El hombre era adicto a la droga y sabía que en el destacamento de la Armada de la Fortaleza del Cerro había tres infantes de marina con una pistola Glock nueve milímetros cada uno, que podía vender o entregar en una boca de pasta base de la zona, tal como hizo este domingo, luego de asesinar a sangre fría a sus tres excompañeros porque había trabajado en esa unidad hasta este marzo.
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