dejó de estar relacionado con el tráfico de marihuana para pasar al de cocaína y pasta base. En prisión, Marset había empezado a exponer su interés por concretar el PCU.
En 2020 Marset se radicó en Asunción. En Paraguay se alió con Miguel Insfran (también conocido como Tío Rico y líder de otra organización del tráfico y lavado paraguayo) y se convirtieron en cabecillas de un grupo internacional dedicado al tráfico de drogas y lavado de dinero, acciones en las que involucraron a gran parte de sus familias y las de sus parejas.
