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Corredora de bolsa dice que operativa se le “fue de las manos” y damnificados apuntan a sus propiedades
Por Martín Tocar y Martín Natalevich
Sara Silvia Goldring de Cukier nunca buscó esconder su alto poder adquisitivo. Por el contrario, la despreocupada ostentación de sus bienes, añadida a una personalidad carismática y entradora que generaba empatía en quienes la conocían, era parte de lo que inspiró la confianza de cientos de clientes que depositaron parte de sus ahorros en Custodia de Valores Mobiliarios (CVM) y sufren ahora las consecuencias del desplome de su portafolio en la bolsa.
Parte de esa Sara Goldring ya no existe. Quienes la vieron en persona en los últimos días quedaron impactados con su aspecto desaliñado y descuidado, con su cabeza gacha y mirada perdida.
La accionista principal y responsable de CVM comenzó a reunirse esta semana con algunos de los casi 400 damnificados por su operativa, que le mereció una intervención del Banco Central –aduciendo “graves incumplimientos” de la normativa y “ocultamiento” de información– y una serie de denuncias penales por estafa y apropiación indebida.
La oficina del cuarto piso en Juan Carlos Gómez 1348 que durante décadas cobijó a inversores que llegaban hasta allí para buscar la forma de hacer rendir sus activos, ahora presentaba un panorama desolador y un guardaespaldas.
–¡Nos dejan en la calle! –gritaba un jefe de familia este miércoles al salir de la reunión.
Distintas personas que pudieron sentarse con ella frente a frente dijeron a El Observador que a Goldring le costaba sostener la mirada. Observaba el piso y ante las preguntas o comentarios para los que no encontraba respuestas, se limitaba a guardar silencio, en compañía de la interventora designada por el Banco Central del Uruguay.
"Se me fue de las manos", le dijo este martes a uno de los damnificados, al que también reconoció que había puesto dinero en efectivo de parte de los clientes –aquellos que según CVM tenían "libre administración" y "perfil agresivo"– en una "bolsa" común para intentar salvar la situación.
El hombre le dijo que él no había llenado ni firmado ningún formulario que lo calificara con un “perfil agresivo” y le pidió que le mostrara esa documentación. Goldring se negó con alguna excusa y también rechazó mostrar la prueba de que había puesto US$ 25 millones de su capital para el salvataje, como ha sostenido públicamente.
Este hombre había ido los primeros días de junio a retirar una cuantiosa suma de dinero que ahora necesitaba. En CVM le dieron curso a su solicitud, pero le pidieron que volviera al otro día. Cuando retornó le comunicaron que no era posible entregarle el dinero porque estaban intervenidos por el BCU, algo que no sucedió hasta este lunes 4 de julio.
En otra de las reuniones, Sara Goldring dijo que "el banco se chupó todo" –refiriéndose a que ejecutaron las garantías– pero que quería "seguir trabajando" y "recuperar" todo lo que se pudiera. Ante esa afirmación, la interventora interrumpió y dijo que "lo pasado es pasado", que los damnificados "no van a recuperar nada de lo que perdieron" –salvo por otras vías, como un juicio civil– y que ni siquiera es seguro que puedan retirar todo el dinero que al día de hoy permanece en sus cuentas.
La interventora también explicó que iba a "llevar tiempo" ordenar los papeles y "reconstruir" toda la operativa, ya que los instrumentos financieros que había usado CVM en esta operación eran complejos.
Además de intervenir CVM, el BCU hizo lo mismo con United Brokers S.A., otra de las empresas de la familia que funciona en Aguada Park. También en ese espacio funciona United Maritime Capital que, a su vez, tiene una oficina en Nueva York.
Las propiedades
En el piso en Ciudad Vieja al que ahora concurren varios de los damnificados en busca de respuestas fue escenario durante los años 90 y principios de los 2000 de la exitosa operativa del estudio Cukier & Cukier, dirigido por Mauricio Cukier, esposo de Goldring.
Varios de los clientes de CVM tenían o bien un vínculo de confianza con Goldring o con Cukier, considerado por varios como un gran experto en operativas financieras de alta complejidad, sobre todos aquellas destinadas a blindar el capital de sus clientes.
Cukier y Chabán
Los abogados que en estos días han sido contactados por clientes de la corredora visualizan entre sus posibles estrategias apuntar a las propiedades del matrimonio. Aunque la lista es larga en varias ciudades de América, reconocen que no será una tarea fácil. Según le dijo Goldring a algunos de sus clientes de más confianza en el pasado, parte de su dinero lo tiene en fideicomisos.
Cinco offshore abiertas en 2021
Durante 2021, Goldring abrió 5 offshore a su nombre, dos en Estados Unidos y tres en Panamá.
El 26 de febrero abrió Carinalli International Corp. en Panamá. Goldring figura como presidente y director de la compañía, al igual que sus hijos Martín Cukier y Daniel Cukier.
El 3 de mayo fue el turno de Comptoir Int. Corp., una S.A. que también tiene un estatus vigente en Panamá y que tiene a Goldring y a sus hijos en el directorio.
Tres días después abrió Perk Buenavista Corp, otra sociedad anónima activa en Panamá en la que ella y sus dos hijos figuran en la cúpula.
El 19 de junio nació Perk Global LLC en Florida, Estados Unidos. La empresa está a su nombre y el de su esposo, Mauricio Cukier Solnica. La dirección que figura es 16445 Collins Avenue, donde está el edificio Oceania II, que en su página se describe como “un condominio de lujo frente al mar que se encuentra a lo largo de la playa en Sunny Isles Beach, Florida”. El apartamento WS-6B tiene 200 metros cuadrados y un precio de lista de un millón y medio de dólares.
La última la abrió hace nueves meses en Connecticut (Estados Unidos): 88 Norfield Woods Rd, LLC.
En 2014 había fundado Perk Investments. La dirección era también del Oceania II y en el directorio figuraba toda la familia Cukier Goldring.
Por su parte, la familia Cukier Goldring también tiene varias empresas en Argentina. Empezó con Federal Brokers S.A., dedicado a compra, venta de monedas y billetes extranjeros y oro amonedado. Esa empresa derivó en Montevideo Cambio y Turismo SA, según publicó Página 12 en un artículo publicado en 2005 y cotejó El Observador con una base de datos privada.
Mauricio Cukier fue director titular de la empresa a fines de los 90 y lo sucedieron sus hijos Darío y Marcos.
Además, Darío figura como representante legal de Eledos SA y como propietario del 99% de las acciones desde junio de 2003 de Antenea SA, una sociedad agropecuaria, inmobiliaria y constructora. En la dirección de esa sociedad también figuraron luego Sara Goldring y Daniel Cukier, con quien también ocupan la titularidad de Risanim S.A.
En 2007, la entonces jueza penal Fanny Canessa ordenó el allanamiento de United Brokers Corp SA, que en ese momento dirigía Darío Cukier, a solicitud de la justicia argentina. En su escritorio de la calle Sarandí se había creado Lozatek SA, una SAFI que había sido vendida a Eugenio Sevares, vinculado con el robo de bancos en Argentina, según publicó Brecha en febrero de 2007. Uno de los testaferros que se habían usado para crear esa Sociedad Anónima coincidía con los que el estudio de Mauricio Cukier había usado para el caso de Nueva Zarelux S.A.
