Consejos para paliar el estrés calórico, que reduce la producción de leche

Con el Índice de Temperatura y Humedad (ITH) los productores pueden ver cómo está el ambiente y relacionarlo con las respuestas biológicas que puede tener el ganado, para así tomar decisiones, como por ejemplo generar espacios de sombra.

Justino Zavala, integrante de la Agremiación de Tamberos de Canelones, explicó a El Observador que el estrés calórico es algo a lo que los ganaderos tienen que prestarle especial atención, porque los animales pierden estado corporal, porque cuando hace mucho calor dejan de comer, además, baja la producción de leche y “las preñeces son muy complicadas”, porque “básicamente los celos empiezan a desaparecer”, indicó. Es recomendable para aquellos productores que realizan servicios de primavera no pasar de octubre o noviembre, comentó el tambero.

Sombra, agua y ventilador

El INIA compartió mapas con el estado del índice ITH para que los productores monitoreen a sus rodeos, pero además, difundió recomendaciones para paliar la situación.

Uno de los consejos es proveer a los animales de sombra, idealmente 4,5 m²/animal. Si los productores no cuentan con un espacio de sombra permanente, se recomienda colocar una sombra provisoria. Zavala dijo que cuando suben las temperaturas los animales dejan de comer –por ejemplo, en verano solo se alimentan hasta las 9 de la mañana– muchas veces porque van en busca de sombra para descansar. 

“Ya hay que empezar a mandar al ganado a comer temprano en la mañana, enseguida del ordeñe, y luego sacarlas nuevamente después de las cuatro de la tarde. El ganado varía sus hábitos y come más bien de noche”, comentó.

En muchos casos el ganado jadea por el calor, “la vaca no suda, evapora por la lengua porque no puede regular térmicamente y es ahí cuando se resiente la producción de leche”, mencionó.

Asegurar el acceso a agua limpia y fresca, además de en cantidades adecuadas es importante, ya que la hidratación es clave en estos casos. Desde el INIA se indicó que es importante que los bebederos sean de recarga rápida, para asegurar que el agua se mantenga fresca.

En momentos de alta temperatura, el INIA aconseja que aquellos productores que tienen aspersores y ventiladores en los predios los utilicen para bajar la presión del calor. Como alternativa, aquellos que no cuentan con esos sistemas pueden mojar a los animales con una manguera de baja presión, siempre intentando no mojar la ubre.

Movimiento y división

“Una vaca puede llegar a morir por estrés térmico”, aseguró el tambero, quien remarcó que especialmente a los animales de la raza Holando (mayoritaria en Uruguay en el sector lechero) el calor le afecta mucho, porque es un ganado muy preparado para el frío que, en épocas de bajas temperaturas soporta muy bien el clima.

Desde el INIA se llamó a trabajar con cuidado en el movimiento de los ganados. “Es importante no amontonar animales”, destacaron entre sus recomendaciones. Los técnicos del instituto aconsejan dividir los lotes para evitar que los vacunos pasen mucho tiempo apretados en los corrales de espera. Además, se recomendó evitar prácticas que impliquen el movimiento o el encierro de los vacunos durante las horas de mayor temperatura, como pueden ser pesadas o dosificaciones.

Mirar con atención

Otro de los consejos compartidos por los técnicos del INIA es observar periódicamente a los animales para detectar signos de estrés calórico, como pueden ser la disminución del tiempo de rumia, la baja en la producción de leche, el aumento de la frecuencia respiratoria, del jadeo y el babeo babeo o la disnea (dificultad para respirar).

También, prestar atención a las categorías de ganado que son más susceptibles a sufrir por estrés calórico, como las vacas en lactancia temprana, animales con patologías preexistentes, vacas con alta producción o vacas con baja condición corporal, ya que pueden morir durante olas de calor.

Cuando ocurran casos clínicos se recomienda también evaluar los niveles de ergoalcaloides (micotoxinas) en la dieta del ganado. Las dietas de mayor riesgo son aquellas con granos de cereales (trigo, cebada, centeno) y las pasturas de festuca o raigrás infectadas con hongos endófitos, alertaron desde el INIA.

Una app para hacerle frente al calor

INIA cuenta con la aplicación INIA Termoestrés, con la que los productores ganaderos pueden prever las condiciones de estrés calórico de los bovinos destinados a la producción de leche y de carne. La misma permite alternar datos entre ambos sistemas productivos y ver gráficas con los distintos niveles de riesgo para cada jornada y los siguientes seis días. Los niveles que se miden y que se muestran en mapas son: sin riesgo, alerta, peligro o emergencia, y pueden verse con un detalle por zona. 

Tener a disposición este tipo de información de forma anticipada les permitirá a los técnicos ganaderos y lecheros tomar medidas de manejo en los campos, una experiencia que según informaron desde el INIA ha tenido impactos positivos en los resultados a nivel productivo.

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