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Cuánto piden los propietarios por alquilar en un verano sin argentinos
Cada verano, desde hace 25 años, una familia de Melo alquilaba el mismo apartamento en Punta del Este durante todo febrero. Pero este 2020 adelantarán las vacaciones para las últimas semanas de diciembre por una oferta que los sedujo: una propietaria les ofreció el lugar sobre la Playa Brava que siempre ocupaba una pareja de Córdoba (Argentina), que no podrá viajar por el cierre de fronteras que decidió el gobierno para la temporada.
Uruguay no recibirá a las centenas de miles de argentinos que año a año llegan. Solo en el primer trimestre del 2020 –antes de la expansión del coronavirus–, entraron 1 millón de turistas a Uruguay de los cuales 630 mil viajaron desde Argentina. Esto implica que un importante porcentaje de la demanda de alquileres se pierde, especialmente en Punta del Este, el balneario top que más cautiva a ese público. Y, en este escenario, ¿qué pasa con los precios?
Incluso antes de confirmar que las fronteras estarían cerradas en la temporada, los operadores turísticos ya sabían que la apuesta sería el turismo interno. Y el gobierno anunció una serie de medidas para estimularlo.
La más resonante –que es un reclamo de 13 años de las inmobiliarias– es el descuento del Impuesto a la Renta de la Persona Física (IRPF) a los alquileres. El presidente de la Cámara Inmobiliaria de Punta del Este y Maldonado, Javier Sena, aseguró que esta medida se traducirá directamente en una baja del 10,5% de los alquileres en dólares a partir del 1° de diciembre.
Sin embargo, el tipo de cambio subió 14,5% en último año, por lo que en pesos, las tarifas son 4% más caras para los turistas uruguayos.
Esta rebaja del 10,5% es un piso para el ajuste de precios. “Si el propietario necesita alquilar y hay una oferta menor, ese es otro tema que el inmobiliario tendrá que ir viendo”, explicó Sena a El Observador y dijo que los precios se ajustarán a las leyes del mercado: si la oferta es mucha y bajó la demanda, los precios bajarán.
“Es posible que baje más del 10,5%, pero todo depende de cada propietario”, apuntó el presidente de la cámara.
En Punta del Este, hay más consultas por casas que por apartamentos. Sin embargo, es más fácil hacer un promedio de los precios porque hay que considerar menos variables. Los de un dormitorio con servicios cuestan entre US$ 1.700 y US$ 2.000 por quincena en enero. Para los de dos dormitorios, el alquiler se ofrece entre US$ 2.200 y US$ 2.500 también por 15 días.
En febrero los valores bajan cerca de un 20%.
El operador inmobiliario Francisco Bistiancic explicó que algunas de las restricciones de los edificios –como las limitaciones en las piscinas y barbacoas– generaron que el público prefiera consultar por casas.
El precio de las casas es más difícil de estimar, pero Bistiancic promedió una casa con cuatro dormitorios y piscina entre US$ 5 mil y US$ 6 mil la quincena.
Por ahora las señales de los uruguayos –que en Maldonado son cerca de un 30% del total– en las reservas no son alentadoras: “Vienen muy lentas” en comparación a otras temporadas, aunque el empresario confía que los uruguayos que vacacionen serán más que los de las temporadas anteriores.
Sena calificó como “buena” esta medida que tomó el gobierno, pero la consideró insuficiente y piden que las autoridades evalúen que puedan ingresar los propietarios en Uruguay.
En la misma línea, Alberto Prandi –operador inmobiliario y exsubsecretario de Turismo del primero gobierno de Tabaré Vázquez– dijo que hay una “responsabilidad ética” con los propietarios que siguen pagando sus impuestos en Uruguay.
“Muchos propietarios no quieren seguir apostando a un lugar que le da la espalda”, explicó Prandi a El Observador.
En el portal Casas en el Este (de Infocasas) los precios de la temporada aumentaron un 7% en dólares con respecto a la última actualización de setiembre realizado a partir de las reservas de 3.000 propietarios, informaron a El Observador desde la plataforma.
En Piriápolis Infocasas hizo el cálculo tomando en cuenta los valores de las propiedades entre Solís y Punta Negra. Considerando el aumento, el promedio en esa zona está en el entorno de US$ 100. En Atlántida, en cambio, el precio promedio llega a US$ 90.
Rocha, los jóvenes, las compras
Desde 2017 Joaquín y su barra de ocho amigos de Florida van a la playa juntos en verano. Las primeras salidas fueron a La Paloma, y luego decidieron irse más lejos y viajaron a Ferrugem, Brasil. Este año por la crisis sanitaria resolvieron volver a vacacionar a la costa de Rocha, pero esta vez en Punta del Diablo, donde alquilaron una casa por US$ 120 por día.
El operador turístico de Punta del Diablo Jesús Ramos aseguró que los precios para una casa de entre cuatro y seis personas rondan los $ 4.000 y $ 4.200 por día. Los precios, dijo, se mantienen en el mismo nivel que en 2019.
En Casas en el Este el promedio de costo en Punta del Diablo está en el entorno de los US$ 100, mientras que La Paloma y La Pedrera alcanza una cifra cercana a los US$ 120 considerando el aumento del 7%.
En los últimos años, La Paloma era el lugar que más jóvenes captaba. En la zona de La Aguada estaba Barbas, el baile más grande de la zona que era uno de los atractivos para el público juvenil. Pero en la próxima temporada, los bailes no estarán permitidos.
El directivo de la Corporación Rochense de Turismo Richard Illa dijo que hay consultas de jóvenes en La Pedrera y Punta del Diablo, pero no así en La Paloma. “La juventud se va a autoconvocar”, anticipó a El Observador.
En La Paloma el precio promedio para una casa de entre cuatro y seis personas está entre US$ 100 y US$ 120 por día, según el operador. Este costo es “un poquito” menor a los de la temporada anterior.
En La Pedrera la tarifa promedio está entre US$ 130 y US$ 150.
“Tenemos muchísimas consultas, pero muy pocas reservas. El uruguayo va a especular un poco con el tiempo para hacer las reservas”, dijo el empresario.
En La Barra del Chuy los precios son inferiores: una casa para entre cuatro y seis personas está en el entorno de los $ 3.000 y $ 3.500, aseguró Ramos a El Observador y coincidió con que las consultas son muchas pero no se concretan en reservas.
El problema con la Barra del Chuy es el cero kilo para las compras en el Chuy, según Ramos. “La gente no va porque no puede llevar nada. Hay que rever que no nos permitan que los turistas uruguayos lleguen a la frontera y no puedan comprar algo. Deberían permitir llevar un surtido, lo normal”, opinó.
Según los datos de la Corporación Rochense de Turismo que aportó Ramos, el último año el 67% de los turistas de Rocha fueron uruguayos y la mayoría llegó desde Montevideo.
