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¿Cuál es el piso de dinero que recibirán las mutualistas por absorber a los socios de Casa de Galicia?
Este martes se culminó con el recuento de la distribución de socios de la mutualista Casa de Galicia a los cinco prestadores de salud definidos por el gobierno. El 1.º de abril, los 36.600 asociados vinculados al Fondo Nacional de Salud (Fonasa) fueron distribuidos por el último número de su cédula y su ubicación geográfica, y luego tuvieron un mes para cambiar de mutualista.
Los números favorecieron al Círculo Católico, que sumó 18.665 afiliados, más que todos los demás prestadores juntos. El Hospital Evangélico sumo 8.249 usuarios nuevos, la Sociedad Médica Universal 5.777 socios, Cudam 2.546 y Crami 1.423.
Conocer este número es esencial para las mutualistas, debido a que con él saben la cantidad de cápitas Fonasa que recibirán, es decir, el ingreso del Fondo por cada asociado que tiene una mutualista. Cuantos más socios, más ingresos recibe el prestador.
Además, el número de socios fue uno de los aspectos claves para la distribución equitativa de los trabajadores médicos y no médicos de Casa de Galicia. En lo que respecta a los no médicos, se distribuirán 21 trabajadores por cada 1.000 socios que absorba una empresa. Los médicos serán distribuidos con un presupuesto de $ 19 millones, que se dividirá de acuerdo a las necesidades asistenciales y horarias de los prestadores.
Las cápitas
La cápita base es de $ 1.343,80, según el valor de enero de 2022, pero esta varía dependiendo de la edad y el sexo de cada persona. Por un menor de un año hombre, la cápita absoluta tiene un valor de $ 8.669,26, ingreso máximo de este rubro. Del otro lado, por cada adulto hombre de entre 20 y 44 años una mutualista obtiene la cápita base.
Como mínimo, Círculo Católico recibe por el ingreso de los socios de Casa de Galicia una suma de $ 25.082.027 por mes, si los 18.665 nuevos afiliados solo aportaran la cápita base establecida por el Ministerio de Salud Pública (MSP). El Evangélico, por su parte, recibiría $ 11.085.006 mensuales solo con el monto básico.
Zaida Arteta, presidenta del Sindicato Médico del Uruguay (SMU), dijo en diciembre a El Observador que todas las mutualistas "quieren más socios" debido a las cápitas. La sindicalista detalló que la intención del MSP fue en parte traspasar los socios a las mutualistas para que puedan hacer "la diferencia" y convertirse en empresas más sustentables en el plano económico.
Según Arteta, esto daría "más viabilidad" a las empresas de este tipo, que cuentan con "problemas de dimensión" por su menor cantidad de socios, lo que las hace más vulnerables. Esto permite que los prestadores tengan más posibilidades de acceder a créditos o fideicomisos, como los que actualmente tienen Casmu y la Asociación Española, ambos con una gran masa social.
Incluso antes de que se definiera la opción de distribuir a los socios en las cinco mutualistas, más de un prestador mostró interés en absorber toda la masa de afiliados de Casa de Galicia, informaron fuentes del MSP a El Observador en diciembre.
La distribución
Desde el cierre de Casa de Galicia, el 23 de diciembre, trabajadores médicos y no médicos de la empresa negociaron con el gobierno y las mutualistas la distribución de los empleados.
En el caso de los no médicos, se definió adaptar un decreto del año 2001 en el que las mutualistas que absorben socios de los prestadores que cierran deben absorber también un número proporcional de empleados. Por lo tanto, conocer el número de afiliados que adquirió de forma definitiva cada mutualista es importante para definir cuántos empleados debe emplear cada empresa.
El 30 de marzo, un día antes del cierre definitivo de Casa de Galicia, se acordó que cada empresa debería absorber 21 trabajadores por cada mil socios.
Si se sigue un cálculo numérico, con los números de afiliados distribuidos ya definidos, Círculo Católico debería emplear a alrededor de 392 trabajadores no médicos. El Hospital Evangélico tendría que añadir a su planilla 173 empleados de este rubro, Universal 121, Cudam 53 y Crami 30.
El total de trabajadores distribuidos, por lo tanto, sería de 769 trabajadores. Cuando se presentó por primera vez la propuesta, se ofreció que 840 trabajadores fueran redistribuidos a otras instituciones de salud y 460 quedaran en un seguro de paro especial. Sin embargo, la planilla de empleados disminuyó con el correr de los meses debido a que varios empleados consiguieron otros empleos.
Por el lado de los médicos, se acordó un presupuesto de $ 19 millones, que serán soportados por los prestadores a prorrata del total de afiliados Fonasa, y se dividirán de acuerdo a las necesidades asistenciales y horarias de los prestadores.
Los salarios de los médicos no podrán superar los $ 184 mil, y tendrán prioridad aquellos médicos cuyos únicos ingresos provenían de Casa de Galicia. Luego se contratará a quienes recibían el 60% o más de sus ingresos por su trabajo en la mutualista cerrada, y por último estarán aquellas personas que, por su actividad en la prestadora de salud recientemente cerrada, obtenían menos del 60% de los ingresos totales por su trabajo profesional.
Con estos números, se estima que "en principio" 250 trabajadores médicos serán trasladados a las cinco mutualistas, indicó en abril el ministro de Salud, Daniel Salinas, a El Observador.
Hasta el 27 de abril, cuatro prestadores (todas menos Crami) todavía no habían empleado a ningún trabajador de Casa de Galicia, lo que llevó a que estuvieran "desbordados", según dijo a El Observador Ruben González, dirigente de la Asociación de Funcionarios de Casa de Galicia (Afuncag).
Este miércoles, una agrupación de socios de Casa de Galicia se presentó ante la Comisión de Salud del Senado y presentó más de 100 denuncias por demoras y mala atención en las mutualistas que absorbieron a los afiliados. Los socios notificaron –por denuncias de otros usuarios– demoras de médicos de radio de tres a cuatro días, faltantes de medicación, demoras en tickets diferenciados y demoras en análisis de laboratorios, entre otros asuntos.
